Las mentes más inventivas de la historia utilizaron este simple truco. Puedes probarlo hoy.

Lee sobre los estilos de vida de los grandes pensadores de la historia, y una de las primeras cosas que probablemente te sorprenderán es lo diversos que son. Algunos de tus héroes eran noctámbulos, otros se levantaron al amanecer. A algunos les encantaban las fiestas, otros apenas dejaron sus escritorios. Algunos eran locos por la salud, otros eran bon vivants.
Es difícil encontrar algo en común o inspiración para tu propia rutina, con una gran excepción. Lee sobre casi cualquier genio, y descubrirás que eran caminantes.
Desde Aristóteles instruyendo a los estudiantes mientras deambulaban por un camino que había instalado explícitamente para pensar, pasando por Charles Darwin y los héroes de Silicon Valley como Mark Zuckerberg y Steve Jobs, el porcentaje de las grandes mentes que les encanta caminar es sorprendentemente alto.
Camina hacia un momento eureka
Esto no puede ser una coincidencia, y los investigadores están empezando a entender exactamente por qué tantas personas inteligentes tuvieron sus mejores ideas mientras caminaban. Durante años, la ciencia ha sabido que el movimiento energiza tu cerebro y te hace un poco más inteligente. Pero esa no es la razón por la que caminar es tan bueno para la creatividad.
Los momentos Eureka tienden a venir a nosotros no cuando estamos concentrados intensamente en un problema, sino cuando estamos pensando ociosamente en otra cosa, permitiendo que nuestra mente subconsciente se ocupe del tema en segundo plano. Es por eso que las duchas son el lugar de nacimiento de tantas ideas. La neurociencia está descubriendo que caminar es una forma sobrealimentada de lograr este estado.
«Debido a que no tenemos que dedicar mucho esfuerzo consciente al acto de caminar, nuestra atención es libre de vagar, para cubrir el mundo que tenemos ante nosotros con un desfile de imágenes del teatro de la mente. Este es precisamente el tipo de estado mental que los estudios relacionan con ideas innovadoras y con ideas» , explica Ferris Jabr en un fabuloso artículo del New Yorker sobre la ciencia del caminar.
Caminata social
Eso significa que caminar es uno de los trucos más poderosos que existen para desbloquear tu creatividad. También es uno de los más fáciles de implementar: puedes abrir la puerta y darle una oportunidad ahora mismo. Los paseos en solitario son excelentes para la innovación, pero caminar con otros tiene sus propios beneficios únicos.
En HBR.com, el profesor de la escuela de negocios Russell Clayton explica cómo las reuniones ambulantes no solo aumentan la creatividad, sino que también aumentan el enfoque, el compromiso y la unión.
«Las reuniones ambulantes conducen a un mejor compromiso de los empleados al romper las barreras entre el supervisor y el subordinado o entre compañeros de trabajo», escribe. Actúan como «una versión micro de la unión que se puede experimentar cuando los compañeros de trabajo viajan juntos en viajes de negocios».
Obtener estos beneficios requiere tener en cuenta algunas pautas simples:
Tener un destino: En realidad, caminar a un lugar como un parque local o un punto de interés puede ayudar a vender la idea a otros y dar estructura a la salida.
Que no termine con comida: Caminar es una buena manera de estar más saludable. No lo arruines haciendo que tu punto final sea un Frappuccino con crema batida.
Siéntete libre de vagar: Si bien es recomendable un punto final, deja que la curiosidad te guíe. Si ves algo que quieres explorar, toma un desvío. La ciencia muestra que esa espontaneidad podría aumentar aún más tu inspiración creativa.
Mantenlo íntimo: Las reuniones a pie deben tener un máximo de tres participantes, según Clayton.
Conoce tu objetivo: Caminar es ideal para intercambiar ideas, conocer mejor a las personas y analizar problemas. No es una buena manera de tomar decisiones finales.