Liderazgo y ser emprendedor son temas que se desarrollan desde pequeños. Lograrlo es tan sencillo o complicado como hacer una fiesta de cumpleaños.
Eric Pérez-Grovas Aréchiga tuvo sus primeros indicios de ser emprendedor cuando era niño y vendía comida en su escuela, un negocio al que llamó Los sándwiches del tío Eric. Su visión la mantuvo hasta la universidad, cuando creó una empresa de decoración de eventos con sus amigos, y después al participar en la apertura de Mercado Libre en México.
En 2009, con 35 años, Pérez-Grovas trajo a México el modelo brasileño de outlet por internet, Brandsclub, posteriormente fundó el fondo de inversión Jaguar Ventures y actualmente es presidente fundador de la Asociación Mexicana de Venta Online. Entre fracasos y éxitos, el emprendimiento, que aprendió de su madre, ha sido su eterna apuesta.
El ser creativo, el liderazgo o el ser emprendedor son cosas que se desarrollan desde niños y la familia tiene la tarea de fomentar el ejemplo de lo que están esperando de los pequeños para desarrollar sus capacidades, de acuerdo con Irma Flores, directora general de la consultora de Recursos Humanos Red Ring.
Pérez-Grovas, quien figura entre uno de los cinco emprendedores más influyentes en México en el sector tecnología, asegura que la figura más importante de su vida fue su madre, quien confió en él para desarrollar sus habilidades como hombre de negocios.
En AltoNivel.com.mx le solicitamos a la consultora Irma Flores que nos apoyara en definir cuáles son las claves para fomentar los valores en los niños, y cómo desarrollar sus habilidades de liderazgo. Estas son las sugerencias:
1.- Desarrollar la Inteligencia emocional
Generalmente los padres quieren calificaciones excelentes de sus hijos, sin embargo, la inteligencia emocional no va ligada al tema de calificaciones, sino al autocontrol, la madurez, y la autorregulación.
Irma Flores señala que una de las formas más sencillas de desarrollar la inteligencia emocional en los niños es enviándolos a viajes o campamentos.
“De vez en cuando hay que quitarles el ancla de los padres y que puedan experimentar su tolerancia a la frustración sin la familia. En un viaje, los papás pueden identificar cuándo empiezan los berrinches, dónde, y por qué. Y con esta información ayudarlos a expresar y manejar sus emociones”.
Lejos de su familia y de personas conocidas, el niño tendrá que autocontrolarse y obtendrá herramientas para experimentar el manejo de su inteligencia emocional, además de que aprende a convivir con otros niños.
2.- Fomentar y desarrollar sus habilidades
En este punto viene muy ad hoc el refrán “Zapatero a tus zapatos”. Si el niño desde un principio muestra virtudes para determinada área, los papás deben impulsar el desarrollo de sus cualidades en ese sentido, y no obligarlo a enfocar su carrera a temas que no son de su agrado.
Para ello, Irma Flores considera relevante observar su comportamiento. Generalmente los niños creativos utilizan más la parte derecha del cerebro: son arriesgados, les gustan los deportes, la patineta, y actividades que los fatiguen. Por el contrario, los niños analíticos utilizan más la parte izquierda del cerebro: son ordenados, detallistas y metódicos.
Con base en esto, los padres pueden definir algunas áreas de estudio y ayudar a que el niño afiance su futuro, pues reconoce cuáles son las habilidades que debe desarrollar.
3.- Incentivar un pensamiento crítico
La directora general de Red Ring considera que un pensamiento crítico desarrolla las capacidades de observar, procesar información, y que el niño valore lo que tiene o no tiene.
Un niño que tiene una preparación completa en la casa y escuela, en el futuro va a tener más habilidades para solucionar una crisis de trabajo, y el pensamiento crítico debe estar en el proceso diario de formación del menor.
4.- Trabajo en equipo
Irma Flores cuenta que en una ocasión llegó a un salón de preescolar en el que había lapiceros llenos de todos los colores, menos el rojo. Cuando preguntó por qué no ponían más colores rojos, la profesora contestó que a propósito había convertido ese color en el más cotizado, para que los alumnos tuvieran que aprender a dominar su frustración o perseverar hasta obtenerlo.
“Las maestras consideraban que el rojo solo lo podían agarrar los niños que terminaron primero e hicieron mejor sus actividades. De alguna manera tienes que motivarlos y enseñarles que no son los únicos niños, por lo que deben trabajar en equipo”.
En conjunto el niño puede llegar al objetivo más rápido que de forma individual, por lo que éste es un tema ideal para que el niño desprenda a su líder interior, el líder que pueda supervisar las actividades de los demás, y que hace que las cosas sucedan.
Incluso, si el niño no es un líder nato, va a ver que alguien más toma el control y buscará competir por ese liderazgo.
5.- Darle la oportunidad de negociar
Que una meta sea difícil de alcanzar no significa que sea imposible, y entender esto es más fácil si se practica desde niños.
Siguiendo con el ejemplo de los colores, el pequeño no puede decir “Ya no quiero el color rojo porque está ocupado” o porque “es muy difícil”. Más bien hay que impulsarlo a esforzarse para alcanzarlo y como padres el deber es ayudarlo a obtener la meta.
“El niño debe saber que siempre hay un dar y recibir, y que a las dos partes les va a convenir”, asegura la directora de Red Ring.
6.- Planear
Para desarrollar esta habilidad, la consultora sugiere involucrar al niño en las actividades que son planeadas para él, por ejemplo, puede ser que esté cerca su fiesta de cumpleaños, ¿qué tiene que hacer para realizar una fiesta? ¿A quiénes hay que invitar? ¿Qué cosas hay que comprar?
Enseñarle a planear significa llevar a cabo una serie de pasos de tal forma que el resultado sea lo que él está esperando. El niño debe observar cómo se hace un cronograma en el que se cumplen sus expectativas poco a poco, cómo se hacen las invitaciones, si por mensaje o por teléfono, cómo se hace una lista de compras, entre otras cosas.
“El hecho de que observen estos pasos es mágico para ellos porque se dan cuenta cómo se cubren las actividades y al final se sorprenden de que ellos llevaron a cabo la organización”, dice Flores.
7.- Darles coaching
“Cuando surgen los problemas, los papás deben ser coach, no un árbitro, porque muchas veces los papás parece que están entrenando, pero más bien ya sacaron la tarjeta amarilla o roja. Deben llevarlo de la mano sin involucrarse de tal forma que el pequeño sea quien haga la actividad”, asegura la consultora.
Los padres deben orientar a los niños para pensar positivo. No dejar que digan “no va a dar tiempo para organizar la fiesta”, “no habrá pastel de chocolate”; hay que transformar esa actitud de pesimista a optimista, porque eso hará que en un futuro sepan transmitir pensamientos positivos a su equipo y busquen soluciones en lugar de ver obstáculos.
“Aquellos niños líderes que en un verano te dicen ‘y si hago paletas heladas y las vendo’, ahí empieza la negociación, el ser emprendedor, el hacer algo nuevo, diferente. Al final, este proceso consiste en motivarlo a que vea que así es como funciona un trabajo, que cuesta, que es algo que le invertirá dinero y tiempo y al final tendrá una remuneración a cambio”, dice Flores.
Este proceso generará que los niños desarrollen una visión del valor del tiempo y el trabajo
Javier Rodríguez Labastida
fuente: Alto Nivel