Reunimos unos prácticos consejos de uno de los gurúes del management más prestigiosos. Jack Welch y su particular visión de los negocios y el liderazgo.
«Los negocios son muy simples. Las personas que intentan hacerlos complejos sólo consiguen salir heridas. La gente siempre sobrestima la complejidad de los negocios. No es una ciencia aeroespacial. Hemos elegido una de las profesiones más simples del mundo.»
«La mayor parte de las empresas globales tienen tres o cuatro competidores críticos, y se sabe quiénes son y no hay muchas cosas que pueda hacer con un negocio. No es como si eligiera entre dos mil opciones. Yo opero con una creencia muy simple acerca de los negocios. Si hay seis de nosotros en un cuarto y todos contamos con idénticos hechos, en la mayor parte de los casos los seis llegaremos más o menos a la misma conclusión. El problema es que no tenemos la misma información. Cada uno consigue diferentes piezas.»
«Los negocios no son enredados. Las complicaciones surgen cuando la gente carece de la información que necesita. Ahora, dicho esto, es obvio que un buen líder se rodea de gente valiosa. Si hay una clave, es ésa: equipos grandiosos compuestos por gente grandiosa.»
No hay que olvidar que el líder depende de los demás para triunfar. Sólo serás tan bueno como tus subordinados, no puedes hacer nada sin ellos. Además otra ventaja de contratar gente talentosa es que así nos aseguramos que las cosas cambien. La mentalidad del gerente de ayer era aceptar el compromiso y mantener las cosas ordenadas, lo cual tiende a producir complacencia. Los líderes del mañana, por otra parte, formulan problemas, los debaten, los resuelven. No temen ir contra la corriente actual porque saben que su presente es el mañana, y toman partido por una visión de lo que pueden llegar a ser los negocios.
La clave es el crecimiento. Sólo si se da el crecimiento se puede progresar dentro de una empresa. Pero nunca hay que ser víctimas, si no se puede crecer en una empresa habrá que cambiarse a otra. Las empresas generan oportunidades, pero usted controla su destino.
El arte de dirigir se reduce a algo simple. Determinar y enfrentar la realidad acerca de la gente, situaciones, productos; luego, actuar con decisión y rapidez en esa realidad. Piense cuántas veces se han postergado cosas, confiando en que mejorarían. La mayor parte de los errores que hemos cometido han ocurrido por no estar dispuestos a enfrentarlos, a verlos directamente en el espejo de la realidad, y así tomar la acción correcta.
hola esta muy bien esta informacion ya q nos pone claro ejemplos de liderago, con personas q se superaron en una empresa,