Para liderar equipos en empresas y organizaciones de cualquier índole, una de las principales condiciones excluyentes en el mundo actual es tener las habilidades para inspirar y motivar a otros.
Como todos los comportamientos de los seres humanos, la motivación parte de una profunda elección personal que se basa, fundamentalmente, en la actitud para afrontar la vida en todos sus planos. Para lograrlo, no necesitas ser un super héroe.
En términos sencillos hay dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca. La primera es la esencial para mantenerte con un espíritu alto, de motivación, cooperación, entendimiento, visión optimista y una actitud positiva inteligente. La extrínseca es propia de las personas sin iniciativa, que necesitan ser estimuladas permanentemente desde afuera. También engloba todos los recursos que puedes utilizar para auto motivarte.
La pregunta del millón
¿Se puede estar motivado todo el tiempo? La respuesta es “Sí”. Depende de la actitud de altitud con que enfoques tu cotidianeidad, con los problemas y desafíos inherentes a la condición humana.
Es importante distinguir motivación de euforia: muchas personas piensan que son lo mismo. Lo cierto es que mantener a toda costa una actitud eufórica puede llevarte a graves perjuicios en los planos físico, mental y espiritual. Sin embargo, la motivación es inherente al ser humano.
Piensa, por ejemplo, en los niños en sus primeros años. Les encanta jugar y divertirse; sorprenderse, descubrir cosas nuevas, están abiertos y receptivos y asumen cada momento como una aventura. Eso mismo puede ser emulado, ya de adultos, si te entrenas lo suficiente.
El dominio de tus emociones y de tu mente son esenciales para lograrlo. Empieza de a poco reconociendo tus pensamientos limitantes. Reemplázalos por actitudes estimulantes, y en corto tiempo, podrás mantener un estado de motivación permanente y natural, sin euforia.
A esto le llamo entusiasmo consciente, y, definitivamente, te aseguro que es lo mejor que puedes lograr para vivir más plenamente la vida.
7 secretos revelados
Quiero revelarte mis 7 secretos para ser un motivador todo terreno. Debo confesar que me ha llevado mucho tiempo de entrenamiento y práctica continuada. Ya llevo más de 25 años de vivir en esta conciencia, desde donde es más fluido construir relaciones, negocios, abundancia, proyectos, y vivir dispuesto a la sincronicidad de la vida.
1.Energía alta todo el tiempo
Una de las principales características de los motivadores es mantener un desempeño enérgico sin ser dominantes. Son líderes fuertes, con la sensibilidad necesaria para adaptarse a las situaciones. dinámica en permanente movimiento, sin perder el foco. Es frecuente que practiquen alguna actividad deportiva a su ritmo, por ejemplo, caminar, jugar con amigos, bicicleta o dedicarse un tiempo en el gimnasio para descargar tensiones y equilibrar su potencia natural para liderar a otros, y pone en balance los planos de la vida. Por ejemplo, cuando dan la mano lo hacen con fuerza, haciendo sentir ese contacto con el otro; y conectan mucho más rápidamente con prácticamente todo tipo de personas.
2. Haz refuerzos positivos
Las personas necesitan ser reconocidas, y el motivador dedica un buen tiempo a destacar los aspectos positivos. Incluso cuando hace observaciones a los demás, no se enfoca en los aspectos que se hicieron mal, sino que inspira y desafía desde un lugar de sencillez con preguntas simples, como “¿Qué podríamos haber hecho mejor?”. Una característica esencial es la de acompasar el ritmo de las demás personas. No teme en destacar los logros, y no los asume como propios. Busca involucrar a las personas desde el mejor lugar posible, y lo hace en tiempo presente: no deja pasar las cosas para asumirlas por completo.
3. Mira directo a los ojos
Parte del éxito de la motivación está en el contacto visual, así como en todo el lenguaje corporal. La mirada aporta conexión instantánea. Sin importar que los demás desvíen la suya, el motivador hace foco en lo profundo del ser humano, y, desde allí, comienza a construir lo que se necesita en cada momento. No temer al contacto visual es lo que los distingue de la gran mayoría de las personas, que suelen ser huidizas en este aspecto. Sin intimidar, permite que el otro se acerque también con la mirada, y va venciendo vallas una a una. Es un gran derribador de barreras humanas.
4. Mentón levemente hacia arriba y sonríe de corazón
¿Has percibido que las personas con alta motivación se destacan y se imponen naturalmente? Incluso teniendo estatura muy baja, no pasan desapercibidas. Hay algo que emanan de su energía personal que las hace más luminosas. Revelando algunos secretos, las personas con habilidades de motivación utilizan algunos rasgos propios de la comunicación no verbal para afianzarlas. La postura del super héroe, con los brazos en jarra y el torso erguido; el mentón levemente orientado hacia arriba sin llegar a significar arrogancia, y una sonrisa genuina, son tres de las herramientas naturales. Apoya sus ideas con las manos. Sabe que el 55% de la comunicación humana es gestual; el 38% responde al tono de voz, y sólo el 7% son las palabras. Por eso aprovecha estas proporciones para ejercitar tu destreza en cada momento.
5. Inspira, ejemplifica… pero no digas cómo deben hacerlo
El motivador está enfocado en inspirar a otros y en superar los obstáculos. Parece invencible, aunque no lo es. Tiene sus momentos de retirada y reflexión, para cargar energía y volver al ruedo. Cuando necesita corregir errores, despierta la curiosidad en los demás, y les da la potencia suficiente para que puedan desplegar su propio potencial. Es usual que proporcione ejemplos sobre el caso en cuestión, aunque rara vez dirá cómo deben hacerlo. Así, logra empoderar a los demás para que busquen las mejores alternativas.
6. Deja libertad para que el otro procese la información
Este rasgo del motivador es sumamente importante, ya que no todas las personas pueden seguir su ritmo enérgico y determinado. Por eso, sabe contemplar las diferencias de personalidad y comportamientos. Sabe esperar. En un equipo de trabajo, aproximadamente un 35% de las personas aprenden rápido, y el otro 65% tiene otro tiempo de procesamiento. El líder motivador acompaña a ambos equipos, e incluso busca que se apoyen entre ellos. Pone límites y plazos, y evalúa los resultados. Si bien considera los imponderables, busca él mismo y en los demás que se enfoquen en lo que hay que hacer.
7. Estimula la participación activa
Sin importarle lo que opinen los demás, ha aprendido con la práctica que el aprendizaje se hace experimentando activamente. Propone dinámicas diferentes; establece rutinas de trabajo que salen de lo común, y abre espacios de feedback para que sus colaboradores le digan cómo puede mejorar. Por eso el motivador es seguido con atención y entusiasmo, dos cualidades esenciales para tener concreciones en cualquier aspecto. La atención va de la mano del foco; y el entusiasmo, es el combustible del bienestar y la felicidad.
Si asumes este reto, la magia se hará presente en tu vida; y no estoy hablando de un truco: es tangible, real, y te permitirá disfrutar mucho más de cada instante de la vida, sin dejar de atravesar momentos de desafíos. La diferencia es que lo harás desde otra perspectiva superadora y más optimista.