Por su definición, una fintech es una empresa que usa la tecnología para brindar servicios financieros de manera eficiente, ágil, cómoda y confiable.
Estas cuatro vertientes son, justamente, la forma con la que han logrado crearse un lugar y un nicho de mercado frente a los gigantes financieros tradicionales.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2017 sólo el 23.2% de las pymes tuvo acceso a financiamiento, mientras que las microempresas únicamente 7.6%, lo que representó una caída respecto a los datos de 2015, cuando el 67.6% de las pymes podían y las micro tenían el 10.6% de créditos a su favor.
De igual manera, el INEGI especifica en la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas, cuáles son los limitantes en el acceso al financiamiento que las compañías viven, siendo las respuestas más frecuentes: los altos intereses -con 53.5%-, que se piden muchos requisitos -con 23.9%-, demasiados trámites -con 4.6%-, entre otras.
Frente a dichos obstáculos, las empresas fintech se han convertido en una opción que las Pymes han empezado a considerar para acceder a créditos gracias a las ventajas notables respecto a los servicios financieros tradicionales.
Además que estas empresas ofrecen grandes oportunidades de desarrollo, tomando en cuenta su crecimiento ya que se estima que, para 2022 a través de las fintech se puedan realizar transacciones superiores a los 69 mil millones de pesos según, Fintech México y los beneficios que se puedan recibir de ellas serán mucho mayores.
Para Marcelo de Fuentes, CEO de Fundary, “aprovechar la innovación tecnológica e incluir en este rubro el alma financiera de una empresa, significa sacar adelante los objetivos económicos con los que se constituyó. La fidelidad a la creciente tecnología también puede servir como aliada para las compañías que vean difícil consolidarse por medio de un fondeo colectivo con intereses bajos que te hagan olvidar las tarifas agresivas de los bancos, y donde todos ganen por hacer crecer un negocio”.
Esta fintech, como muchas otras, cuenta con un formato de crowdfunding o fondeo colectivo que apoya a las pequeñas y medianas empresas a conseguir financiamiento para su operación, al mismo tiempo que mitigan los riesgos de liquidez. Otros beneficios que tiene al utilizar una plataforma fintech son:
- Mejor comunicación empresarial. El intercambio colaborativo de finanzas significa no sólo hacer crecer una empresa, sino muchas más si se invierte mediante el esquema de crowdfunding, lo que aporta a la comunicación entre inversores para aumentar los capitales en un futuro.
- Regulación y mayor seguridad. En el marco legal en la industria de la tecnología financiera, algunas de las ventajas que trajo la Ley Fintech a este ecosistema son tarifas e intereses más amigables y simplificación de operaciones cotidianas como las filas y los turnos. Con esto, las fintech, agregan valor a las empresas y a los emprendedores de manera ágil y eficiente.
- Flexibilidad. Los servicios financieros tradicionales y la rigidez en sus operaciones provocan dificultades en trámites como solicitudes de crédito, que son fundamentales para el crecimiento de una pyme; sin embargo, con la llegada de las fintech, estas gestiones se agilizan y permiten la construcción de flujos de trabajo innovadores y más rápidos.
- Democratización financiera. La irrupción del ecosistema fintech ha brindado una apertura sin precedentes en el sector financiero, volviéndolo más inclusivo y permitiendo que un mayor número de personas y negocios tengan acceso a una mayor cantidad de productos financieros a través de la red.