Con la participación de jóvenes provenientes de 32 países, el Mundial de Fútbol Callejero Brasil 2014 se disputará entre el 1 y el 12 de junio de 2014, en los espacios públicos más emblemáticos de San Pablo.
Todos los equipos que participarán de este torneo representan a distintos proyectos sociales de diferentes países, que tienen en común la utilización de la metodología de Fútbol Callejero para abordar problemáticas como la exclusión, la discriminación y la violencia
El Fútbol Callejero es una metodología ideada para crear y acompañar procesos de aprendizaje e inclusión social, recuperar los valores humanos, impulsar el desarrollo de liderazgos y generar procesos solidarios de transformación.
«Hasta hace un tiempo se reproducía esa especie de entendimiento hegemónico del fútbol, donde se fomentan los peores valores. El Fútbol Callejero viene a cuestionar esa visión, viene a plantear otros valores y a dar la discusión sobre los derechos humanos y su accesibilidad”, afirmó Rogério Sotilli, secretario municipal de Derechos Humanos de San Pabl
La ONG argentina Fundación Fútbol para el Desarrollo – FuDe, integrante del Movimiento de Fútbol Callejero, es uno de los organizadores del evento, en conjunto con la organización brasileña Ação Educativ
Fabián Ferraro, creador de la metodología de Fútbol Callejero y fundador de FuDe, resaltó el carácter colectivo y transformador que tiene esta iniciativa: “Este va a ser el verdadero ‘Mundial del Pueblo’, donde la sociedad brasileña podrá estar cerca de sus auténticos ídolos de carne y hueso, que son los jóvenes de sus barrios”, expresó. “El fútbol fue creado por el pueblo, y por eso debe ser una herramienta popular y accesible para todos”, agregó.
El Fútbol Callejero tiene algunas reglas que lo diferencias del fútbol convencional: en los equipos no hay distinción de sexos (juegan hombres y mujeres juntos), no participan árbitros y los partidos se dividen en tres tiempos: en el primero, los equipos establecen las reglas, en el segundo se juega el partido y en el tercero todos los jugadores dialogan sobre cómo fue el juego y si se respetaron las reglas que se habían acordado mutuamente. Se ganan puntos tanto por goles como por respeto de esas reglas, por lo que no necesariamente ganará el partido el equipo que más goles haya marcado.