El Ministerio del Interior quiere llevar a cabo una serie de cambios en los visados para inversores con el objetivo de animar a un mayor número de ricos a vivir e invertir en el Reino Unido.
Los planes puestos en marcha por el Ejecutivo de David Cameron pasar por reducir el tiempo de espera para que los inmigrantes ricos obtengan el visado. En concreto, desde el próximo mes de abril, esta particular categoría de extranjeros sólo tendrá que residir seis meses en el país, frente a los nueve meses exigidos hasta ahora, para solicitar el visado de residencia. También se acortan los plazos para obtener la residencia permanente.
Los inversores que traigan 10 millones de libras (11,8 millones de euros) al país podrán obtener permiso de residencia permanente al cabo de sólo dos años; los que inviertan al menos 5,9 millones de euros tres años y los que traigan 1,18 millones, cinco años.
La postura adoptada por el Gobierno conservador con la inmigración rica contrasta con las restricciones impuestas al número de estudiantes extranjeros a los que se permite trabajar en Reino Unido. Cameron ha reducido además en un quinto el número de trabajadores especializados que pueden importar las empresas británicas y rebajado de 14.000, hace un año, a sólo 1.000 el de trabajadores altamente calificados a los que se deja entrar sin que medie una oferta de trabajo.