En 2016, al padre de Tomás le detectaron una enfermedad terminal. Él había fundado esta empresa con su madre Norma, en 1996, aunque la familia trabaja en el rubro de la salud hacía 85 años. Con apenas 19 años, mientras estudiaba derecho, Tomás se sentó al lado de su padre y comenzó a aprender en forma constante y precisa todo lo relacionado con la compañía familiar.
En agosto de 2019, falleció Pablo Piqueras y cuando la familia se estaba ordenando, en el centro del duelo, llegó al mundo entero el Covid 19. El inesperado escenario los puso en alerta, ya que esta situación de emergencia requirió de muchísimos de los insumos y equipos que vende la empresa a distintos puntos de todo el país.
“Hace 27 años, mi padre y mi abuela, fundaron esta empresa que trabaja en el rubro de la salud vendiendo tecnología médica. A fines de 2016, mientras estaba cursando la facultad, a mi viejo le diagnosticaron un cáncer terminal. En ese momento tomé una decisión clara: tenía que dejar mi trabajo en un estudio jurídico y ponerme a trabajar en la empresa familiar”, cuenta Piqueras, quien sabía que en algún momento trabajaría con su padre, pero nunca pensó en este desenlace.
Mientras su papá todavía vivía, estudió Dirección de PyMEs y en 2020, fue convocado para hacer un programa en la Universidad de Harvard, donde se reunieron 50 personas innovadoras en el cuidado de la salud. En el 2022, terminó un posgrado en Finanzas de la UCEMA.
El Centro de Servicios Hospitalarios vende tecnología médica y brinda servicios de asesoría para hospitales y sanatorios. Fue Pablo Piqueras el que comenzó muy joven a importar productos chinos de alta calidad, lo que posicionó a la empresa en el mercado de la salud.
Hace casi un año, comenzaron un proyecto propio de desarrollo de un software para el prediagnóstico de patologías. “La idea es que se podrá diagnosticar a partir de cualquier imagen clínica. Desde un ecógrafo hasta una resonancia magnética. El software trabaja con inteligencia artificial y en tiempo real permitirá emitir un prediagnóstico de muchísima ayuda para los médicos. Si esta herramienta hubiera funcionado en la pandemia, posiblemente un montón de casos podrían haberse diagnosticado súper rápido a partir de una radiografía. En un momento donde el sistema de salud estaba saturado, hubiera sido una herramienta fantástica para derivar tratamientos y diagnósticos”, explica Piqueras.
El trabajo de Centro de Servicios Hospitalarios durante la pandemia
Para Piqueras es muy importante destacar siempre que los “verdaderos héroes de esa etapa fueron los trabajadores de la salud, que pusieron el cuerpo y todos sus conocimientos para resolver la situación”. Pero la realidad es que la empresa proporcionó, trabajando a contrarreloj, respiradores, monitores multiparamétricos, bombas de intrusión, camas de terapia, desfibriladores, productos de primera necesidad para atender la pandemia.
“Sobre todo, el primer año, donde había mucho desconocimiento y un gran estrés, la dinámica fue muy desafiante. De un lado teníamos a los clientes, desesperados porque sentían que los pacientes literalmente se les morían en los pasillos, necesitando equipamiento y pidiendo por favor asistencia. Del otro, estaban los proveedores, experimentando la misma situación que nosotros, pero con relación a todo el mundo. Fue una dinámica súper desafiante donde nosotros estábamos peleando para entregar en tiempo y forma, por ejemplo, 200 respiradores”, explica el joven CEO.
La logística internacional fue un desafío, el mundo estuvo verdaderamente parado. Tomás, tan joven como era, se dio cuenta que era necesario asumir el compromiso de colaborar para resolver una situación súper crítica no solamente para el país.
La empresa actualmente tiene 35 empleados, pero también tiene profesionales trabajando en otras ciudades del país para cubrir las necesidades en todo el territorio nacional. Necesitan realmente brindar servicios post venta de cada uno de los equipos. Tanto en las neos, por ejemplo casi toda la neo del Garrahan la armaron ellos, como en los respiradores o los equipos para terapia intensiva. Toda tecnología muy crítica.
“Cuando los respiradores estaban funcionando 24/7 durante meses y no podían bajo ningún concepto detenerse era imprescindible tener esos servicios. También fue parte del desafío estar en cada una de las provincias que tenía equipos nuestros”, dice Piqueras. En una época de éxodo de jóvenes del país, Tomás se hizo cargo de una pyme argentina. Teniendo títulos en Harvard ni siquiera piensa en irse del país. “Es una batalla medio ideológica que tengo hasta con parte de gente de mi círculo. Lamentablemente, veo un montón de jóvenes expectantes de emigrar. En muchos casos, puedo entender los argumentos o la justificación que tienen, pero yo quiero realmente a mi país”, finaliza.