El emprendedorismo requiere un tipo especial de coraje –debes enfrentar un montón de incertidumbre para lanzar y mantener tu negocio. La habilidad de reconocer tus miedos, conocer las causas y después tomar decisiones sobre cómo proceder puede significar la diferencia entre éxito y fracaso para una nueva empresa.
Pero todos sabemos que el miedo puede ser bastante paralizante, especialmente cuando se trata de fobias. Aprender a superar las propias fobias también puede ser útil en el mundo de los negocios, ayudándote a aprender la diferencia entre el miedo nada razonable y la alarma razonable. ¡Así que afrontemos juntos nuestros miedos!
Todos tienen sus demonios personales, pero los expertos concuerdan que las dos fobias más comunes son el miedo a volar y a hablar en público. En el primero tengo mucha suerte: Volar nunca me ha molestado, pero por el otro lado, varios de mis viajes en globos aerostáticos han terminado en terribles aterrizajes, así que de cierta manera puedo relacionarme con ello.
En los primeros días de Virgin Atlantic, muchas personas comentaban sobre nuestra aerolínea con una frase introductoria como, “Para alguien que le teme a volar, debo confesar que disfruté el viaje”.
Un pasajero me dijo que los videos puestos en cada asiento le ayudaron a desviar su mente del hecho de que estaba “sentado en un tubo metálico, volando por el cielo a 500 millas por hora”. Pronto descubrimos que había varias cosas que podíamos hacer para ayudar a reducir los temores de las personas.
Algunos pasajeros se hicieron mejores viajeros después de que los dejamos sentar con la tripulación durante el despegue y el aterrizaje. Sus miedos se desvanecieron conforma vieron que los pilotos seguían todas las medidas de seguridad con su actitud calmada, parecida a la de un hombre de negocios. Además, poder ver hacia el frente del avión puede tranquilizar a muchos. Después del 9/11, los pasajeros ya no podían hacer eso, así que buscamos nuevas soluciones.
Descubrimos que los programas simulados de vuelo, junto con las lecciones sobre cómo vuelan los aviones y el récord en seguridad de la aviación moderna, funcionaban muy bien. Los cursos de Virgin Atlantic “Flying Without Fear” (Viajando sin miedo) tuvieron un éxito del 98 por ciento. Whoopi Goldberg fue una de las celebridades de entre los más de 2,000 pasajeros que temen volar que ayudamos cada año. ¡Y si Whoopi puede hacerlo, tú también!
Entonces, existen muchos miedos que pueden superarse con la práctica. Para mí esto sucedió con hablar en público. Esto solía aterrorizarme, pero tenía que mejorar. Primero me di cuenta de que tenía que superar mis miedos cuando el fallecido Sir Freddie Laker me asesoró para hacerme la cara pública de nuestra nueva aerolínea. Me acuerdo de pensar, “Eso es fácil para ti decirlo”, porque en el fondo estaba aterrorizado.
Probablemente el mejor consejo que recibí sobre aparecer en la televisión y hablar en público fue: “Sólo intenta imaginarte que estás en tu sala platicando con alguien”. Esta estrategia me ayudó mucho, aunque sé que debo una disculpa a aquellos que atestiguaron mis primeros esfuerzos.
Cuando me es posible intento hacer sesiones menos estructuradas de preguntas y respuestas en lugar de los tradicionales discursos de 25 minutos. No sólo me da menos nervios, sino que he descubierto que las audiencias pueden obtener más de esas sesiones en las que pueden hacer preguntas en lugar de permanecer sentados y pensar “Ojalá hubiera hablado de XYZ”.
Ayudar a los demás a superar sus miedos puede ser muy satisfactorio, sobre todo cuando se encuentran soluciones en unidad. Siempre me he sentido cómodo en el agua, y me encanta ayudar a mis amigos, invitados y empleados en Necker Island a confrontar y conquistar su fobia, la cual muchas veces avergüenza a los adultos: el miedo al agua y a nadar.
El hijo de cinco años de un amigo una vez nombró a nuestras lecciones en la piscina como “Las clases de ahogamiento del tío Richard”, pero nunca he perdido a un estudiante. Hace unas semanas enseñé a tres adultos a nadar. Primero ayudas a los estudiantes a superar sus miedos haciendo que sumerjan su boca y nariz en el agua. Una vez que pasan ese obstáculo, lo siguiente es hacer que aguanten la respiración bajo el agua por pocos segundos. Cuando tus estudiantes sacan burbujas con alegría, están en su camino a conseguirlo.
El alumno más ilustre de mi escuela de natación fue Desmond Tutu. Inicialmente, el arzobispo era menos que un estudiante con voluntad, pero fue muy divertido enseñarle a nadar. He aprendido de alumnos como él que superar los miedos es un tema de práctica, de estar dispuesto a probar nuevas cosas y de aceptar la incertidumbre –ya sea en un podio o en una piscina.
Franklin D. Roosevelt tenía razón sobre cómo afrontar nuestras fobias diciendo, “Lo único a lo que debes temer es al mismo miedo”. Esconderse del miedo sólo lo fortalece. Así que enlista a aliados, en caso de ser necesario, que te ayuden a enfrentar tus miedos con un grito de guerra de “¡Hagámoslo!”. Te sorprenderá cuánto puedes conseguir, tanto en tu negocio o trabajo como en la diversión y crecimiento personal.
Richard Branson