Ver a los gigantes de Silicon Valley competir para tener la mejor oficina de la zona me estresa por dos motivos:
– Sé que nunca voy a tener cuarteles tan increíbles.
– No lo entiendo.
No, de verdad. Déjame explicarte. Estas megacompañías siempre están compitiendo para dar los mejores beneficios para sus empleados: desde chef profesionales en el comedor, hasta habitaciones para siestas. No es un secreto que estas empresas más o menos quieren que sus colaboradores “vivan” en el trabajo. Facebook, por ejemplo, les paga US$10,000 a sus empleados para mudarse más cerca de Menlo Park.
Pero aquí viene mi pregunta tonta: ¿Por qué no ahorrarse miles de pesos y simplemente dejar que los empleados trabajen desde casa? Ese cambio no cuesta nada (al contrario de los nuevos cuarteles de Apple que valen cinco mil millones de dólares).
Por qué todos deberíamos trabajar desde casa
He trabajado desde mi casa desde hace tres años y honestamente, no podría ser más feliz. Honestamente, no quiero volver a trabajar en una oficina en mi vida. Sí, soy un emprendedor joven, pero mi tío ha operado para Oracle desde hace 20 años. Y ¿qué creen? Siempre es un empleado destacado.
Reducir los tiempos de transporte a la oficina puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida. Aquí hay algunas razones por las que debes considerar hacer home office más seguido:
1. Serás más productivo
Las encuestas de satisfacción de empleados muestran que los trabajadores remotos no solo son más felices, también son más productivos que sus contrapartes en la oficina.
La publicación Harvard Business Review recientemente habló de Ctrip, un website de viaje chino. La compañía hizo que la mitad de sus empleados trabajaran de manera remota por 9 meses. La conclusión fue que los trabajadores desde el hogar no solo eran más plenos, eran menos propensos a renunciar.
¿Qué tan productivos eran? De acuerdo con Ctrip, los trabajadores remotos completaban 13.5% más llamadas de ventas que sus compañeros en la oficina. Es decir, como si hubieran laborado una hora extra cada semana.
2. Puedes tomar más descansos
Por un lado, trabajar fuera de la oficina significa que no serás interrumpido por managers hipervigilantes. Puedes descansar cuanto quieras siempre y cuando cumplas con tus metas.
Estudios han demostrado que descansar periódicamente durante el día mejora la productividad y creatividad. No tomarte al menos cinco minutos te lleva a padecer estrés y fatiga.
Idealmente, debemos tomar descansos cada 50 a 90 minutos, por espacios de 15 a 20 minutos a la vez. Seguramente jamás has hecho algo así.
3. Puedes despertar más tarde
“Al que madruga, Dios la ayuda”.
¿Alguna vez has cuestionado este dicho? A todos nos encantaría poder levantarnos más tarde porque no necesariamente funcionamos mejor en las mañanas que en las noches. Las personas llamadas “búhos nocturnos”:
– Funcionan igual de bien en las mañanas porque se adaptan a los horarios, pero trabajan mejor en la tarde.
– Suelen estar más alertas en las noches.
– Son más creativos y se comprometen a resolver problemas complejos.
– Son más inteligentes.
No digo que no haya ventajas en arrancar el día más temprano, pero hay personas que funcionan mejor en las tardes.
4. No tienes que ir a la oficina
No necesitas un estudio que te diga que no perder tiempo en el tránsito diario es algo bueno. Pero, ¿alguna vez te has puesto a pensar cuánto te cuesta moverte hacia y desde la oficina? Aquí van unas cifras descorazonadoras:
– Gastamos cerca de $30,000 al año en transporte.
– Si tu viaje a la oficina te toma 45 minutos diarios, pasas 16 días al año en el transporte. ¿Si te tardas 90 minutos? Pasas un mes yendo de camino al trabajo.
Pasar tanto tiempo en el tráfico es horrible para la salud. Claro, puedes hacer cosas durante estos trayectos (como escuchar un podcast o leer un libro), pero la triste verdad es que para cuando te retires, habrás pasado un año entero de tu vida en el tráfico.
5. Trabajar de manera remota tiene más sentido
Muchos empleadores temen que si dejan a sus equipos trabajar fuera de la oficina, no podrán controlar la operación de sus compañías. Pero eso no tiene porqué pasar. Muchas startups exitosas operan así al 100% y valen millones (como Airbnb).