Los business angels -ángeles inversores-, también conocidos como ángeles de negocios, por lo general, invierten entre 25.000 y 500.000 dólares en nuevas startups, a menudo con la intención de llevarlas al escenario en el que puedan atraer fondos de capital de riesgo
Las recompensas para los mejores ángeles inversores pueden ser importantes, pero también las operaciones pueden ser arriesgadas. ¿Cómo pueden entonces los maximizar sus posibilidades de éxito y evitar la sensación de que están tirando su dinero por el desagüe?
Forbes destaca el libro: Buenas Prácticas de ángeles inversores: tácticas y estrategias de los ganadores de Heinrich Liechtenstein e Istvan M. Fulop para analizar el fenómeno de business angel. De acuerdo con los autores existen cuatro categorías de ángeles:
El Jugador. Son los «emprendedores en serie» que ya han comenzado y han vendido una o más de sus propias empresas. Son inversores oportunistas que pasan menos tiempo en empresas de cartera que otros ángeles.
El Inversor Silencioso. Son tan oportunistas como jugadores, juegan un papel menos activo en las empresas en las que invierten y tienden a sentarse a esperar beneficios.
El Inversor Práctico. Como su nombre indica, estos inversores juegan un papel activo y hay veces en que existe riesgo de fricción entre ellos y el empresario si participan de modo significativo.
El Ángel Profesional. Se trata de empresarios en serie e inversores que tienden a apoyar a las empresas de cartera mediante el aprovechamiento de sus redes para maximizar el valor de la empresa.
Siete pasos para el éxito
Cada una de estas cuatro variedades de ángeles inversores puede tener éxito, siempre y cuando sigan las siete fundamentos de las primeras etapas de la inversión:
1. Origen. Los ángeles ganadores tienen una idea muy clara de lo que les interesa y tienen bien definidos los criterios de inversión, lo que les ayuda a filtrar las ofertas en las que no quieren involucrarse.
2. Evaluación. Incluye evaluar si existe un mercado para los servicios o productos, la ventaja competitiva, si el tiempo y la escala son correctos, la estrategia de salida y, sobre todo, si el empresario y el equipo inspiran confianza.
3. Valoración. Algunos tienen como regla general el techo de los 3 millones de dólares; otros dan 1 millón cada uno por una idea de sonido, un prototipo, un tablero de calidad y venta existente y luego hasta 2 millones más por un buen equipo. Pero no son reglas fijas.
4. Estructuración. Aunque algunos argumentan que si uno se centra en tener una relación positiva con el equipo fundador, la estructura pierde su importancia, siguen quedando cuestiones como la relación jurídica (inversor privado o socio), la elección del instrumento de inversión y la estructura corporativa de la empresa y la forma en que esto afecta a su flexibilidad.
5. Negociación. Al igual que con la estructura, no todos los ángeles están de acuerdo con el quinto fundamento, la negociación. Muchos no negocian, o se lo dejan a otra persona, mientras que otros sí negocian, principalmente el precio, la estructura y la cantidad de capital invertido.
6. Apoyo. Trabajar con los gestores es el principal apoyo realizado por los ángeles. Las seis funciones de apoyo son:
– Silencio: inversión financiera sin participación.
– Fuerza de Reserva: listo para ayudar si se le llama.
– Equipo Líder: muy activo.
– Plomo: el inversor más activo.
– Entrenador: Inversor que actúa como un mentor para el empresario.
– Inversor Controlador: toma el control de la operación.
7. Cosecha. Es la puntuación financiera mediante la cual se medirá el éxito. Hay salidas negativas, por supuesto, como por ejemplo cuando una empresa se queda sin fondos (conocido como Capítulo 11 de bancarrota en Estados Unidos) o cuando se liquida, en cuyo caso el inversor puede obtener poco o nada a cambio. Las cosechas positivas son:
– Venta estratégica: la forma más común de salida, en la que la empresa se vende a un jugador de la industria.
– Venta financiera: la empresa se vende a compradores financieros, que compran para sus flujos futuros de efectivo.
– IPO empresa vende un porcentaje de las acciones, que se figuran en la bolsa de valores pública, creando un mercado para acciones de inversores.
– Ventas parciales: la participación del inversor se vende para su gestión.
– Cosecha en camino: la compañía distribuye regularmente dinero en efectivo a los inversores.
Los mejores ángeles inversores entienden que el grado en que pueden seguir estos siete pasos fundamentales tiene un impacto directo sobre su rendimiento. Han aprendido a centrarse en el empresario, sabiendo que cuando se trata de éxito, son las personas las que cuentan realmente. Planean su salida desde el primer día y se aseguran de que el empresario también tenga éxito, concluye Forbes.
El artículo del NYT Tips for the Aspiring Angel Investor muestra el escepticismo de varios expertos ante la moda de los ángeles inversores. Y avisa que no todo el mundo está capacitado. “Personas inteligentes lo hacen porque no saben que no saben”, comenta Daniel L. Gottfried en el artículo, socio del despacho Hinckley Allen. “Cuando doctores y abogados invierten, lo hacen con la esperanza de ganar montones y montones de dinero. Y es una ruleta». Pero a pesar de la ruleta, hay cosas que pueden hacer para poner las cosas a su favor. McCagg, empresario con cuatro empresas, aconseja esperar a tener el dinero suficiente antes de ser ángel inversor.
“Debe construir una cartera diversificada de acciones y bonos y ganar dinero, y tarde o temprano alguien vendrá con una oportunidad de negocio en una industria que conoce”. El hecho de que algunos empresarios le pidan invertir en su empresa no significa que usted deba hacerlo. La adulación, después de todo, nubla el juicio.Y recalca: “Quien gestiona la empresa es tan importante, si no más importante, que la idea en sí».