Supongo que todos conocen, o al menos han oído hablar de esta serie. Cuenta la historia de Walter White, un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia comienza a “cocinar” y vender metanfetamina junto con Jesse Pinkman, un antiguo alumno suyo.
A pesar de que no es el mejor producto para comercializar (podría decir, que incluso es uno de los peores), hay muchas lecciones que nos podemos aplicar:
Cambia las amenazas por oportunidades
Si Walter White no hubiera padecido cáncer, jamás se habría convertido en un emprendedor. Vio que no tenía nada que perder, y eso le dio las fuerzas para cambiar la situación y colocarse al mando de su vida.
Descubre tus cualidades
La ventaja de White era ser un genio de la química y un perfeccionista compulsivo. Esto lo hace el perfil perfecto para fabricar metaanfetamina. Todos tenemos algo que nos diferencia de los demás, que quizás no sea tan significativo como en Breaking Bad, pero indudablemente será lo que nos puede ayudar a crecer.
Diferénciate de la competencia
Los controles de calidad son cruciales para que el producto sea siempre el mejor en base a unos estándares que aseguren un resultado óptimo. Aunque en este caso el producto sea la anfetamina, hay que ofrecer algo mejor que la competencia. Así es cómo se construye una marca.
En este caso, la obsesión de White, que en su día fue profesor de química, es la de obtener la droga más pura posible. Todo ello hasta el punto de que para mantener siempre los estándares de calidad en los más alto y no defraudar ni a un solo cliente prefiere tirar un lote entero que venderlo con unos niveles de calidad inferiores a la media.
Rodéate de expertos
Tú no tienes por qué conocer a la perfección todos los campos, pero busca a los mejores para que puedan ayudarte en lo que tú no eres experto. En este caso, para la distribución, White subcontrata a las bandas locales de traficantes, lo que le permite delegar una de las partes más importantes del negocio en los que más saben y más experiencia tienen.
Aprende de los errores de tus enemigos
No queda ninguna duda de que una de las claves de cualquier iniciativa, personal o profesional, es saber aprender de los propios errores. Pero para ir un paso más allá hay que saber aprender de los errores de la competencia. Uno de los clavos que propició el ocaso de Walter fue el no aprender de los errores de sus enemigos y socios. Querer dejarlo todo cerrado, querer dejarlo todo atado y bien atado propició que los nuevos actores que entran en el juego acabaran con su imperio y quién sabe si con él.
Separa la vida laboral y familiar
Los problemas del negocio deben intentar dejarse en el negocio, aún cuando uno es el propietario del negocio. Si no se establece una diferenciación clara entre la vida laboral, la social y la familiar el fracaso puede llamar a la puerta. En el caso de White sus relaciones personales empeoran proporcionalmente al éxito de su negocio. La inteligencia emocional es clave para evitar el deterioro de las relaciones familiares que, al fin y al cabo, son un pilar imprescindible para el bienestar y el desarrollo personal.
fuente: Euribor