Ser emprendedor ya es tendencia en los tiempos corrientes por diferentes motivos: búsqueda de independencia laboral, desarrollo de objetivos profesionales, políticos, económicos, culturales, sociales, etc.
Es por ello que son cada vez más los portales, asociaciones, cursos y grupos de emprendedores donde generan distintos debates, charlas y espacios de networking.
Hoy en día, de forma más habitual a lo que muchos creen, los emprendedores se concentren en “qué”, “cómo” y “para quien” producir o desarrollar el producto antes de pensar en las utilidades. Se sienten más cómodos en tareas comerciales o de producción que en tareas financieras. Por ello, es importante insistir en la importancia de esta área, que es clave para cualquier negocio.
El área financiera de una empresa se encarga de analizar y registrar lo que ocurre con el fin de conocer los recursos necesarios para optimizar los costos y proveer de liquidez para hacer frente a los pagos. También se encarga de la planificación y coordinación de presupuestos futuros fijando objetivos de ventas y estrategias de pago, buscando la mayor rentabilidad para el negocio.
Para que un emprendimiento perdure en el tiempo y crezca, es necesario llevar un correcto registro, planificación y análisis de sus operaciones. Esto le permitirá cobrar en tiempo y forma, sin retrasarse en los pagos a proveedores, fisco y empleados, obtener financiación (por ejemplo: Capital Semilla, Fondo de Capital de Riesgo, Créditos Bancarios, Negociación de Cheques pago diferido, Factoring y otros) y tendrán la posibilidad de conocer y evaluar su rentabilidad. Contará con una base para la toma de decisiones que le permitirá fijar precios de venta, ya que serán conscientes de todos los costos que en los que incurren para desarrollar el producto o servicio. Así también, podrán planificar y poner objetivos futuros para el desarrollo y crecimiento de su negocio.
Es indispensable fijar controles, esto permitirá conocer la situación económica y saber a qué gastos se puede hacer frente, qué inversiones son las adecuadas, cuánta financiación necesita, cuánto debemos, cuánto nos deben, cómo prevenir desviaciones y anticiparnos a situaciones desfavorables.
Llevar el control sobre los ingresos, los costos, los recursos que necesitamos y los recursos con los que contamos, nos llevara a aumentar los beneficios y nos ahorrará muchos disgustos innecesarios. A pesar de ello, una correcta planificación financiera no garantizará el éxito de un negocio, pero la falta de un sistema de información contribuirá sin duda a su fracaso.
Nicolás López, Gerente de Finanzas — Barrero & Larroudé