Un paso a paso único para los que quieren iniciarse en el ecosistema emprendedor.
Participar de una aceleradora puede ayudar a que tu emprendimiento crezca de manera inimaginable. Acceso a mentores, espacio físico, contacto con otros emprendedores en tu misma situación, encuentros de networking, la posibilidad de ser descubierto por inversores, éstos son sólo algunos de los beneficios que ofrecen las aceleradoras a los emprendedores que pasan por sus programas. ¡Ah! ¡Y por supuesto la tan necesaria inyección de capital para ayudarte a continuar trabajando en tu proyecto!
En los últimos años, las aceleradoras se han convertido en el lugar predilecto de los emprendedores para conseguir el capital y la experiencia que les permita avanzar con su idea, y hacerse con los contactos que necesitan para hacer de su proyecto un emprendimiento exitoso. Si bien ingresar en una aceleradora no es el Santo Grial, y definitivamente no garantiza el éxito de tu emprendimiento, es un gran paso para alcanzarlo, y es por eso que cada vez que se abren inscripciones para dichas aceleradoras, éstas reciben cientos de aplicaciones. ¡Todos quieren ser parte de ese ecosistema y tener acceso al dinero y mentores!
La mayoría de las aceleradoras aceptan entre 10 y 15 proyectos por edición – la cual puede ser anual o semestral, dependiendo de la aceleradora en cuestión -, por lo tanto cada vez la competencia por ingresar es más feroz y es por eso que tienes que estar bien preparado para presentar tu emprendimiento y que éste logre despertar la atención de la gente que analiza los proyectos.
Por esa razón he preparado esta guía con 14 consejos (de los cuales aquí va una primera parte de 7), la cual espero sea de ayuda para entender qué tienes que tener en cuenta si vas a aplicar para intentar hacerte con uno de esos lugares en la incubadora que elijas:
1. Haz tus deberes, investiga
Antes de aplicar a cualquier aceleradora, es muy importante que hagas tus deberes. Eso significa investigar todo lo que puedas sobre las mismas en general y sobre las que te interese aplicar. Aquí hay algunos puntos por los cuales puedes empezar:
¿Qué tipo de proyectos buscan?
No todas las aceleradoras buscan cualquier tipo de proyectos. Revisa qué requisitos mencionan en sus formularios de aplicación.
¿Qué proyectos aceleraron anteriormente?
Revisa qué proyectos han acelerado anteriormente y su grado de éxito luego de haberse recibido – es decir una vez terminado el período de aceleración -. En general, ¿les ha ido bien? O en su mayoría, los proyectos acelerados, ¿nunca llegaron a nada? Que la mayor parte de los proyectos acelerados hayan sido exitosos no te asegura nada a ti, pero definitivamente te servirá para medir el nivel de seriedad y compromiso de la aceleradora donde apliques.
¿Qué tienen para decir los ex-alumnos?
Intenta conversar con gente que ya haya participado de alguna de las ediciones pasadas y pídeles su opinion más honesta acerca de su experiencia en la aceleradora. Seguramente tengan alguna cosita mala para decir y por supuesto buenas.
¿Qué nivel compromiso tiene el equipo que te va a asistir?
Es muy importante saber acerca de los mentores que te van a estar ayudando durante tu estadía en la aceleradora. Es muy útil saber quiénes manejan el programa a diario, qué tipo de experiencia real pueden brindarte, qué tiempo esperan que le dediques tu y qué tiempos te van a dedicar ellos, ya que justamente el acceso a mentores es uno – y quizás el más importante – de los beneficios de ser acelerado.
2. Ten en cuenta el tiempo de los demás
Las aceleradoras más populares reciben cientos de aplicaciones por edición, por lo tanto, en primera instancia no tienen tiempo de revisar todas y cada una de ellas en profundidad. Es muy importante que tu aplicación sea corta y eficaz, que rápidamente explique lo más importante de tu proyecto y por qué tu equipo es el indicado para ejecutarlo. Ten en cuenta que durante el primer filtro, la persona que revisa los proyectos enviados no va a tener tiempo de hacer una investigación muy profunda y solo le va a dedicar unos minutos a ver cada proyecto.
3. Tienes que estar dispuesto a dedicarte full-time al proyecto
Un requisito fundamental de casi todas las aceleradoras es que la mayor parte del equipo – y definitivamente todos los socios – se instale en el espacio físico que ésta ofrece y que el equipo esté dedicado 100% al proyecto que presenten. Si no estás dispuesto a dedicarle los próximos tres meses de tu vida a tu emprendimiento y a aprovechar el espacio que has conseguido, ¡ni siquiera apliques!
Es muy importante pasar el mayor tiempo posible dentro de la aceleradora, es la única forma que tienes de aprovechar la red de mentores y los contactos que se generan naturalmente dentro del programa.
4. No te inscribas sólo por el dinero
Es más, ¡ni cuentes con ese dinero! Si bien la mayoría de los programas ofrecen como parte de su paquete de beneficios algo de capital, el cual por lo general ronda los US$25,000 – US$50,000, es mala idea contar con ese dinero y depender de éste para tus planes. ¿Sabías que ese dinero, por lo general, se entrega en etapas y basado en metas y objetivos?
Por otro lado, si bien el dinero ayuda, aquí lo mas importante son los contactos que puedas generar en el tiempo que pases dentro del programa, lo que puedas aprender y el hecho de pasar y sobrevivir esta experiencia junto con tu equipo. No hay dinero que pueda comprar este tipo de conexiones o darte la experiencia que vas a adquirir en tu paso por uno de estos programas. ¡Aprovecha la oportunidad
5. Con sólo la idea no alcanza, necesitas algo para mostrar
La mayoría de las aceleradoras solamente toman proyectos que estén avanzados, es decir que puedan demostrar principalmente un producto ya en funcionamiento. Para presentarte a una aceleradora, por lo general, debes tener un prototipo o beta.
A algunas aceleradoras no les alcanza con ver un prototipo, sino que requieren que tu producto ya tenga tracción, es decir, que ya tenga clientes o usuarios utilizando activamente tu plataforma.
Hay muchas cosas más que una aceleradora espera ver de tu proyecto antes de aceptarte, y cada una tiene sus propios requisitos específicos también; pero siempre, como mínimo, es necesario es que tengas un producto para mostrar.
Presentarte ante una aceleradora, solamente con la idea, por más pensada y re-pensada que esté y por mas análisis de mercado que hayas hecho, seguramente no te sirva de nada si no lo puedes respaldar con algo que se pueda ver y tocar.
6. Tienes que tener un equipo y una buena relación con ellos
Es muy común escuchar que “el equipo vale más que la idea en sí”. También es muy común escuchar que “es mejor tener un buen equipo con una mala idea, que una buena idea con un mal equipo”.
Ante un problema que requiera hacer cambios sustanciales al proyecto, un error o un fracaso rotundo un buen equipo rápidamente puede reorganizarse y encontrar la forma de modificar su idea o descartarla por completo y comenzar de nuevo. Por el contrario, un equipo que tenga algún tipo de problema interno, frente a una situación complicada sucumbe ante los conflictos y se destruye.
Es por eso que cualquier inversor busca principalmente un equipo sólido, y por supuesto una buena idea que los motive a seguir trabajando. Pero, a fin de cuentas, si durante tu paso por el programa te encuentras con que debes cambiar sustancialmente el producto, o inclusive descartarlo, mientras el equipo se mantenga unido no tiene por qué ser un problema. ¡Es más, es parte del desarrollo normal de un emprendimiento!
7. Tu equipo debe complementarse
No sólo tienes que tener un equipo unido y con experiencia trabajando en conjunto, sino que también lo ideal es que el equipo se complemente. Esto significa que, por lo general, tienes mas chances de ser tomado en cuenta cuando cada uno de los socios tiene habilidades y roles distintos y éstos complementan a los del resto.
Por ejemplo, un equipo donde los tres socios tienen un perfil de ventas, es muy difícil que sea tomado en cuenta debido a su imposibilidad de poder desarrollar un producto sin recurrir a terceros. De la misma forma, un equipo formado en su totalidad por ingenieros, los tres dedicados puramente al desarrollo de la solución, tampoco es lo más conveniente ya que no les resultará fácil salir a vender el producto una vez terminado.