Las siguientes dos preguntas me recordaron cómo establecí algunas de mis primeras empresas, y cómo empezaría de nuevo si tuviera la oportunidad.
Si tuviera actualmente 24 años de edad y le dieran un presupuesto de 3.000 dólares para iniciar un negocio, ¿qué elegiría? ¿Qué pasaría si el presupuesto fuera de 25.000 dólares? Alex Bodislav, Bucarest, Rumania
Esa es una pregunta fácil. Definitivamente sería algún tipo de negocio basado en la web, y no estoy seguro si marcaría una diferencia si tuviera 3.000 ó 25.000 dólares para empezar.
Inicié mi carrera a fines de los años 60 con mi primera empresa, la revista Student. Comencé vendiendo un ejemplar a la vez, y pronto pasé a vender discos desde una cabina telefónica. Las industrias editorial y musical están en problemas hoy en día debido a los cambios producidos por la Internet; pero donde hay agitación, hay oportunidad.
Miren la forma en que Apple revolucionó la industria de la música con iTunes, su tienda de música en línea, y el iPod, su reproductor de música digital. Es tal el genio de los diseños de Apple y su dominio del consumidor, que la compañía ha tomado por sorpresa al mercado de la telefonía móvil con sus «obligados» iPhones. Luego abordó el mundo editorial con el iPad.
Está creciendo toda una industria en torno a las aplicaciones de diseño «juegos, revistas y motores de reservaciones» para estos aparatos de Apple.
Los diseñadores y editores de aplicaciones exitosos ya están ganando una fortuna, como hicieron los magnates de la industria editorial y musical en los años 60 y 70.
Siempre me han fascinado todos los formatos de contenido: música, libros, televisión y cine. Virgin ha invertido en todas estas industrias, con resultados mixtos. Si tuviera de nuevo 24 años de edad, analizaría a esta área en busca de una «brecha en las aplicaciones»; una brecha en el mercado o una oportunidad para sacudir a los actores principales.
Hoy también pensaría en grande: En estos días, un emprendedor enfrenta pocos límites geográficos para el éxito. Cuando empecé Virgin, nuestros proyectos se limitaban al Reino Unido debido a limitaciones financieras y diferencias culturales. Con el desarrollo de Internet, el mundo se encogió rápidamente, y ahora es un lugar mucho más cosmopolita y conectado.
¿Cuáles son las tres maneras principales de encontrar financiamiento para un nuevo negocio? Pavlina Stoyanova, Canadá La primera, y probablemente la más obvia, es pedir prestado a su familia y amigos. Es de alto riesgo, porque si las cosas salen mal, puede perder no sólo un negocio, sino también un amigo o la buena relación con un familiar.
Sin embargo, para muchos emprendedores esta es la forma más rápida, y la única, de recaudar financiamiento inicial.
A través de los años he tenido la suerte de que mi familia pudiera, en algunas ocasiones, rescatarme o proporcionar el dinero inicial.
La segunda opción es solicitar un préstamo bancario. Desde el principio intenté crear mis negocios dependiendo de mis propios recursos y algo de deuda bancaria. Esto me permitió controlar la mayor parte del capital hasta que sentí que teníamos la plataforma estable que necesitábamos antes de incorporar a inversionistas externos.
En los primeros días de expansión de Virgin, en ocasiones nos acercamos al colapso porque yo era renuente a incorporar capital externo. Sentía que nuestro capital limitado nos mantenía enfocados en encontrar el siguiente gran acto, y finalmente esto fue un factor que realmente contribuyó a nuestro éxito.
Finalmente, si el banco no le presta el dinero con base a la fuerza de su idea, debe tener la fe y la convicción de pedir prestado con la garantía de sus propiedades existentes, como su casa; o, si tiene suerte como yo, las propiedades de un amigo o familiar.
A principios de los años 70, estaba buscando comprar la Manor, la casa de campo que se convertiría en nuestro primer estudio de grabaciones, por 30.000 libras. Había puesto las únicas 2.500 libras que tenía en el mundo y me las había ingeniado para convencer al banco de prestarme 20.000 libras, pero aún me faltaban 7.500 libras. Es decir, hasta que mi tía Joyce intervino y dijo que me prestaría la diferencia.
Fue un gesto asombrosamente generoso y riesgoso, y el cual no habría aceptado, de haber sabido que había hipotecado su propia casa para ofrecer el capital. Lo acepté y compré la Manor, que pronto se convirtió en sede de nuestro primer éxito, Tubular Bells.
Virgin creció rápidamente tras esos titubeantes inicios para convertirse en un negocio exitoso, ¡y me aseguré de pagar a la tía Joyce sus 7.500 libras «con intereses» tan pronto como pude! Otro riesgo de tomar el camino de los amigos y familiares es, por supuesto, lo que podrían pedir a cambio. En mi caso, si ella realmente hubiera querido presionar, la gente quizá podrí estar volando hoy en «Aunty Joyce Airways»