por Marshall Hargrave* – Venture
Si eres un fundador en apuros que está pensando en tirar la toalla… Veamos ejemplos de fundadores de startups que sobrevivieron a tiempos difíciles para seguir adelante y construir nombres conocidos.
El accidentado camino de Airbnb hacia un imperio de 100.000 millones de dólares
Si hay una historia de éxito de startups que personifica la perseverancia y la creatividad, esa es Airbnb. En 2007, los fundadores Brian Chesky y Joe Gebbia no podían pagar el alquiler de su apartamento de San Francisco.
Así que se les ocurrió la idea de alquilar colchones de aire y ganar algo de dinero alojando «Air Bed and Breakfast». Lanzaron un sitio web básico, pero al principio les costó traccionar. Como recuerda Gebbia:
«En los primeros 6-8 meses tuvimos entre 5 y 10 reservas por 80 dólares cada una».
Sin un duro y con los últimos 1.000 dólares, los fundadores pensaron muchas veces en abandonar. Pero cambiaron de enfoque, mejoraron su sitio web, se ganaron la confianza de los anfitriones y se lanzaron a la comercialización de forma agresiva. Según Chesky:
«En dos ocasiones estuvimos a punto de tirar la toalla».
Su gran avance se produjo en 2008, cuando viajaron a Denver para rediseñar su sitio web y su negocio basándose en las opiniones de los anfitriones. En mayo de 2009, ya tenían su primera ronda de financiación de 400.000 dólares.
Desde aquellos humildes orígenes, Airbnb vale ahora casi 100.000 millones de dólares. Es un verdadero testimonio de la mentalidad de las startups de iterar continuamente, perseverar ante los retos y no rendirse nunca.
Como dijo Chesky: «Nos llevó 1.000 días reservar nuestras primeras 500.000 noches… y solo 1 última noche reservar otras 500.000″.
Lo más importante: Mantente firme a pesar de los primeros rechazos y fracasos. Sigue mejorando tu producto y tu enfoque hasta que consigas tracción.
Cómo Stripe convirtió el «no» en un negocio multimillonario
Los fundadores de la empresa de pagos online Stripe se han enfrentado a una avalancha de «noes» a lo largo de los años. Patrick y John Collison intentaron por primera vez presentar su idea a la gente de Silicon Valley en 2010, pero fueron rechazados una y otra vez. Como Patrick reflexionó más tarde:
«En total, nos rechazaron unos 25 o 26 inversores. «No» fue la respuesta rotunda que recibimos de todos. Éramos muy testarudos».
¿Cuál fue la principal respuesta?
El sector de los pagos era demasiado difícil, estaba muy regulado y saturado de grandes empresas como para que dos hermanos irlandeses de poca monta y sin experiencia en el sector lo desbarataran. Como les dijo un inversor de Sequoia Capital:
Hay tantos aspectos negativos en contra de los pagos, que es difícil no parecer estúpido diciendo que sí.
Pero los Collison no aceptaron un no por respuesta. Consiguieron una pequeña financiación inicial de ángeles y, en 2011, lanzaron su sistema de pagos fácil de usar para desarrolladores, que facilitaba la integración de los pagos en cualquier sitio web. En dos años, empresas como Lyft, Reddit, Kickstarter y miles más utilizaron su API de pagos.
En la actualidad, Stripe está valorada en 65.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las mayores empresas de tecnología financiera del mundo. Esos implacables fundadores convirtieron todos esos «noes» iniciales en un rotundo «sí» gracias a su perseverancia y a un producto indiscutiblemente excelente.
Conclusión clave: No dejes que el rechazo de los inversores o los detractores te disuadan de perseguir una gran idea. Si realmente crees en la solución, demuestra que se equivocan a través de la ejecución.
Pinterest se aferró a su visión y dio sus frutos
Los fundadores de Pinterest tuvieron una visión muy clara desde el principio: Crear una herramienta de marcadores visuales que permitiera conservar, recopilar, colaborar e inspirarse en imágenes de todo Internet.
En una época en la que la mayoría de las redes sociales se basaban en el texto, su primer equipo se centró en crear un producto puramente visual. Esto confundió a los inversores, que no entendían el atractivo de «sólo pinear imágenes». Los fundadores fueron rechazados por «prácticamente todos los inversores con los que lo intentamos al principio», recuerda el cofundador Ben Silbermann.
Una de las primeras reuniones con un inversor fue especialmente brutal:
«No lo entiendo, están locos».
Pero los fundadores se mantuvieron firmes en su creencia de que el descubrimiento visual era una gran oportunidad infraatendida.
Al principio se apresuraron a seleccionar y cargar manualmente las imágenes para mostrar su visión. Y aunque al principio el crecimiento de usuarios fue lento, su producto empezó a tener seguidores de culto entre aficionados y grupos con intereses especiales a los que les encantaba el formato visual y la capacidad de selección.
Cuando los fundadores simplificaron la interfaz y añadieron funciones como los tableros de Pinterest y la posibilidad de pinear desde sitios web, el crecimiento empezó a acelerarse rápidamente. En 2012, tan solo dos años después de su lanzamiento, Pinterest se coló entre las 20 redes sociales más importantes y contaba con más de 10 millones de usuarios.
Hoy, Pinterest tiene una valoración de mercado de 30.000 millones de dólares. Es el ejemplo definitivo de mantenerse firme en la visión del producto desde el principio y no flaquear, a pesar del escepticismo inicial y el lento crecimiento.
Conclusión clave: Cree profundamente en tu visión, encuentra un público que la adore desde el principio y mantén el compromiso de ofrecer ese valor fundamental a medida que ganas tracción.
El rocoso camino de Buzzfeed hacia la valoración de un unicornio
Buzzfeed redefinió la publicación digital en muchos sentidos gracias a su peculiar enfoque del contenido viral, su audaz experimentación en nuevas plataformas y su gran dependencia de los datos para tomar decisiones. Pero llegar hasta ahí no fue nada fácil.
La empresa se fundó en 2006 como una especie de laboratorio viral en el que se probaban todo tipo de experimentos con contenidos. En palabras de su cofundador, Jonah Peretti:
«Probamos de todo para hacernos virales: páginas web divertidas, análisis de la postura de bateo, mordiscos de zombis, lo que se te ocurra».
Durante años, Buzzfeed luchó por generar ingresos y ganar legitimidad a los ojos de los anunciantes. En 2011, cinco años después, Peretti admitió que estaban a punto de quebrar tras quedarse sin financiación. Consiguieron recaudar otros 15 millones de dólares para pivotar con fuerza y convertirse en una verdadera empresa de medios.
Con la nueva inversión, multiplicaron su personal de contenidos y se expandieron hacia más reportajes y vídeos originales. El equipo analizó constantemente qué contenidos resonaban mejor entre los lectores y se dedicó a desarrollar contenidos más compartibles y apetecibles en esas áreas.
Este cambio estratégico dio sus frutos y la popularidad de Buzzfeed creció vertiginosamente. Sus datos patentados les permitieron emparejar perfectamente a los anunciantes con las audiencias deseadas a gran escala.
Aunque en los últimos años se enfrentaron a muchos problemas con su modelo de negocio, la perseverancia y la voluntad de evolucionar de Buzzfeed les permitieron descifrar el código de la creación de contenidos altamente virales y compartibles. En su mejor momento, a mediados de la década de 2010, era uno de los editores más poderosos de Internet. Hoy están valorados en más de 75 millones de dólares.
Conclusión clave: Estar dispuesto a experimentar y evolucionar constantemente en función de las señales de la audiencia y los datos. Un solo giro puede transformar tu trayectoria.
Imgur: De proyecto paralelo a gigante de Internet
En 2009, Alan Schaaf creó un servicio básico de alojamiento de imágenes llamado Imgur como un divertido proyecto paralelo mientras estudiaba informática en la Universidad de Ohio.Lo creó entre clase y clase sin grandes ambiciones, simplemente porque quería una forma más fácil de compartir imágenes en línea.
Sus compañeros de clase no tardaron en interesarse por la herramienta, que simplificaba enormemente la publicación de imágenes en sitios como Reddit. Se corrió la voz en las comunidades online y, antes de que Schaaf se diera cuenta, Imgur se convirtió en uno de los servicios de alojamiento de imágenes más populares de Internet.
Un año después de su lanzamiento, Imgur contaba con 300 millones de visitas mensuales solo por crecimiento orgánico y referencias en la red. Como recordaría más tarde un abrumado Schaaf:
«Cuando creé Imgur, no tenía ninguna aspiración de que se convirtiera en una empresa ni nada parecido».
Pero el fundador no tardó en darse cuenta de que tenía algo más grande entre manos. Con el apoyo de la comunidad de Imgur, decidió abandonarla y convertirla en una empresa de verdad en 2010. La decisión dio sus frutos.
Hoy, Imgur es una de las marcas más queridas e icónicas de Internet. La empresa recaudó más de 60 millones de dólares en financiación de riesgo y emplea a más de 80 personas.
Con más de 300 millones de usuarios mensuales en su punto álgido, Imgur se ha convertido en una comunidad y plataforma masiva para compartir memes, reacciones, imágenes virales y mucho más.
No está nada mal para un proyecto universitario al azar que despegó gracias al poder del boca a boca y al aprovechamiento de la cultura de Internet. Así lo resume Schaaf: «Cuando das con algo que resuena entre la gente, el crecimiento cobra vida propia».
Conclusión clave: A veces, las mayores oportunidades surgen de ideas sencillas y proyectos paralelos. Si creas algo que realmente encaja con el público, estate dispuesto a convertirlo en un negocio legítimo.
Conclusión: El camino nunca es fácil
Aunque cada una de estas historias es única, estas startups comparten algunos temas comunes:
- Perseverancia a pesar del rechazo y las dudas.
- Apego a su visión central a pesar de los escépticos
- Iteración y evolución continuas basadas en las opiniones de los usuarios
- No rendirse nunca ante las adversidades más extremas.
Como demuestran las estadísticas, alrededor del 90% de las empresas emergentes acaban fracasando. Muchas de las startups más exitosas que hoy conocemos como gigantes fueron rechazadas docenas de veces y estuvieron a punto de hundirse antes de salir adelante.
Por ejemplo, Airbnb, que agotó todas sus tarjetas de crédito y pensó en abandonar muchas veces antes de encontrar el producto adecuado para el mercado.
O Stripe, a la que se le dijo una y otra vez que el sector de los pagos era imposible para dos personas ajenas a la empresa.
O que los fundadores de Pinterest se rieran de ellos por centrarse en un producto aparentemente tan trivial.
Estas historias demuestran que, con suficiente determinación, creatividad y un enfoque centrado en servir a los usuarios, las startups pueden desafiar las probabilidades y pasar de ser una desvalida a convertirse en un nombre conocido.
El camino de las startups nunca es fácil, pero los que superan las dificultades son los que alcanzan un éxito estratosférico.