Tu actitud no solo afectará lo que crees que es posible, también dictará qué acciones tienes que llevar a cabo en tu vida y en tu negocio, por lo que son justo tus pensamientos los que ayudarán o perjudicarán a tu empresa.
Tu forma de pensar es uno de los activos más importantes al momento de emprender y son los emprendedores exitosos quienes entienden esto mejor que la mayoría.
Y sí, entiendo que cultivar una actitud llena de fuerza es un proceso que toma tiempo, pero hoy día tenemos libros, blogs, podcasts y videos que pueden ayudarnos a crecer y a alcanzar nuestras metas.
Son los emprendedores que alcanzan el éxito los que saben que entenderse a sí mismos es prioridad.
Aquí tres formas por las que los empresarios que piensan diferente hacen crecer su negocio.
1. Saben que las excusas no dan resultados
Las excusas suprimen el progreso. Los emprendedores exitosos entienden lo perjudiciales que son y reconocen cuándo deben eliminarlas; incluso hacen su mejor esfuerzo para controlar problemas y no se “esconden” echándole la culpa a los demás.
Cuando las cosas no salen como las planeamos, sentimos que es más fácil evadir el problema (sobre todo cuando nosotros lo ocasionamos), pero ¡ojo! Estas acciones pueden terminar con nuestra “buena” reputación.
2. Ven el fracaso como una experiencia
Los emprendedores exitosos saben que fallar da como resultado lecciones de vida, así que deciden aprender en lugar de rendirse. Incluso convierten estos “errores” en señales para seguir creciendo.
Definitivamente si no estás errando no estás arriesgándote lo suficiente, si estás “acertando” a todo es porque no te estás poniendo los objetivos adecuados. Colócate metas ambiciosas y las que no puedas cumplir úsalas para mantenerte motivado.
3. Valoran su tiempo más que nada
Los empresarios triunfantes valoran más su tiempo que el dinero. Se dan cuenta que los minutos no regresan o peor, que no pueden hacer más.
Así que deciden maximizar sus preciadas horas diciendo “no” a las cosas que no los beneficiarán en su camino.
Tu tiempo es la comodidad más valuada. Trátala como tal. En el negocio di “no” a juntas innecesarias, no dejes que todo lo que brille se interponga en tu camino y enfócate en los pasos que darás en el futuro.
Al final de cuentas decidiste emprender para sentirte “libre” ¿no es así? Pues no olvides que esta libertad es la que te permite aprovechar cada día en lo que más te importa.
Tu negocio debe adecuarse a tu vida, no al revés. La calidad de ésta siempre tiene que ir antes y eso significa que sí puedes construir un negocio que ames y que te motive a sacar la mejor versión de ti.
Aléjate de las personas tóxicas y de las situaciones que solamente te llenarán de miedo.
No intentes ser “como un emprendedor exitoso”. No copies. Saca ventaja a eso que te hace único y estudia lo que tus clientes quieren.
No hay nada de malo con establecer un modelo de éxito, solo oncéntrate en no seguir “las típicas enseñanzas” y piensa distinto.
Por ningún motivo te rindas ante las excusas, aprende de tus tropiezos y valora tu tiempo.
¡Crea éxito en tu vida! Ya sabes cómo hacerlo.
Nuevos pensamientos, nuevos paradigmas.