Un día como hoy, 50 años atrás, los Rolling Stones salieron a escena por primera vez en el Marquee de Londres. Nacía la leyenda del «blues & roll». En 1971, tocaron nuevamente en el Marquee, y aquí tenes el recital completo:
http://youtu.be/3Gf-CXBCfhY
«Depende con quien hables, algunos piensan que los Rolling Stones empezaron con Brown Sugar, otros creen que no había nada antes de Start me Up y otros insisten en que Satisfaction fue nuestro primer disco. Es loco cuando formas parte de algo que ha andado por tanto tiempo y te das cuenta de que
eres algo con lo que la gente ha crecido. Un montón de gente no conoce un mundo sin los Rolling Stones. Eres parte de su vida tanto como sus padres, el aparato de TV, el sillón o el aire que respiran. Naciste en un mundo y ahí estaban los Rolling Stones. Realmente es muy difícil de entender… » (Keith Richard)
VALE MÁS que lo digan ellos mismos: un montón de gente al nacer, escucharía (probablemente) una canción de los Rolling en cualquier radio del hospital. Y es que a los Rolling se les podría comparar con el teléfono: ha cambiado muchas veces de forma, pero sigue sirviendo para comunicarse.
Desde aquel día de 1960, en que dos viejos amigos del colegio (Mick Jagger y Keith Richard) se reúnen de nuevo alrededor de la música, ha llovido ya un huevo. Da vértigo pensar que estos abuelos llevan dando caña ¡cuarenta años!, que realizan giras casi todos los años y que Jagger se sigue corriendo de un tirón la línea de corner de un estadio de fútbol, como si tal cosa. Hasta el nombre del grupo parece haber sido un presagio del genoma rocoso, blindado, de estos músicos.
El conjunto (cuyo nombre se inspira en una vieja canción de Muddy Waters, Rolling Stones Blues) no hizo gran cosa hasta 1964, momento en que su primer L.P. (The Rolling Stones) les lleva hasta el show de Ed Sullivan, a la sazón el programa de TV. más visto en los Estados Unidos. Todavía no hacían sus propias canciones, pero la provocación y el ritmo que ponían presagiaba lo mejor.
Se comentaba, por aquel tiempo, que los Rolling no sabían componer, que les hacían las canciones y que los Beatles, otros grandes del momento, sí eran verdaderos músicos. De este enfrentamiento, seguramente ficticio y exclusivamente comercial, probablemente deriva el mito de la «maldad» de los Rolling, mito que perdura incluso hasta el momento: Tony Blair, primer ministro inglés, vetó la designación de Jagger como sir, dado que la vida familiar del cantante no es «tradicional» Imagino que el tema habrá preocupado poco al cantante, y digo imagino porque no conozco su reacción al respecto.
Deudor de dicha época es el L.P. Their Satanic Magesties Request (1967) que, al parecer, fue un fracaso pero que ha servido para denominar desde entonces, como una especie de alter ego, a los Rolling; ¿alguien dudaría en citar al conjunto si le preguntan quiénes son «sus Satánicas Majestades»?
Son tiempos de nuevos escándalos y drogas, que abonan todavía más el mito de los Rolling como chicos muy «malos». En 1969, Brian Jones (que estaba en el conjunto desde 1962) es encontrado muerto en su casa, víctima de una sobredosis; los Rolling, sin embargo, publican, después del hecho, Let it Bleed (‘Déjale sangrar’), descarada burla del Let it Be (‘Déjale estar’), de los Beatles; en un momento en que los «chicos de Liverpool» deshojaban la margarita de su separación como conjunto; este extraordinario álbum catapulta a los Stones a lo más alto del rock mundial.
«Todos necesitamos a alguien en quién desangrarnos / Y si tú quieres, ¿por qué no te desangras encima mío? / Todos necesitamos a alguien en quién desangrarnos / Y si tú quieres, nena, bueno, puedes desangrarte encima mío». Déjale sangrar, fue una burrada genial que para muchos significó el fin de su gusto por los atildados Beatles, pero ¿serían capaces de repetir la «hazaña?».
Dos años después (1971) se tuvo la respuesta, en forma de otro extraordinario L.P.: Sticky Fingers, donde utilizaron, por primera vez, el ya mítico símbolo de la lengua saliendo de una boca de labios gordezuelos, diseñado por Andy Warhol; hasta la intelectualidad les bendecía. Venían cada vez mejores tiempos. Como dato anecdótico, la carpeta original del álbum llevaba cosida una cremallera real que se podía abrir, viéndose detrás los calzoncillos (con el paquete incluido) del hombre de la fotografía de portada; en España, fue censurado por la dictadura.
«Apuesto a que tú mamá era una reina de feria / Y todas tus amigas eran dulces quinceañeras / Yo no soy un colegial pero sé lo que me gusta / Deberías haberme oído a medianoche». Es parte de la letra de Brown Sugar, la canción que tomó su título de la heroína de mejor calidad y constituye una muestra de la esencia del más puro y potente rock. Treinta años después ni los Rolling se atreverían a no tocarla en uno de sus conciertos.
Quizás Jagger y compañía no tengan tan buen metabolismo, sino que hayan hecho un pacto con el diablo para conseguir la eterna juventud. No lo sé. Pero en 1973, es evidente que hicieron una extraordinaria incursión por el dead metal (quizás lo inventaron). Cuando salió Goat’s head soup, todo fueron especulaciones sobre las fiestas «satánicas» de los Rolling. Y un año después, un nuevo campanazo: It’s only Rock’n roll (but I like it), ‘Es solo rock’n roll (pero me gusta)’, nos gustó, desde luego, a todos. Las calles de Londres, según cuentan, se llenaron de pintadas con este título.
La década de los ’80 no amedrentó ni un pelo a los Stones: seis discos más, a destacar, quizá, Emotional rescue (1980) y Tatoo you (1981), y la gloria en todas sus actuaciones en directo, verdadero punto fuerte del conjunto, a mi entender. El espectáculo de los Rolling en directo no se puede describir con palabras; es un show integral del que surge como vedette indiscutible Jagger, incansable, directo, provocador, atlético, insultante en su perpetua juventud, mientras sus admiradores menean la ya prominente barriga en las gradas del estadio de turno.
Pero también están en sus conciertos, los hijos y los nietos de aquella generación de los ’60. Ya quisieran muchos curas y políticos, tener tal capacidad de convocatoria intergeneracional. Dice Norman Lebrecht, en su libro When the music stops que la artesanía de alto nivel ha sustituido al arte en el panorama de la música contemporánea, pero pienso que esto no se puede aplicar a los Rolling Stones: ningún artesano de la música podrá sustituir el genio irredento de esta banda.
Creo recordar que Jagger dijo, en alguna ocasión, que no quería vivir más allá de los veinticinco años. Quería morirse joven, dijo, y hacer un bonito cadáver. Es patente que no ha sido así, pero cuando muera este excelente músico, cantante y showman, seguramente morirán The Rolling Stones: ¿quién podrá ver a este conjunto, sin él?.
Pero Jagger está vivo, aunque desde 1997 los Rolling no han publicado ningún disco. Tranquilos. Que seguro que durante un tiempo seguiremos escuchando: SEÑORAS Y SEÑORES: ¡The Rolling Stones…!
Fuente: Margen Cero