El dueño de una estación de servicio buscaba incrementar sus ventas y se le ocurrió poner un cartel que decía: «Sexo gratis al llenar el tanque».
Gustavo que pasaba por ahí, vio el cartel y rápido entró, llenó el tanque y preguntó por el sexo gratis. El dueño le dijo:
– Elige un número del uno al diez. Si eliges correctamente vas a tener tu sexo gratis.
Gustavo escogió el 8, el propietario dijo:
– Estuviste cerca. El número era el 7. Lo siento. No hay sexo esta vez.
Una semana más tarde, el mismo Gustavo, que venía acompañado de un amigo, Marcelo, entró para otro tanque lleno. Otra vez preguntó por el sexo gratis. El propietario de nuevo le dijo a Gustavo que eligiera el número correcto. Gustavo eligió esta vez el 2. El propietario dijo:
– Lo siento era el 3. Estuviste cerca, pero no hay sexo gratis esta vez.
Mientras van en el auto, Gustavo le dice a Marcelo
– ¡Oye Gustavo¡ yo pienso que este juego tiene trampa y que realmente no hay sexo gratis.
– ¡¡¡Noooo….!!!- dice Marcelo-, no hay trampa!!! ¡¡¡este típo es muy honesto!!!. Mi esposa ganó dos veces la semana pasada.