Una mañana, Jorge estaba tranquilamente sentado leyendo su periódico y desayunando cuando su esposa se desliza silenciosamente atrás de el y le voltea un santo sartenazo: ‘Zas!’.
El, tomándose la cabeza, le pregunta:
– ¿Y eso?, ¿que te pasa?
– A ver, grandísimo desgraciado. ¿Que es este pedazo de papel en el bolsillo de tus pantalones con el nombre de Marilu escrito en el?
– ¿Que es?… ¿eh?… mi amor, ¿no te acuerdas que hace dos semanas me fui a las carreras de caballos?, Marilu es el nombre del caballo al que le aposté.
La esposa queda satisfecha y se va a continuar su trabajo en la casa.
Tres días después, una vez mas esta el hombre sentado muy a gusto, viendo la tele y tomándose un aperitivo.
De repente, tácate! otro madrazo con el sartén en la cabeza.
Con la cabeza sangrando y en el suelo le dice el:
– ¿Y ahora que pasó?!
– Tu caballo te llama por teléfono!!!