La gente que suele tomar té en el trabajo lo tiene más fácil que los cafeteros para disfrutar de su bebida predilecta. Mientras que los cafeteros deben disponer de un termo o de cafetera portátil, a los aficionados a las infusiones les basta con tener guardada una caja de saquitos y tomar un vaso de agua caliente de la máquina del pasillo.
Lo realmente engorroso es dejar reposar el saquito. Pues bien, para los sibaritas se ha creado el Penguin Teaboy. El funcionamiento es sencillo: ponemos el saquito en el pico del ave, lo bajamos hasta que las hierbas queden sumergidas en el agua caliente, le damos al temporizador (de 1 minuto a 20 minutos) y, cuando pase el tiempo programado, el pico se alzará para que nuestra taza quede en el punto justo.
Una idea simple, pero práctica, que podemos hacer nuestra por poco más de 16 Euros.
PD: ¿Será otro invento de nuestro actual presidente y probable futuro Primer Caballero para seguir llenando de pingüinos la función pública?