Kim Keun Ae se ha ganado una entrada directa al paraíso. Mediante una pequeña incisión en la zona baja de una taza ha creado la Taza Antigoteo, capaz de acabar con esas molestas gotas de café que relucen después de sorber y que uno mira con una mezcla de miedo y desprecio mientras el tiempo empieza a pasar lentamente y hay que tomar una decisión: quizás la gota pare en un punto intermedio desafiando a la gravedad, pero lo más probable es que siga bajando hasta tocar la mesa y formar esos círculos de café tan queridos por la madera de roble. Así que hay que levantarse y buscar una servilleta, un posavasos, un flyer de un asador o la última edición de ¡Despierta! El último advenimiento (¡y vaya advenimiento!), que, no sabes cómo, siempre acaba colándose en tu buzón.
Supongo que lo siguiente que uno se plantea es si no existe el riesgo de desbordamiento con una ranura tan pequeña. Lo hay, desde luego, si uno no sabe beber. Una taza de café no debería sobrepasar las dos o tres gotas en una jornada; llegar a las cinco gotas haría replantearse el uso de una pajita o la realización de ejercicios bucales para entrenar la coordinación. O al menos yo lo haría.
Fuente: No Puedo Creer