En efecto; Curtis enseña actualmente a sus compañeros de celda a invertir en Wall Street. Y todo legalmente. Pero, de ¿dónde surgió este gurú de las finanzas personales que duerme en una celda de dos metros cuadrados?
Se sabe que pasó gran parte de su juventud deambulando por las calles de Oakland, durmiendo en parques, albergues o iglesias. Adicto al crack terminó formando parte de pandilla criminal que robaba monedas de las máquinas de juego, pero que en una oportunidad, se desencadenó un confuso incidente donde hubo una persona muerta por un disparo.
Curtis fue acusado de ser al autor de los disparos por lo que fue declarado culpable de asesinato a los 17 años de edad siendo recluido en la prisión de San Quintín, California, Estados Unidos.
Ya en prisión dedicó gran parte de su tiempo asistiendo a la biblioteca donde comenzó a leer las noticias financieras y todo lo relacionado a la Bolsa de Valores. Fue así que al comienzo luego de invertir pequeñas sumas de dinero en el laberinto de las bolsa, Curtis logró crear una guía para ganar dinero.
El método Curtis
Lo primero que Curtis señala es que el 70% de lo que sucede en la Bolsa de Valores depende de la psicología. Según él, al ver cuidadosamente las noticias uno logra saber quién está en problemas, quién se endeuda; cuál presidente de empresa destaca; quién obtiene un contrato favorable en un país remoto, etc.
“La idea es encontrar la oportunidad para invertir, porque la gente muchas veces tiene miedo y entra en pánico por razones estúpidas”, comenta.
Por ejemplo, según Curtis, si Bill Gates muriera en un accidente de avión, habrá muchísima gente vendiendo acciones de Microsoft, aunque Gates no haya estado involucrado en el funcionamiento de la empresa desde hace años.
“Esa es la oportunidad de comprar barato. Hay que saber que todos los inversionistas siguen a los líderes. Yo voy donde va el dinero”, aconseja Curtis.
Así que entre los principales consejos que ofrece Curtis para invertir y lograr éxito tenemos:
- Ahorrar para tener un fondo de emergencia y lugar propio.
- Controlar los gastos para no tener deudas que aumentan cada mes.
- Endeudarse de forma que no se pida prestado lo que no se pueda pagar.
- Diversificar las propiedades o activos.
Labor comunitaria
Pero eso no es todo. Curtis trabaja junto a un grupo de voluntarios con sus compañeros de prisión todos los jueves en la noche para explicar estos conceptos, a fin que puedan hacer algo con el dinero que posean o que sus familias tengan ahorrado en los bancos. Comenta que no les está enseñando un método infalible, sino a planificar.
Finalizado cada sesión, Curtis conversa personalmente con los reclusos sobre sus familias y cuáles son los planes financieros a largo plazo, para luego poder ayudarlos.
“Estoy en prisión, pero me ubico en el mismo territorio que Warren Buffett como inversionista. Puedo escoger las mismas empresas para invertir. Claro, no puedo comprar el mismo número de acciones que él, pero técnicamente somos lo mismo“, argumenta finalmente.