A lo largo de nuestra jornada laboral nos encontramos con diversidad de distracciones externas e internas que nos hacen perder la concentración en la labor que estamos desarrollando, para atender a otras cuestiones.
La consecuencia de esto es la pérdida de productividad y de eficacia en nuestro trabajo, teniendo que dedicar posteriormente más tiempo a realizar nuestras funciones por no haber podido abarcarlas durante nuestras horas de trabajo.
Hablamos de llamadas telefónicas, correos, notificaciones, compañeros de trabajo, reuniones innecesarias, etc. son muchas y muy variadas las interrupciones con las que tenemos que lidiar cada día, sintiendo que son «ladrones de nuestro tiempo«, algo que podemos solucionar con una correcta gestión de nuestro tiempo. Ser productivos está en nuestras manos.
Para Jeroen Sangers, Consultor en productividad personal, en realidad «no existe nadie que nos pueda robar nuestra atención, puesto que somos nosotros mismos, quienes podemos controlar a quién le dedicamos nuestro tiempo«. Y añade, «debemos cambiar esta actitud de victimismo y decidir quién sí y quién no gasta nuestra atención».
Y es que cada vez que celebramos una reunión, por ejemplo, la media de tiempo que perdemos es de unos 30 minutos, ¿te imaginas ocho personas en una reunión la cantidad de tiempo que se puede llegar a perder? Los expertos calculan que estas distracciones (llamadas, mensajes, etc.) pueden suponer entre el 50 y el 70% de nuestro tiempo laboral productivo, unas 10 horas de trabajo a lo largo de la semana, en definitiva más de una jornada laboral de ocho horas.
Entre cada dos y 11 minutos tenemos una distracción nueva, es decir, recibimos entre seis y 30 distracciones por hora, lo que significa que no alcanzamos ni 11 minutos seguidos concentrados en una sola tarea. Mucho tiempo perdido, ¿verdad?
Sangers nos propone realizar un breve y sencillo experimento para conocer en qué gastamos nuestro tiempo e identificar estos ladrones de tiempo para poder combatirlos y/o minimizar sus efectos, «apunta en una hoja de papel cada vez que notas que tu atención deja de estar en la tarea que estabas haciendo, anota la hora y la razón de esto». Entonces revisa estas distracciones y busca soluciones, concentrando las más comunes.