Estos recursos financian iniciativas en distintas actividades. Pasado un tiempo desde la inversión, estas empresas cobran atractivo para las multinacionales interesadas en crecer en la región.
En los últimos dos años, los fondos de capital privado para invertir en América Latina han ‘levantado’ alrededor de 20.000 millones de dólares.
Hasta hace poco, el grueso de los recursos se destinaba a actividades relacionadas con el sector mineroenergético, pero los inversionistas están cada vez más interesados en los sectores enfocados en atender el consumo interno de los países de la región.
Sobre este tema, Cate Ambrose, presidenta de Lavca (Latin American Private Equity & Venture Capital Association), habló con Portafolio. Esta asociación realizará un foro sobre inversión en Colombia, la próxima semana en Bogotá.
¿Qué diagnóstico hace de la industria del capital privado?
Hemos visto un auge muy importante, la situación de los mercados desarrollados ha hecho a los emergentes más atractivos.
En este grupo, India y China tuvieron una época con mucha atención, pero América Latina ha empezado a llamar la atención, primero por Brasil y el tamaño de su mercado, pero en los dos últimos años hay más interés en México y los países andinos.
¿Cómo ha afectado la crisis a esta industria?
Europa ha sido la región más relevante en este sentido, porque tienen los grandes grupos de pensiones, algunos están aumentando sus inversiones, otros no. Lo que sí pasa es que hay mucho capital de Asia y Medio Oriente.
América Latina está empezando de una base muy baja, porque no había muchos compromisos de inversión, pero en enero de 2010 los fondos estadounidenses comenzaron a invertir nuevamente después de varios meses de no hacerlo, y la región fue un foco muy importante.
De todas formas, hay muchos inversionistas con capital disponible y que no pueden dejar de invertir, y Latinoamérica es importante para cumplir con esos compromisos.
¿Qué sectores están atrayendo la inversión?
Hemos visto tres tesis de inversión en los últimos años.
Hace algún tiempo, el foco era pensar en recursos naturales, en agroindustria y el sector mineroenergético, que siguen siendo muy importantes; sin embargo creo que están en baja ahora.
Más importante es que hay una expansión en los sectores orientados al consumo interno de una clase media que no había tenido acceso a ciertos productos y servicios. Hay alta inversión en el comercio minorista, en empresas de muebles, de juguetes, moda, comidas rápidas, educación y salud.
¿Son los únicos?
No. Esto también va atado a la expansión del crédito, y por eso hay muchas opciones para el sector financiero.
También hemos visto un incremento en tecnología e innovación, que en los últimos años representa cerca de la cuarta parte del número de transacciones, bajo la tesis de consumo de la clase media y la penetración de internet.
Eso incluye comercio electrónico, outsourcing y producción de software.
¿Se han producido muchas desinversiones?
El año pasado fue récord en ofertas públicas y ventas estratégicas, pero todo es un tema de oportunidad.
Si bien los mercados de capitales están complicados para hacer ofertas públicas, lo bueno es que hay multilatinas que están haciendo adquisiciones y esa es una oportunidad muy grande para desinvertir.
La otra oportunidad está en multinacionales que están interesadas en expandirse en la región y por eso compran empresas locales.
‘EL MERCADO COLOMBIANO SE HA VUELTO MUCHO MÁS COMPETIDO’
Aunque la economía y las empresas colombianas despiertan interés por parte de los fondos de capital privado, la realidad es que el ambiente es muy competido.
Cate Ambrose, presidenta de Lavca, dice: “a mi modo de ver, Colombia es el país más caliente de la región e incluso podría estar sobrecalentado, porque hay mucho dinero local y extranjero, lo cual crea una situación muy competitiva a la hora de invertir”.
Con esto, hace referencia a que hay sectores atractivos y empresas disponibles, detrás de las cuales hay un número importante de interesados, lo cual hace la competencia mucho más fuerte “y si un fondo no consigue una empresa a un precio competitivo, pues no la compra”. El otro tema es que los empresarios locales aún son reacios a vender.
En el primer semestre del año, se han hecho seis negocios que rondan los 100 millones de dólares. El año pasado se hicieron 15 operaciones por un valor cercano a 622 millones de dólares.
fuente: Portafolio