Lionel Messi, Roger Federer, Michael Jordan o Usain Bolt son mega estrellas del deporte y parte importante de su historia; pero también son algo más. Ellos, como la mayoría de las grandes referentes globales de las diferentes disciplinas deportivas son también espejos en los cuáles los emprendedores pueden aprender a trabajar en equipo y brillar en lo individual.
Esta es la conclusión que comparte la multinacional de head hunters, Hays.
1. Delegar
Todos los entrenadores de los grandes equipos conocen la importancia de delegar, y lo hacen de manera brillante. Son la clase de líderes que saben dar el papel adecuado a cada miembro del equipo, definiendo con pericia sus tareas y preparándolos para rendir al máximo de sus capacidades. Del mismo modo, los CEO deben capacitar a sus equipos para que asuman con excelencia los roles y responsabilidades delegadas y asegurarse que cada tarea reciba el foco y la dedicación que se merece.
2. Cuidar el talento
Uno de los deberes entrenadores es cuidar el talento dentro y fuera del terreno de juego. También es responsabilidad del emprendedor y todo líder empresario ofrecer a sus empleados una red de apoyo y contención que asegure que su talento se desempeñe bien y consistentemente. No basta con contratar a los mejores talentos en todas las funciones y disciplinas, hace falta también crear un entorno en el que puedan prosperar, se concentren y tengan éxito.
3. Conocer la competencia
Cuando una empresa fracasa debe entender el porqué sin perder de vista sus propias fortalezas durante el proceso. Así, en las empresas una parte del equipo tiene que dedicar su tiempo y energía a saber qué es lo que están haciendo sus competidores, el resto debe concentrarse en ser el mejor en el negocio.
4. Fuerza del carácter
Un líder debe ser capaz de aprender de los errores y también ser capaz de resurgir de ellos. Esto exige una gran fortaleza de carácter. Ser un buen líder es mucho más que ser el corredor más rápido o el mejor estratega, tiene que ser mentalmente fuerte para tomar las decisiones correctas en situaciones de máxima presión, para aprender del fracaso y recuperarse de él.
5. Pequeñas victorias
Los grandes triunfos son el resultado de pequeñas victorias en el camino. Victorias que hay que celebrar y disfrutar también para mantener al equipo en la pista y motivarle para trabajar en pro de la próxima gran victoria.