El 2012 se presenta como un año complicado para los empresarios.
Si pensamos en que los aumento causados por la inflación en insumos o productos para comercializar, parecen no tener un techo estimado (30% en 2010 y 26% en 2011), todo hace pensar que muchas empresas deberán repensar sus políticas de costos y comercialización.
Este año que termina fue el año de las ofertas por excelencia, llevando al consumidor a la obligación de usar (muchas veces en exceso) las tarjetas de crédito.
El consumidor está evaluando muy bien sus comportamientos de compra.
Si bien el ingreso en dólares está casi triplicado respecto al mismo de hace 3 años, la realidad económica nacional sigue generando una sensación de insuficiencia del salario, una firme tendencia a la compra de moneda extranjera y un consumo más racional y evaluado.
El consumidor observa ventajas en áreas como informática, viajes, tecnología o cualquier otra que venga por default valuada en moneda norteamericana, y una constante alza en productos o servicios valuados en pesos.
Esto ha hecho que en el total del año las empresas que “sufrieron” la inflación, hayan tenido que sacrificar rentabilidad para poder mantener los niveles de venta.
Recién dijimos que fue “el año de las ofertas”.
Pero paradójicamente, también fue el fin de las ofertas.
Cómo es esto?
Simple. Tanto las empresas como los bancos, entendieron que estaban arriesgando demasiado el futuro, por mantener un presente un tanto ilusorio, ynque eso era pan para hoy, y hambre para mañana.
El 2012 se presenta con varios cambios.
Habrá que mirar,mucho hacia adentro.
La empresa debe entender que los empleados no están dispuestos a callarse sus opiniones, descontemtos y frustraciones; y que todas ellas serán descargadas contra sus empleadores.
En parte se debe al efecto Steve Jobs, que tras su muerte llevó a la publicación de muchas de sus ideas (con el punto máximo de su discurso en standford) y que ha producido que mucha gente se replantee su realidad laboral y de vida.
Probablemente sean cosas que con el tiempo se olviden, pero mientras tanto, hay que estar preparados.
El marketing que “gane” será el que conecte emocionalmente al consumidor con el producto.
En cierto punto conectado a lo que explicamos anteriormente, se observa un creciente sentimiento de vacío emocional entre los consumidores, que intentan llenar sus vidas por medio del consumo, para generar una sensación de desapego a la rutina (sin importar que sea real o ficticia).
Las empresas extranjeras o multinacionales saldrán a la conquista de nuevos territorios.
La crisis europea y norteamericana les ha pegado duro a los bolsillo de las grandes empresas, ya que ha llevado el consumo a los niveles más bajos de la historia.
América del Sur, acusó un golpe más débil frente a esta situación, sumado al cambio estable del dolar o el Euro, hacen que estos mercados sean potables como centros de recaudación.
Tal vez no vengan buscando rentabilidad, sino fuentes de ingreso nuevas que financien o enmienden las caídas de otras filiales.
Los riesgos de morosidad, son elevados.
Como mencionamos antes, los bancos, las tarjetas, las empresas de consumo, etc. hicieron fuertes campañas en 2011 apuntando a conseguir, mantener y fidelizar clientes, pero todas apuntaron a mantener cautivo al consumidor mediante el endeudamiento excesivo de éstos.
De mantenerse esta tendencia, si los consumidores no toman con mayor seriedad y tranquilidad la utilización del crédito, los riesgos de incobrabilidad se irán a las nubes.
Durante 2011, la morosidad de los tenedores de tarjetas de crédito se duplicó, y nada hace pensar que vaya a frenar en su ascenso.
Se observan cada vez más casas de créditos ajenas al sistema bancario formal, que funcionan con menos requisitos, pero mayores tasas, y esto es un dato que debería, como mínimo, llamar la atención de todos.
Los juegos olímpicos.
Si mencionamos al marketing asociado a emociones, los juegos olímpicos se asoman como el evento más seductor en este aspecto, que seguramente atraerá las miradas de los principales sponsors.
Igualmente en años con eventos deportivo importantes, el deporte, la vida sana, y las experiencias al aire libre se ven fuertemente impulsadas.
Resumiendo, se espera un año de contracción de consumo, que requerirá atender al cliente interno tanto o más que al externo, y con ingreso a los mercados de competidores nuevos; sumado, claro está a la propia competencia creciente que se observa cada año de los jugadores ya establecidos en el mercado.
Autor: Lic. Jorge Asad Elías. Licenciado en Administración de Empresas, recibido en la Universidad Nacional de Tucumán. Actual Gerente comercial del Canal Mayorista de Emilio Luque (Tucumán). Creador del sitio www.ideasygestion.wordpress.com