¿Eres un interpolinizador? ¿Trabajas con un corredor o un contador de historias? Estos son algunos de los roles que Tom Kelley sugiere que podemos adoptar dentro de una organización para desarrollar la innovación y generar nuevas ideas.
Tom Kelley, disertará en el WOM Innovation & Trends, el evento de innovación, creatividad y tendencias aplicadas a los negocios, más importante del año. Organizado por WOM-Latam, el foro auspiciado por Banco Supervielle y la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), se llevará a cabo durante los próximos 2 y 3 de noviembre en la sede de la UADE. Allí nos contará cómo podemos hacer que nuestros colegas y colaboradores piensen de manera creativa, para desarrollar los procesos que llevan a la innovación de una manera sostenida.
Presentamos a continuación un breve detalle de cada uno de estos roles.
El rol de aprendizaje
Debido a que tanto los individuos como las organizaciones necesitan reunir nuevas fuentes de información para poder expandir sus conocimientos y crecer de manera constante, los tres primeros roles son roles de aprendizaje.
Según el afamado conferencista, sin importar cuán exitosa pueda ser una empresa, estos roles son impulsados por la idea de que, actualmente, nadie puede darse el lujo de ser confiado y conformista. Los roles de aprendizaje evitan que su equipo se focalice demasiado en sí mismo y recuerdan a la organización que no se debe ser tan narcisista acerca de los conocimientos que se posee. La gente que adopta el rol de aprendizaje es lo suficientemente humilde para cuestionar su propia visión del mundo y, al hacerlo, permanecer abiertos a nuevas perspectivas.
El antropólogo, raramente adopta un rol fijo. Por el contrario, esta es la persona que se aventura en el campo para observar cómo interactúa la gente con los productos, los servicios y las experiencias con el fin de encontrar nuevas innovaciones.
El experimentador, celebra el proceso, no la herramienta. Testea y vuelve a testear posibles escenarios para volver tangibles las ideas. Al tomar riesgos deliberadamente, esta clase de persona moldea desde productos hasta propuestas para llegar a una solución de manera efectiva.
El interpolinizador, encuentra asociaciones y conexiones entre ideas que parecían inconexas para abrir nuevos caminos. La gente que adopta este rol es frecuentemente reconocida por su mente abierta, su capacidad para tomar notas, su tendencia a pensar metafóricamente y su habilidad para inspirarse sin importar las limitaciones.
El rol organizativo
Los tres tipos de roles mencionados a continuación se destacan por su función organizativa, la cual es llevada a cabo por individuos que, generalmente, poseen un amplio conocimiento sobre el proceso casi “anti-intuitivo” acerca del modo en que las organizaciones desarrollan e impulsan las ideas.
Según Kelley: “En IDEO, creíamos que las ideas debían hablar por sí mismas. Sin embargo, hoy advertimos aquello que tanto el corredor de obstáculos como el colaborador y el director ya han comprendido: que incluso las mejores ideas deben competir para ganar tiempo, atención y recursos de manera continua. Quienes asumen este rol organizativo no descartan la diagramación de un presupuesto y la asignación de recursos como parte del proceso de implementación de políticas. Por el contrario, reconocen estos procesos como un complejo juego de ajedrez cuyo objetivo es triunfar.”
El corredor de obstáculos, resuelve problemas en forma permanente y disfruta brindando soluciones a todo aquello que no ha sido resuelto hasta el momento. Frente a cualquier desafío, este corredor logra sortear las dificultades con gran habilidad y con una actitud positiva y tranquila. Este optimismo y perseverancia pueden ayudar a que grandes ideas reviertan el status quo e incluso transformen las desventajas de una organización en grandes éxitos, a pesar de los pronósticos desalentadores que expertos con poca visión de futuro puedan hacer.
El colaborador, es una de esas pocas personas que verdaderamente valoran el trabajo grupal por sobre el individual. En su afán de que las cosas se lleven a cabo de manera efectiva, el colaborador convence a los individuos para que formen equipos de trabajo multidisciplinarios más allá de sus recintos de trabajo. Al hacerlo, la persona que asume este rol diluye los límites tradicionales dentro de una organización y genera oportunidades para que los miembros del equipo adquieran nuevos roles. Con más perfil de entrenador que de jefe, el colaborador infunde confianza e imparte las habilidades necesarias para completar una tarea conjunta dentro de su equipo de trabajo.
El director, posee una comprensión aguda respecto del panorama general y un entendimiento preciso acerca de qué sucede en su organización. Por lo tanto, el director posee una gran aptitud a la hora de crear un marco de trabajo, de aprovechar oportunidades, de sacar lo mejor de sus jugadores y, finalmente, de que las cosas se lleven a cabo de manera efectiva. Mediante la delegación y la inspiración, la persona que asume este rol motiva a quienes están a su alrededor a colocarse en el centro del escenario y a dar la bienvenida a lo inesperado.
El rol constructivo
Kelley finalmente erige las cuatro personalidades restantes esencialmente como roles constructivos. En este sentido, quienes asumen estos roles aplican las perspectivas del rol de aprendizaje y canalizan la delegación de poder del rol organizativo para dar paso a la innovación. Los constructores marcan su sello dentro de la organización. Son individuos altamente visibles, de manera que siempre se los verá en el centro de la escena, justo allí donde transcurre la acción.
El arquitecto experimentado, es quien se encarga de crear extraordinarias experiencias individuales de manera despiadada. Las personas que desempeñan este rol posibilitan encuentros provechosos con su organización a través de productos, servicios, interacciones digitales, espacios o eventos. Ya sea un arquitecto o un chef de sushi, el arquitecto experimentado es capaz de visualizar el modo de transformar algo habitual en algo distintivo, incluso encantador, cada vez que la oportunidad se le presenta.
El diseñador de escenarios, encuentra cada día una nueva oportunidad para alegrar y dar vida a su espacio de trabajo. Las personas que asumen este rol promueven situaciones llenas de energía e inspiración mediante la creación de lugares de trabajo que honren al individuo y estimulen la creatividad. Para mantenerse a tono con las necesidades en constante proceso de cambio y para impulsar la innovación de manera continua, el diseñador de escenarios realiza ajustes dentro del espacio físico a fin de mantener un equilibrio entre las oportunidades de trabajo privadas y las colaborativas. Al hacerlo, esta persona hace del espacio mismo una de las herramientas más versátiles y poderosas dentro de la organización.
El narrador de historias, cautiva nuestra imaginación con atrapantes relatos de iniciativa, trabajo duro e innovación. Esta persona va más allá de la tradición oral para trabajar con el medio que mejor se acomode a su habilidad y mensaje: video, narración, animación e incluso tiras cómicas. Al anclar sus historias en la autenticidad, el narrador de historias puede inspirar emoción y acción, transmitir valores y objetivos, fomentar la colaboración, crear héroes y guiar gente y organizaciones hacia el futuro.
El ángel de la guarda, es la base de la innovación impulsada por el individuo. Trabaja para entender a cada cliente de manera personal y crear una relación a través de la empatía. Ya sea una enfermera en un hospital, un vendedor en un negocio minorista o un cajero en una institución financiera internacional, el ángel de la guarda guía al cliente a través del proceso para ofrecerle una experiencia confortable y centrada en lo humano.
¿Sabes entonces cuál es tu rol dentro de la empresa? ¿Qué roles ocupan o deberían ocupar tus colegas? Por qué no pensar desde aquí cómo reorganizar las tareas en las que cada uno de los miembros podría destacarse para transitar juntos y de manera más sencilla el camino hacia una empresa cuya creatividad e innovación se traduzca en los resultados.
Tom Kelley, autor de dos libros “de cabecera” sobre innovación, El arte de la innovación y Las diez caras de la innovación estará presente en el WOM Innovation & Trends, a llevarse a cabo el 2 y 3 de Noviembre en Buenos Aires. Más información en www.wom-latam.com o [email protected]