Las empresas están enfrentando una crisis de talento de dimensiones mayúsculas. La hiper-especialización, la hiper-conectividad a Internet en dónde más de 3 mil millones de personas ya tienen acceso a Internet -y por ello, a más oportunidades laborales- y el mundo cada vez más digitalizado hacen que se requieran cada día mas personas con conocimientos específicos de tareas vinculadas a la tecnología. Programadores, ingenieros, marketing digital, diseñadores y redactores están entre los más solicitados hoy en día.
¿El problema? No hay tantas personas tan calificadas para desarrollar esas áreas, tema no menor si se tiene en cuenta que capital humano es el activo más importante de una compañía.
El avance de la tecnología se produce mucho más rápido que lo que tardan los recursos humanos en formarse, lo que produce una escasez en el mercado para desarrollar los trabajos más técnicos por verdaderos profesionales.
La problemática de acceso al talento es aún más complejo para las PYMES, quienes se ven forzadas a competir por los recursos humanos contra empresas gigantes a nivel local e internacional (como Google, Microsoft, entre muchas otras). Pero no todas son malas noticias: Contra lo que puede suponerse, muchos trabajadores se están volcando a trabajar de manera independiente a través de plataformas de que conectan la oferta y la demanda de trabajo, prestando sus servicios a diferentes empresas alrededor del mundo, incluso trabajando para multinacionales como proveedores externos.
Esta forma de trabajo, y estilo de vida, resulta mucho más rentable para estos recursos que, conscientes de su escasez en el mercado, buscan al mejor postor por sus servicios, equiparando las chances de todas las empresas de contar con su expertise.
La batalla de las PyMEs contra las multinacionales no está perdida, al menos en este aspecto.
Sebastián Siseles. Director Internacional de Freelancer.com,