Nuestro país nos ha dado sorpresas muchas veces. ¿Por qué no imaginar a Warren Buffett, el más exitoso inversor de todos los tiempos, manejando los ahorros de la Argentina? Es el mejor en lo que hace y nuestro futuro merece a los mejores. Pero antes, veamos cuáles fueron las últimas enseñanzas de Buffett. Luego, el diálogo entre el Mago de Omaha y Diego Bossio, director de la Anses…
El fin de semana pasado más de 40.000 personas se juntaron en la pequeña ciudad de Omaha, en Estados Unidos, para escuchar lo que tenía para decirles Warren Buffett. Se trataba de la reunión anual para accionistas de la empresa que maneja el Mago, Berkshire Hathaway.
Desde hace décadas que la reunión anual de Berkshire es todo un acontecimiento para el mundo de los inversores globales. Millones de inversores a lo largo y ancho de la Tierra tratan de identificar qué es lo que dice “el maestro”. Se tratan de lecciones que Buffett da para todos sus seguidores, para todos sus accionistas.
En estas charlas magistrales, Buffett comenta cómo le fue a su empresa en el año que terminó y, además, sobre lo que se viene. En la reunión que se realizó el último fin de semana, el tema de su salud fue central.
Es que con 81 años y con un cáncer de próstata recién detectado, muchos nos preguntamos quién será el sucesor de Buffett. Muchos pensaron que esto se iba a conocer en la última reunión, pero el secreto no se reveló aún.
A pesar de esto, la reunión de este año fue rica en declaraciones y en enseñanzas, no sólo de Buffett, sino también de su socio Charlie Munger.
Si usted es un inversor que recién escucha hablar de Warren Buffett, antes de seguir leyendo le recomiendo seguir el siguiente link para aprender un poco más sobre él. Le aseguro que vale la pena conocer su historia y Wikipedia es un buen punto para comenzar.
Para aquellos otros inversores que ya conocen y admiran a Buffett, veamos los principales puntos abordados en la masiva reunión del último sábado.
Buffett no se deja seducir por Apple ni Google
Como describió el sitio cnnexpansión:
“Warren Buffett dijo que no compraría acciones de Apple ni Google, pero que tampoco las vendería, y afirmó que International Business Machines (IBM) es una mejor inversión para su compañía, Berkshire Hathaway.
”´No me sorprendería ver que valen mucho más dinero en 10 años, pero no compraría ninguna de ellas´, dijo Buffett sobre ambas tecnológicas en la reunión anual de accionistas de Berkshire en Omaha, Nebraska.
“En contraste, a fines de 2011 Berkshire tenía 11,750 millones de acciones de IBM, su segunda mayor tenencia mayoritaria de papeles.
“‘Las posibilidades de estar muy equivocados en IBM probablemente son menores, al menos para nosotros, que las posibilidades de estar muy equivocados en Google o en Apple’, sostuvo.
“La revelación de Buffett en noviembre de que había comprado acciones de IBM sorprendió a muchos inversores, dada su usual aversión a las acciones de empresas de tecnología.
“Incluso en el informe anual de Berkshire, que en lista criterios para adquisiciones, Buffett dijo que prefiere ‘negocios simples (si hay mucha tecnología, no los entenderemos)’.”
La regla que Buffett siempre respeta es la de no comprar acciones de negocios que no entiende. Por ello, no compra acciones de Apple ni Google, negocios difíciles de entender para personas que ya superaron los 80 años.
Mal no le ha ido con su estrategia, por ello, como inversores individuales: no invirtamos en empresas que no entendamos.
Mucho menos en Facebook
Si Buffett no está interesado en invertir en Google ni Apple, mucho menos va a estar interesado en hacerlo en Facebook, por mucho que pueda ser un buen negocio. Como declaró en el canal de noticias financieras CNBC:
“‘La emisión de acciones de Facebook no es una burbuja (…) no se trata de lo que veíamos a finales de 1999 y durante 2001. No nos encontramos en ninguna fase de una burbuja’, aseguró Buffet en declaraciones a la cadena estadounidense CNBC en vísperas de la junta general de accionistas de Berkshire Hathaway.
“De hecho, el octogenario presidente inversor no ha dudado en calificar de ‘extraordinario’ lo sucedido en estos años con la compañía creada por Mark Zuckerberg, destacando que ‘la gente se entusiasma con empresas que lo hacen tan bien’.
Buffett y Munger siguen odiando el oro…
Charlie Munger fue muy duro con los inversores que apuestan al oro. Según declaró en una entrevista televisiva al canal CNBC:
“El oro es una gran cosa para coser en sus prendas de vestir si eres de una familia judía en Viena en 1939, pero la gente civilizada no compra oro sino que invierte en empresas productivas”
Según Buffett y Munger, el oro es un activo no productivo. Por eso prefieren comprar acciones de empresas, es decir, de negocios productivos. Para aquellos que quieran profundizar este tema les recomiendo la siguiente nota: Buffett dice “no al oro”: todos contra Warren.
Yo tengo una visión opuesta con respecto al metal amarillo. Creo que en este contexto del mundo, con la fuerte emisión de dólares y euros, el oro es una buena idea. Pero el inversor más exitoso del mundo no piensa lo mismo, usted puede elegir qué pensar…
La salud de Buffett y su sucesor
Unas semanas atrás a Buffett le diagnosticaron un cáncer de próstata, por ello muchos accionistas le preguntaron sobre su salud. A lo que él contestó: “Me siento muy bien. Me encanta lo que hago. Y trabajo con gente que quiero”.
Sin embargo, la expectativa y la incógnita por saber quién podría sucederlo está muy latente entre los inversionistas. Para aquellos interesados, este tema lo tratamos en profundidad en la siguiente nota: Conozca los candidatos al trono inversor de Warren Buffett.
Las inversiones de Buffett
El secreto, cuenta él, está en elegir siempre compañías de primera línea, con sólidos negocios y marcas. En la lista de sus inversiones más importantes podemos encontrar a las siguientes compañías:
- Coca Cola, que representa el 21% de su cartera
- IBM, el 17%
- El banco Wells Fargo, el 16%
- American Express, el 10%
- Procter & Gamble, el 8%
- Kraft, el 5%
- Wal-Mart, el 4%
Como verá, son todas acciones de primerísima línea que tienen pocas chances de desaparecer de un día para el otro.
Si usted se identifica con la forma de hacer dinero de Buffett, tiene dos alternativas: o compra las propias acciones de Berkshire Hathaway –la empresa de Buffett- o compra cada una de las acciones que Buffett compra a través de su empresa.
ALGUNOS PENSAMIENTOS ADICIONALES…
Diego Bossio es el Director Ejecutivo de la Anses, el organismo responsable de manejar las inversiones que el Estado destina para asegurar el pago de las jubilaciones futuras de millones de argentinos.
Imaginemos que en un rapto de locura decide levantar el teléfono y llamar a Warren Buffett para pedirle ayuda.
Warren, si bien es la persona más exitosa en el mundo de las inversiones, anda muy tranquila por la vida y, por ello, lo atiende.
Bossio lo conmueve con la historia de su madre, que está preocupada acerca de la seguridad de la jubilación que recibe todos los meses, y por eso le pide “consejos” acerca de cómo invertir los fondos de la Anses. Warren lo duda, ya que él está divertido manejando las millonarias inversiones de su empresa, pero conmovido por la historia de la madre de Bossio, se toma un avión y viaja a Buenos Aires para ayudar al argentino.
Mientras viaja en el avión, empieza a leer acerca de la situación del “Fondo de garantía de Sustentabilidad”, como se conoce al fondo de la Anses que financia las jubilaciones de los argentinos.
Con 45.000 millones de dólares de capital, Buffett cree que se pueden hacer bastantes cosas interesantes. Si bien él maneja 200.000 millones de dólares con su empresa, está acostumbrado a manejar montos menores sin problemas.
Cuando empieza a revisar las tenencias del fondo argentino, queda un poco confundido. Casi el 60% de la cartera está invertida en una sola clase de activos: bonos emitidos por el Gobierno argentino.
“Debe de haber algún error en la información que me dieron”, piensa en voz alta Buffett. “No puede ser que inviertan la mayoría del capital en inversiones de corto plazo –como los bonos- cuando el objetivo del fondo es de 20 o 30 años”.
Por ello, decide cerrar la carpeta y esperar a hablar personalmente con Bossio para aclarar sus dudas…
Luego de aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza, Buffett se dirige inmediatamente a la oficina de Bossio, ubicada en el centro porteño. Apenas ve el edificio de la Anses, queda sorprendido por la construcción, pero queda aún más sorprendido cuando lo hacen entrar por la puerta de servicio.
El portero del edificio le pide disculpas, pero le dice que son órdenes de Bossio, que dio expresas indicaciones para que ningún empleado de la Anses se entere que Buffett está en el edificio. Tiene miedo que le hagan algún piquete o le tomen el edificio en repudio de la visita del estadounidense.
De esta manera Buffett, esquivando las bolsas de basura y los elementos de limpieza, toma el viejo y pequeño ascensor que lo lleva al piso donde está la oficina de Bossio. Cuando llega, éste lo recibe con un gran abrazo. Sorprendido por el cariño latino, recibe las primeras palabras del anfitrión con más sorpresa, “Warren, le agradezco un montón que haya venido, disculpe que tuvo que entrar por la puerta de servicio y que mi oficina tenga todas las persianas cerradas, pero no quiero que nadie del Gobierno argentino se entere que usted está acá. Verá, somos un Gobierno nacional y popular y no está bien visto la visita de expertos en inversiones mundiales…”.
Warren queda un poco perplejo, pero propone ir al tema de las inversiones que es lo que le apasiona. Lo primero que le pregunta el Mago de Omaha a Bossio es sobre la tenencia de bonos del fondo. “Diego, ¿es verdad que el 60% de las inversiones de su fondo están en bonos argentinos?, porque esa es una inversión de corto plazo y usted está invirtiendo a 30 años, ¿qué lógica tiene hacer eso?”
Diego baja la cabeza, suspira y con poca potencia en su voz dice “verá, yo sé que está mal invertir casi toda nuestra cartera en bonos, pero – primero Néstor y después Cristina- me obligan a comprar bonos para financiar el déficit del Estado argentino. Yo sé que es no es lo mejor para el largo plazo, pero no me queda otra…”.
A lo que Warren le dice: “¿y por qué no se junta con Cristina y le explica que este tipo de fondos tiene que aplicar otras estrategias de inversiones, estrategias que tengan menor riesgo y más rentabilidad? Yo lo podría acompañar a la reunión y explicarle a su jefa que hay técnicas y estrategias para invertir en el largo plazo que funcionaron durante muchas décadas y que puede implementar hoy mismo para tener muchos mejores resultados con los ahorros de los argentinos”.
“Es que en realidad el fondo no tiene como objetivo sólo la rentabilidad y el bajo riesgo, sino que en realidad queremos ayudar a que el país crezca y tenga consumo así todos están contentos”, dice Diego.
“Pero qué pasa si en algún momento Argentina tiene problemas y no puede pagar los bonos, ¡Tiene el 60% de los ahorros de los jubilados en bonos argentinos!”, se enoja Warren. Y agrega, “yo vendería el 50% de esos bonos mañana mismo y compraría acciones de las empresas más prestigiosas del mundo, pasado mañana. Ojo, no digo que sean todas empresas estadounidenses, sé que a ustedes no les caen muy bien, pero pueden ser firmas chinas, brasileras o indias. Pero un fondo de estas características debe tener estas inversiones si quiere disminuir el riesgo e incrementar la rentabilidad a largo plazo”.
Diego se queda pensativo ante las opiniones de Buffett. Queda en el medio de una lucha con su conciencia: sabe que Buffett tiene razón, que la política de inversiones de la Anses es una locura, pero por otro lado, no se imagina ni siquiera proponiendo a las autoridades del país lo que sugiere Warren. Con sólo hablar de la idea, lo echarían en dos minutos a las patadas del Gobierno.
Entonces se le ocurre una idea mejor, “Warren, ¿puedo invertir mis ahorros en su empresa? Verá, en unos años mi madre se va a quedar sin jubilación si sigo invirtiendo los fondos de la Anses como lo estoy haciendo ahora. Y mi idea es seguir manteniendo mi nivel de vida y el de mi madre cuando esto pase. Por eso, tengo unos ahorros y se me ocurre que es mejor que los invierta con usted y de esta forma me armo un fondito como una especie de jubilación privada para cuando esto pase. ¿Qué le parece?”, pregunta Bossi.
“Diego, encantado”, dice Warren, “el tema es que hace décadas que no tomo más inversiones de individuos directamente, pero puede comprar acciones de mi empresa sin problemas, se llama Berkshire Hathaway, lo puedo dejar en contacto con mi bróker y arreglan entre ustedes”.
“¡Gracias Warren! creo que esta es la mejor opción: no me peleo con Cristina, sigo cobrando mi alto sueldo de funcionario, recibiendo invitaciones a las fiestas y cocteles en ‘La Rosada’ y cuando todo se complique, tengo mi dinero con usted seguro y rentable”, le dice Diego.
Luego de esta larga charla, a la noche, Warren va con Diego a un show de tango y antes de la medianoche el Mago de Omaha toma un vuelo de vuelta a Estados Unidos.
Lejos de aclarar y despejar sus dudas, después de menos de 24 horas en la Argentina, Buffett se va mucho más confundido de lo que había llegado…
¡Le deseo una excelente semana de inversiones!
Federico Tessore.
fuente: Inversor Global
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