En múltiples ocasiones hemos cometido el error simplemente en planificar alguna tarea, plan o idea, sin tomar en cuenta que ésta no se consolida en sólo papel, requiere otros elementos esenciales entre ellos; el combustible principal: acción.
Podemos hacer una larga lista de los principales puntos a tomar en cuenta a la hora de planificar: objetivo claro, identificar los recursos y realizar un plan de trabajo, podemos decir que estos procesos pueden ayudarnos a sustentar una idea. Para ello falta el impulso que solo lo da el accionar cada uno.
Asignar períodos a la ejecución nos proporciona una mejor visión, lapsos cortos, medianos y largos nos permitirán ver resultados en poco tiempo dándonos la señal que vamos avanzando. Cada tarea debe estar separada y contará con su propio espacio de ejecución.
Al detallar los objetivos sería ideal puntualizar cada meta y qué espero de cada una de ellas. Conocer los recursos financieros y las personas que puedan hacer equipo en esta ejecución, se hace necesario asociarlo al punto anterior.
Priorizar cada paso es de vital importancia, nos indicará con cuál aspecto iniciaré mi proyecto y cuáles serán las tareas secundarias. También nos permitirá visualizar aquellas actividades inútiles que solo quitan tiempo.
Luego de revisar cada uno de los planteamientos vamos a la acción, puesta en marcha, ejecución de nuestro proyecto e idea. Ubicados en esta posición tendremos el resultado del trabajo realizado, qué funciona, cómo mejoramos, posibles errores, correcciones, sustituir la idea, mantenernos en el mismo sitio, renovar en un tiempo determinado. Son algunas de las preguntas que nos haremos al “echar andar”, para así pasar a la última fase que es seguimiento.
La verificación de las características que componen el desarrollo de lo que deseo cumplir requiere seguimiento, que cada uno se lleve a cabo de forma ordenada, los elementos adicionales que hemos tomado en cuenta e ir mejorando la idea cada instante. No llevar un plan por muy pequeño que sea, hará que desperdiciemos un tiempo importante en un camino que no nos conducen a ningún lugar.
Otro atributo al momento de planificar y llevar a la acción es tomar en consideración los momentos de crisis, que a todos nos sucede. Prever algún tipo riesgo, costos adicionales, nos dará un poco de estabilidad y lograr salir airosos en un menor plazo.
Establecer estrategias le dará claridad al enfoque y ejecutarlas nos permitirá ver cristalizados nuestros más anhelados propósitos.