La metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica y afirma algo relevante que no puede ser experimentado. Hermes es considerado el Padre de la Sabiduría. Su enseñanza se mantuvo secreta para la gente y sólo fue revelada a unos pocos escogidos. De allí viene el concepto de «herméticamente» guardado. La idea es que cada problema surge por quebrar alguna ley del Universo.
El ser humano sufre por su falta de su conocimiento y crea sus problemas por desconocer el funcionamiento de la vida. Eso lo lleva a cometer errores que luego se transforman en dificultades. Es como si chocara contra una pared, sin advertir que podría saltarla por encima.
Sólo cuando llega a entender, puede resolver. El conocimiento es Poder. Un problema es una oportunidad para aprender si se mantiene la mente abierta y receptiva a la información. Hay que tomar conciencia de qué principio se quebró y luego alinearse con la vida para fluir con ella. El obstáculo es una señal de que llegó el momento de estudiar y aprender. Los siete principios que sostienen la teoría hermética son:
1-Mentalismo. Con el pensamiento se crea una realidad. El Universo es una creación mental. La comprensión del principio permite conocer la ley que rige la mente y aplicarla para lograr bienestar y desarrollo. Lo que pensamos determina nuestra realidad, somos eso que pensamos.
2-Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Este principio se manifiesta en lo físico, en lo mental y en lo espiritual. Todo lo que llevas adentro atrae a tu vida cierto tipo de gente. Todo lo micro es fiel reflejo de lo macro. Hay siempre una correspondencia entre las leyes y los fenómenos y al saberlo lo incomprensible se hace claro. El Universo es regido por similares principios.
3-Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra. Evoluciona hacia un nivel mejor de existencia. Explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la mente y del espíritu; las que son el resultado de los estados vibratorios. Cuánto más más alta sea la vibración, más elevada será su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad tan infinita que puede considerarse como si estuviera en reposo; de igual manera que una rueda que gira rápidamente parece que estuviera sin movimiento.
4-Polaridad. Todo es por partida doble, todo tiene dos polos, un par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo en diferente grado; todos los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse. El «Bien» y el «Mal» son los polos de una misma y sola cosa, y el arte de transmutar el mal en el bien se logra aplicando el principio de polaridad.
5-Ritmo. Todo fluye y refluye; hay períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida del movimiento es la misma hacia la izquierda o derecha; el ritmo es la compensación. Nada es permanente. Y esta ley rige para todo. Se manifiesta en la creación como en la destrucción, en el progreso como en la decadencia de las naciones, en la vida y en los estados mentales del hombre.
6-Causa y efecto. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley. Nada ocurre casualmente. Todo es causalidad.
7-Género. El género existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad. Para crear hacen falta los dos. La palabra género deriva de la raíz latina que significa «concebir, procrear, generar, crear, producir» y tiene un significado más amplio que el término sexo, pues éste se refiere a las distinciones físicas entre los machos y hembras
Más allá de la Física. La influencia del hermetismo llegó a los grandes alquimistas que estudiaron la obra de su creador, es así como surgió la idea de la piedra filosofal que pudiera transmutar los metales en oro. Por esta razón es difícil desligar el hermetismo filosófico del técnico.
Cuando se violan los principios de la vida se choca contra obstáculos recurrentes. La metafísica pone al ser humano en contacto con lo que se encuentra más allá de lo físico y perceptible por los cinco sentidos. Es el puente que une dimensiones que se encuentran en la misma psiquis.
Es como la ley de la gravedad, la conozcas o no, si tiras un objeto al aire, caerá por su propio peso, la conozcas o no, siempre va a estar en acción. Lo mismo ocurre con estas leyes, si las conoces y actúas a su favor, te irá bien en la vida, si actúas en su contra, te sucederán cosas indeseables.
Las 7 leyes responden a pensamientos, sentimientos, acciones y palabras. No importa quien eres o lo que haces, o dónde vivas, los principios responden a las creencias y actúan de igual modo. Siéntete próspero, y lo serás. Siéntete afortunado, y serás afortunado. Pero si estás centrado en el sufrimiento, eso es lo que vas a tener. Tú decides que quieres sentir y pensar. El camino es cultivar pensamientos que den felicidad y olvidar los que hacen sentir mal. El que sabe lo que quiere, lo convierte en pensamiento central, e incluye a los sentimientos, atrae el ideal a su vida.
Potenciar la espiritualidad en los niños. Con palabras simples, se los puede introducir en la metafísica para ayudarlos a ir más allá de lo físico, a pensar sobre lo intangible, sobre lo espiritual, y sobre lo que sienten pero no pueden comprobar o medir. La metafísica se conecta con lo que no pueden experimentar -como la energía, los ángeles, la intención, los chakras, el aura, el pensamiento,-, pero que existen en el plano espiritual y energético. En medio de la vorágine del día a día, de la hiperactividad y de la inmersión excesiva en la tecnología, las enseñanzas metafísicas fortalecen la seguridad en sí mismo, la conexión con el mundo interior, la paciencia y la tolerancia.
Estas prácticas potencian el crecimiento espiritual. Al crecer conociendo estos temas, podrán escuchar su voz interior, con meditaciones, mantras, o rezando. Si antes de tomar grandes decisiones aprenden a contactarse con el alma y al Ser de Luz que cada uno siente, suman un recurso valioso.
La infancia es el mejor lugar para habilitar las experiencias espirituales. Si nuestros hijos pudieran hacer talleres de chamanismo, meditación, bioenergética o biodanza, si pudieran comprender las constelaciones familiares o jugar con las cartas del Tarot, sin dejar de ser chicos normales, que juegan y se divierten, tendrían más posibilidades para desplegar lo espiritual en el futuro. No olvidemos que el niño es el padre del hombre.
Ejemplos. Podemos incorporar la metafísica, haciéndolos tomar conciencia de la importancia que tiene lo que piensan y lo que sienten.
Podemos enseñarles “la ley de mentalismo” que afirma que somos libres de pensar en positivo o negativo. Pero si pensamos positivamente viviremos más momentos de alegría. Contarles que la mente atrae lo que piensa y que eso en algún momento se puede hacer realidad.
Podemos recordarles la «Ley de Causa y efecto»: todo lo que damos al otro será lo que recibiremos de él. Si dañamos a un amigo, en algún momento vamos a recibir esa agresión. Lo mismo cuando ofrecemos ayuda, vuelve (aunque a veces haya que esperar). O recordarles al acostarse, que somos luz y que si esa luz se expande, nada ni nadie los puede dañar. Teniendo presente esta idea, podrán conciliar un sueño profundo y tranquilo. Si los niños conocen las enseñanzas metafísicas, su crecimiento espiritual enriquecerá día a día su calidad de vida.
Todo lo que hay en la mente, es lo que se va a manifestar, los límites para la realización de los deseos son las imágenes limitantes que existen en la mente. El poder de la mente es enorme, pero es uno mismo quien tiene que abrirla. Muchas veces no hay conciencia de las imágenes mentales que se poseen. Se culpa a la mala suerte, a la pareja, al jefe, a la situación del país, al sistema capitalista. No se advierte que la mente actúa de forma mecánica, y reproduce lo que más se dice. Si alguien repite, una y otra vez, que le irá mal, eso es lo que vas a recoger. Ere libre de elegir que ser, que hacer, y que tener en tu vida. Tú decides. Lo que no podrás nunca es evitar las consecuencias de tus decisiones.
Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.
Dr. Horacio Krell CEO de Ilvem. [email protected]