Un día el emprendedor siente que no siente…el entusiasmo ya no está, la motivación salió a dar una vuelta….pero no volvió…Es una sensación rara para aquellos que estamos acostumbrados a que el problema usualmente es el opuesto: la dificultad para controlar la energía, la pasión y el fluir de la idea transformada en iniciativa.
Qué hacer ante esta circunstancia, cómo manejar la preocupación ante este íntimo reconocimiento? Cómo volver (si fuera posible) a sentir la pasión que sentíamos antes?
La pérdida de la energía
El espíritu emprendedor se transluce en una actitud en la vida, la energía es sólo el combustible que usa el emprendedor para desarrollarla.
Por lo tanto (a menos que razones de salud mental lo impidan) el espíritu emprendedor no es algo que se pierda, a lo sumo puede dejar de ser liberado por una decisión consciente del individuo emprendedor.
Sí puede ocurrirle a algunos emprendedores que alguna vez o cíclicamente luego de lapsos de tiempos productivos y sobre todo si son intensos, una suerte de agotamiento temporario puede sobrevenir de manera tal que la energía merme o simplemente el organismo requiera descanso mental, alejarse un poco y oxigenarse. La pasión se pierde.
Se trata de una necesidad natural, a menudo la dedicación emprendedora es potente y sostenida en el tiempo con niveles altos de enfoque y concentración…lógicamente un organismo sano requiere de recupero.
Recuerden situaciones como la que describimos y verán que usualmente es presidida por otras señales: imposibilidad de conectarse con otros aspectos de la vida o desempeñar otros roles con soltura (pareja, hijos, amigos, hobbies, etc..). Cuando estas situaciones aparecen y nos molestan, representan una clara señal de cansancio y de que el agotamiento está cerca…
Existen formas de posponer este colapso y “llevarlo” hasta el momento en el que sí podemos tomarnos un descanso, lo cual implica tener control sobre nosotros mismos y un mayor conocimiento sobre nuestro funcionamiento.
Técnicas simples para gestionar el desgaste emprendedor
- Cada organismo tiene un biorritmo propio, por lo que produce mejores rendimientos a determinados horarios del día: conocerlo es una gran ventaja para planificar la agenda emprendedora y distribuir las tareas de acuerdo a la capacidad propia.
- Intercalar actividades que requieren de mucha concentración y desgaste de energía con otras más rutinarias o automatizadas, que viene a representar una suerte de descanso en el contexto crítico que estamos tratando.
- Mezclar la actividad intelectual con actividad física: sin abandonar el escritorio, la mesa de trabajo, o lo que sea, se puede matizar con un par de ejercicios de fuerza o, mejor aún de elongación: especialmente éstos últimos relajan y brindan estiramiento muscular, dado que la tensión del enfoque también contrae músculos y no es raro terminar con una contractura, especialmente en zona lumbar y base del cuello.
- Poner un stop y hacer algo distinto: salir a tomar un café, caminar o encontrarse un rato con algún amigo o conocido a conversar un rato de cualquier otra cosa…oxigenarse un poco.
Una vez agotada la batería ¿cómo recuperar?
Lo primero es delegar lo máximo posible y tomar un descanso o al menos algo de distancia: la mente dice claramente que hasta aquí llegó y no puede seguir enfocada.
Punto, a buen entendedor pocas palabras.
Por eso es que no hay que salir corriendo a buscar fuentes de inspiración, es muy probable que no surtan efecto… Y menos aún sentirse culpable, vago o mediocre de repente. La máquina pide tregua, leamos bien…
Un par de días pueden ser necesarios para comenzar a sentir una incipiente intención de hacer algo, usualmente diferente de lo nuestro…
Entiéndase, esto no significa que no haremos nada de nada…Cuando hablamos de éste tipo de crisis nos referimos a la crisis de inspiración, aunque cierto es también que el agotamiento nos demande un descanso más profundo…Una carga total de baterías….
Cómo les decía más arriba, una vez pasado el agotamiento es muy recomendable vincularse con ámbitos que no son el propio ni los que uno frecuenta habitualmente ligados al emprendimiento propio. A continuación una serie de sugerencias concretas que pueden ayudar a recuperar la pasión:
- Ir al cine o teatro
- Visitar ámbitos relacionados con el arte
- Asistir a espectáculos de cualquier tipo en el que seamos partícipes pasivos
- Si el deporte nos oxigena la azotea, adelante con el deporte. Cansancio físico ayuda a descansar la mente, toda vez que cambia el centro de desgaste.
- Hace una cura de “pensar en nada” al mejor estilo Gieco.
- Evitar leer, que siempre sea del tema que fuere requiere concentración.
- Sentarse a perder el tiempo con amigos.
Entonces, cuando realmente sintamos que estamos perdiendo el tiempo, nuestro valioso tiempo…volveremos naturalmente a conectarnos con nuestro emprendimiento. De forma natural y genuina.