Vender y ser tímido es todo un problema. Con estos consejos para salir de la zona de confort podrás salir a la conquista de clientes.
Si me encuentras en una fiesta no tendré mucho que decir. Si te sientes al lado de mí en un vuelo, es probable que no te diga ni una sola palabra. Lo acepto, soy una persona introvertida.
Para mí nunca ha sido fácil iniciar conversaciones con personas que no conozco. Pero si me vieras participando en un Google Hangout o en una entrevista en la televisión o en uno de mis seminarios de ventas, nunca te darías cuenta. Cuando salí de la universidad tenía pánico a asistir a una entrevista de trabajo hasta que me convencí que el empleador no iría a mi casa para contratarme. Vendí autos por siete años y nunca me sentí cómodo saludando a los clientes. Sin embargo, encontré la manera de lograr grandes ventas.
Todos podemos ser introvertidos o extrovertidos, dependiendo de la situación. Conozco gente que puede ser considerada como extrovertida cuando es el anfitrión de una fiesta, pero en cambio cuando son invitados y no conocen a nadie, son muy tímidos. Como conferencista y profesor me he convertido en alguien extrovertido para entregar información, pero, por ejemplo, cuando asisto a los seminarios sigo siendo muy introvertido.
Entonces, ¿cómo puedes ser extrovertido en una situación de ventas cuando no te sientes naturalmente cómodo con ella? Te comparto mis consejos para salir de tu zona de confort y lograr el tan esperado cierre:
Apasiónate
Me emociono tanto sobre lo que estoy vendiendo que siento la necesidad de compartirlo con el resto del mundo. Sentir pasión por tu producto o servicios hace que te interese menos la forma en que los demás te perciben, ya que sólo te importa mostrar la emoción de lo que tienes que ofrecer.