El Principito es uno de los libros más leídos de la humanidad. Con más de 265 traducciones, mil 300 ediciones y 145 millones de ejemplares vendidos, el éxito escrito por Antoine Saint-Exupéry nos dejó grandes enseñanzas sobre valores como la amistad, el amor, y también sobre los negocios.
Compartimos algunas:
Valora tu tiempo
“Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!”, le dijo el zorro del cuento al Principito.
En los negocios, el manejo del tiempo es vital. En la India enseñan que «Tiempo perdido es vida perdida» y los americanos afirman «Time is money».
No le pidas “peras al olmo”
“Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar —continuó el rey —. La autoridad se apoya antes que nada en la razón”.
Un buen líder detecta, conoce y potencia las habilidades de su equipo.
Disfruta de las pequeñas cosas
“Lo que el Principito no se atrevía a confesarse era que la causa por la cual lamentaba no quedarse en este bendito planeta se debía a las mil cuatrocientas cuarenta puestas de sol que podría disfrutar cada veinticuatro horas”.
A la cima se llega peldaño a peldaño. El camino incluye caídas, pasos en falso y hasta podría tener la necesidad de retroceder para luego avanzar. El combustible interno es la capacidad de disfrutar del proceso, independientemente del resultado.
Renuncia al control y a la posesión
Al llegar al cuarto planeta, que estaba ocupado por un hombre de negocios, el Principito le preguntó:
-¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?
– Me sirve para ser rico, contestó.
-¿Y de qué te sirve ser rico?
-Me sirve para comprar más estrellas si alguien las descubre.
«Este, se dijo a sí mismo el Principito, razona poco más o menos como mi borracho».
Acaparar no es parte de la agenda empresaria del siglo 21. Estamos en la era de la share economy
Antes de juzgar, júzgate a ti mismo
“Te juzgarás a ti mismo —le respondió el rey—. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio.
Yo puedo juzgarme a mí mismo en cualquier parte y no tengo necesidad de vivir aquí”
La coherencia es un intangible valioso en los negocios. Y se potencia por la alta exposición que generan las redes sociales, internet, el mobile office, etc.
No seas amargado
“’¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!’… Al parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!”
El poder de la risa en el trabajo y sus beneficios dejaron de ser un mito para convertirse en una realidad que cuenta con avales científicos, casos de estudio e especialistas en el management de la felicidad.
Aléjate de las personas tóxicas
En el planeta del Principito había semillas terribles… como las semillas del baobab. «El suelo del planeta está infestado de ellas. Si un baobab no se arranca a tiempo, no hay manera de desembarazarse de él más tarde; cubre todo el planeta y lo perfora con sus raíces. Y si el planeta es demasiado pequeño y los baobabs son numerosos, lo hacen estallar”
Mantener alejada a la gente tóxica es esencial para mantener la calma y tomar mejores decisiones
Cuando crezcas no pienses sólo en lo material
“Si les decimos a las personas mayores: ‘He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado’, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: ‘He visto una casa que vale cien mil pesos’. Entonces exclaman entusiasmados: ‘¡Oh, qué preciosa es!’”
Cuando una startup inicia, todos buscan un ambiente laboral «Google style» pero cuando crecen los emprendedores suelen olvidarse de la motivación inicial para enfocarse en el dinero.
Confía en quien vea lo mismo que tú ves
«El Principito fue el único que pudo ver el elefante devorado por una boa en el dibujo que creó el piloto del cuento, y no sólo el sombrero que todos los demás veían»
Una visión compartida fortalece al equipo
Sé lo que tu quieras ser
«Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas, ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor», relata el piloto.
Confianza, autoestima, claridad internar son atributos del buen emprendedor
Aprende a ser flexible
«Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos»
Los negocios no son lineales y el emprendedor debe estar siempre atento a las sañales del mercado para dar un golpe de timón a tiempo
Pasión en lo que emprendas
«Es el tiempo que has dedicado a tu rosa lo que la hace importante»