Los buenos emprendedores saben como afrontar las dificultades: en los momentos de altísima tensión, cuando campean la tormenta, se puede ver esa capacidad de responder y una agilidad muy particular… La habilidad para manejar las emociones es una de las principales características de un emprendedor. Por ejemplo en este momento hay gran disponibilidad de capital –sí, incluso en la Argentina de hoy- que quiere invertir en proyectos emprendedores. Pero los inversores dicen que lo que falta son buenos proyectos y buenos emprendedores… Cuando se miran las estadísticas de EE.UU. – existe un trabajo que se llama Global Entrepreneurship Market, que mide la actividad emprendedora– Argentina se ubica entre los primeros cinco países del mundo que genera emprendedores. Ahí se puede observar que el porcentaje de la población económicamente activa desarrolla su propio proyecto. No obstante al medir, qué porcentaje de los proyectos fracasan, Argentina también se encuentra entre los primeros. Existe un enorme gap entre una actitud muy emprendedora y la altísima tasa de fracaso. ¿Porqué ocurre esto? Porque un gran porcentaje de estos emprendedores lo son por necesidad y no por decisión: es la gente que dice no tuve opción. Esto significa que en Argentina hay una cultura emprendedora pero, curiosamente, sin buenos emprendedores y creo que eso tiene que ver con que aquel que es emprendedor por necesidad no se forma para ser mejor emprendedor, porque no piensan en aprender, incorporar habilidades y hacer un trabajo cada vez mejor.
* Andy Freire es licenciado en Economía magna cum laude por la Universidad de San Andrés, Argentina, y OPM de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Co fundador de Officenet, empresa que revolucionó la industria de distribución de artículos de oficina en Latinoamérica. Es creador y CEO de Axialent, empresa de consultoría que cuenta con oficinas en Norteamérica, Latinoamérica y Europa, y se dedica a mejorar el desempeño de las organizaciones a través del liderazgo, el trabajo en equipo y el desarrollo individual.