Las condiciones de entorno que se reflejan en factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos y ambientales hacen que los mercados en los cuales estemos compitiendo sean bastantes variables e inestables, por lo tanto en la actualidad, un gerente o director de una Pyme tiene que saber gestionar estos constantes cambios que afectan directamente a las organizaciones.
Lo importante es no ver estas situaciones como problemas sino como oportunidades que debemos aprovechar, hay que ser líderes innovadores y proactivos, es la única forma de salir adelante de manera exitosa realizando restructuraciones organizacionales y lo más relevante mantener a los equipos de trabajo motivados y comprometidos.
Los gerentes tienen que ser capaces de enfrentar los cambios y que sus colaboradores no pierdan el ánimo o se sientan vulnerables ante nuevas etapas que deben enfrentar. Es común que en las organizaciones encontremos personas que se resisten a los cambios, que no reconozcan las nuevas necesidades y por tanto, no reaccionan a tiempo. Mientras otros se encuentran deseosos de cambios, lo ven como una nueva oportunidad para surgir y crecer en el mundo laboral.
Los conceptos de innovación y cambio organizacional se unen de manera inseparable, ya que esto se produce con una velocidad que nunca antes se había visto. De esta forma, las prácticas válidas en la antigüedad, ya no son validas en las empresas modernas e innovadoras, que son las que van marcando el camino a seguir.
Los ejecutivos actuales se tienen que adelantar a las restructuraciones, ocuparse de dar rápida respuesta a los requerimientos y ser flexible para poder modificar procedimientos adquiriendo nuevas y novedosas medidas que revolucionen y refresquen el entorno laboral, estimulando sobre todo la innovación y la creatividad dentro de los equipos de trabajo.
Esta situación es continua, no hemos terminado de adaptarnos a los nuevos cambios y surgirán nuevos desafíos y necesidades, lo que involucrará nuevas ideas, iniciativas y restructuraciones en la organización.
El gerente debe saber gestionar las transiciones de los cambios que se producirán contantemente y llevarlas adelante con el equipo. La organización alcanzará sus objetivos cuando la totalidad de las personas que trabajan en la empresa completen su transición individual.
La gerencia y su planta ejecutiva tiene que ser consciente y capaz de gestionar dentro de la organización: las competencias de las personas en donde se debe conocer con claridad que conocimientos, que comportamientos y que habilidades son necesarias que los colaboradores posean con la finalidad de lograr que el desempeño de ellos se alineen dentro de la estrategia corporativa y poder así alcanzar el éxito.
En definitiva, la organización tiene que lograr que el clima laboral dentro de la organización no se relacione con la incertidumbre y la inestabilidad laboral y de equipo de trabajo, ya que si esto ocurre afectará la motivación, el compromiso y sobre todo, la productividad de los colaboradores y de la empresa.