La expresión Time is money implica la relación entre tiempo y dinero. Ganar tiempo puede significar hacer más en menos tiempo o, por el contrario, frenar algo por no saber cómo resolverlo. Todos querríamos poder realizar todo al mismo tiempo: trabajar, estar con la familia, leer, viajar, ayudar a quienes nos necesitan, emprender proyectos, etc. Pero la respuesta habitual es: no tengo tiempo.
Todos empezamos el día con un crédito por 24 horas que nos otorga el Banco del Tiempo. Esa cuenta tiene ese límite y vamos retirando segundos, minutos y horas pero al final del día perdemos todo que no pudimos usar. El banco funciona los 365 días del año pero no permite contar con saldos en descubierto ni arrastrar balances. Cada día nos abre una cuenta nueva y cada noche quema los registros. No da créditos para mañana.
El tiempo tenía un valor potencial hace un instante y lo perderá dentro de un rato, sólo tiene valor ahora, con lo que estamos haciendo.
La libertad para el uso del tiempo está condicionada por las horas que dedicamos dormir y trabajar, sobre el resto hay libertad de elección.
El secreto en el uso del tiempo está en disminuir el esfuerzo en hacer las cosas para incorporar aquellas que deseamos. Para ganar tiempo es necesario tener un objetivo a realizar en el espacio ganado. La vida suele estar llena de “deberíamos” que nos quitan la posibilidad de hacer aquello que nos gusta. Para lograrlo deberíamos comenzar por eliminar lo innecesario, esos hábitos que nos quitan tanto tiempo.
Luego hay dejar de hacer aplicando fuerza bruta y reemplazarla por métodos sencillos y eficaces. Los métodos son la mayor riqueza del hombre. Si bien es imposible hacer dos cosas a la vez podemos poner en marcha procesos que funcionen automáticamente y delegando bajo control.
Estudio de tiempos y movimientos. La aplicación de la ciencia a los problemas de negocios y el uso de los métodos de mejora y planeación del trabajo fue introducido por Frederick Winslow Taylor. Dividió cada tarea en sus partes, coordinando cada una y reorganizando las mismas del mejor modo. Por medio de cálculos buscó transformar la administración, que tenía una tradición esencialmente oral, en un conjunto de técnicas escritas en base a cálculos. Este punto de vista mecánico del comportamiento preparó el camino para que las relaciones humanas sustituyeran la administración científica en la aplicación gerencial. Para Taylor todos podemos ser más productivos, es decir hacer más en igual o menor tiempo.
La dieta del tiempo. Lo importante es elegir y hace bien lo que genera valor, y no hacer muy bien lo que no sirve para nada. Primero tomar conciencia del problema, indagar las causas y separar lo urgente de lo importante. Los ladrones de tiempo son generalmente ladrones internos disfrazados por creencias y actitudes. La administración estratégica interroga: ¿dónde estaba ayer? ¿dónde estoy hoy?¿dónde quiero estar mañana? ¿cómo haré para conseguirlo? La clave está en saber lo que se quiere, no en planificar mecánicamente desde los recursos y calcular resultados. Porque el que falla al planear, planea fracasar. Es mejor partir del futuro deseado y retroceder hasta el presente. Si nos guía el pasado repetiremos la rutina. Para inventar el futuro, hay que partir del ideal, viendo el final la película que uno mismo realizará.
Hacia una agenda productiva. El primer paso es registrar tus actividades, dime lo que haces y te diré quién eres. Saber invertir tu tiempo y tu energía es el punto de partida para el cambio. Ver es la capacidad de percibir cuando los rayos de luz alcanzan tus ojos. Mirar es dirigir la mirada, fijar la vista en algo. Observar es hacerlo a conciencia para descubrir, recibir y aprovechar una oportunidad. No se trata de observarlo todo. Así como el minero lleva la luz en la frente, porque sujeta al casco tiene una lámpara que la protege de cualquier golpe, tú también puedes hacer la luz en medio de tantos estímulos y oscuridades. Para eso debes saber qué buscas, qué información precisas y cuál es la piedra preciosa que pretendes encontrar. En medio de tanta oferta: ¿Qué te interesa, qué eliges, en qué eventos participas? La vida puede someterte a condiciones, pero tú debes elegir qué sí y qué no, qué es coherente con tu plan, cuánto tiempo vale la pena invertir. El primer gran paso es hacer el inventario de tu tiempo.
La tecnología te ayuda. Procrastinar es el término que resume lo que dejas para mañana porque no lo puedes hacer hoy. Y la paradoja es que los últimos avances tecnológicos intentan captar tu atención y son responsables de las distracciones producidas por el bombardeo constante de datos proveniente de computadoras y dispositivos electrónicos móviles.
Estamos entrando en la era de la pérdida de tiempo. Una de cuatro personas se describiría a sí misma como perdedora de tiempo crónica. Un estudio publicado en Reino Unido, revela que el 36% de los encuestados pierden una hora de productividad al día revisando correos y redes sociales. Y de acuerdo a otro informe, los usuarios de teléfonos inteligentes revisan este aparato una media de 221 veces al día.
Toda una industria está naciendo para ofrecer modos de frenar estos impulsos irracionales, desde libros de autoayuda a cursos en línea impartidos por expertos en eficiencia empresarial. Pero el último grito de la moda son las aplicaciones contra la pérdida de tiempo.
Educar a padres e hijos. Los padres de hoy no están preparados para hacer frente al intenso atractivo del mundo digital sobre sus hijos, a guiarlos para que aprendan hábitos que les ayuden a hacer uso de este mundo, sin ser tragados por él. Algunos padres están pegados a sus dispositivos, respondiendo cada vez que suenan o enviando mensajes. Otros son incapaces de establecer normas para el uso de estas tecnologías para sus hijos.
Los niños aprenden con el ejemplo, y copian el comportamiento de los adultos. Los padres deberían pensarlo dos veces antes de utilizar sus dispositivos móviles en presencia de sus hijos. Un estudio en restaurantes de comida rápida, notó que 40 de los adultos inmediatamente sacaron dispositivos móviles y los usaron durante la comida. A menudo les prestaban más atención a ellos que a los niños. Los investigadores descubrieron que los niños eran más propensos a comportarse mal, al parecer en un intento de llamar la atención de sus padres.
Un reciente aumento del 20 por ciento de lesiones que terminan en salas de urgencias de pediatría, lo conecta a una falta de atención de los cuidadores de niños y bebés en la bañera y en los parques. Tu reacción y atención no es la misma cuando estás escribiendo o hablando por teléfono.
Los niños se convierten en adultos fuertes a través de pequeñas desilusiones. No importa si tu hijo se vuelve loco, se aburre o se pone nervioso porque no sabe que están haciendo sus amigos en línea. Controlar el tiempo que los niños pasan en con elementos es responsabilidad de los padres: El rol de los padres es supervisar su uso, controlar el tiempo y luego asegurarse de que se sigan las reglas acordadas.
Que alcance el tiempo. Tratas de encontrar un hueco para que el día te rinda. Robar un rato de esto para esto otro. Pero apilas actividades sin pensarlas, al mismo tiempo que deseas dejar de sobrevivir en busca vivir algo más equilibrado. Hay estrategias para ordenar el tiempo:
7 horas de sueño. Un sueño reparador prepara un día productivo, incrementa la memoria, la creatividad y la atención y disminuye el estrés.
Meditar. Dedicar un tiempo a respirar, meditar o practicar ejercicios para hacer consciente y claro el día que está comenzando. Agradecer el día que está por vivir da claridad para planificar y dimensionar cada cosa, y puedes meditar en la cama, en el colectivo o en la ducha.
Poner el cuerpo en movimiento. El ejercicio debe ser parte de la vida diaria. Los adultos deben dedicarle unos 150 minutos semanales a la actividad aeróbica moderada. Hacerlo temprano, a la mañana, sirve para alcanzar metas con un cerebro en positivo y el estrés bajo control.
Consumir proteínas. Otra de las propuestas es sobre el desayuno, se recomienda ingerir 30 gramos de proteínas, 30 minutos después de despertarse. Las comidas ricas en proteínas dan una sensación de saciedad mayor ya que tardan más en dejar el estómago. Leche, quesos y carnes.
Leer / escuchar contenidos interesantes. La gente común busca entretenerse, la gente extraordinaria busca educación y conocimiento. Leer de 15 a 30 minutos a primera hora te sitúa en una zona privilegiada para seguir adelante con un buen día.
Baño de inmersión. Aumenta la salud física y mental, y beneficia la circulación y el sistema digestivo a largo plazo. El agua fría dispara ciertos neuroquímicos que modifican el humor. Cuando el agua fría golpea en la espalda se puede bajar el ritmo de mi respiración y lograr la calma.
Revisar la propia visión de la vida. Escribir las metas a corto y mediano plazo. Pensando en ellas a diario se pasa el día trabajando hacia ellas, con sentido, sin confusión o ambigüedad sobre lo que se está haciendo.
Cómo mejorar tus destrezas de lectura. Como el día tiene 24 horas y eso no se puede cambiar lo único que puedes hacer, para ganar tiempo al tiempo, es modificar tus destrezas lectoras. Si le preguntas a alguien si conoce su nivel de velocidad en la lectura contestará que no. La mayoría sabe cuándo comienza a leer un libro pero no cuando lo terminará. Podrías darle un formato estratégico a tu lectura conociendo su nivel actual. Para Platón el comienzo es la parte más importante de cualquier trabajo. Haciendo click en http://www.ilvem.com/img/demostenesweb.swf y siguiendo las instrucciones podrás determinar tu velocidad y comprensión. El método de lectura veloz aumenta la velocidad y la comprensión.
El tercer tiempo. Para Edison el genio es un 10 % de inspiración y un 90 de transpiración. Picasso dijo: Cuando la inspiración llegue espero que me encuentre trabajando. La práctica hace al maestro. La ecuación hombre=tiempo ya no cierra. Eficiencia es hacer las cosas bien, eficacia es hacer lo correcto. El economista Wilfred Pareto descubrió que el 20% de las cosas que hacemos producen el 80% de los resultados. Pero la vida moderna nos lleva a vivir con urgencias y tensiones, a no saber por dónde empezar y a un vacío de ideas que nos aleja cada vez más de la eficacia.
Vísteme despacio que estoy apurado, decía Napoleón. Según Business Week, los franceses trabajan menos y producen más y mejor porque tienen tiempo para retomar los valores esenciales de familia, amistad, tiempo libre, eligen el presente concreto al global abstracto y anónimo, la simpleza de vivir, convivir en un ambiente alegre y realizar lo que saben hacer. Los que corren mucho suelen terminar en el mismo lugar, mueren por infarto o accidentes y se olvidan de vivir el único tiempo real que es el presente.
Vivir a mil desconecta los sentidos de la conciencia, la tensión mata, la creatividad muere. Educar para la fast life hace correr a velocidades imposibles sin métodos facilitadores de la productividad personal. Si aprendes a administrar el tiempo construirás desde una capacidad plena. Para eso educa tu sentido común: valoriza la lectura, camina más, cocina una receta completa, relata cuentos a tus hijos, practica deportes, pasa más tiempo con amigos, realiza tus buenas ideas. Como dijo John Lennon, la vida se nos pasa mientras seguimos haciendo planes.
Debemos tomar lo mejor del pasado para diseñar el futuro viviendo en el presente. Desvirtuar mitos y capitalizar experiencias para crear el porvenir. Evitar la dependencia cultural que supone pensar que los especialistas van a solucionar los problemas. Las experiencias son vitales, porque se enseña con el conocimiento y también con el ejemplo. Diseminar los valores éticos es la base para diseñar una estrategia de desarrollo. Una política basada en instrumentos induce a trabajar, mientras una política discrecional induce a ocupar su tiempo sin hacer nada y esperar.
Los tiempos de Ñaupa son tiempos antiguos que registran más añoranzas que pasiones. Los tiempos modernos son parecidos pero la diferencia está en el cambio cultural y en el tiempo psicológico individual. El tiempo que estás buscando lo podrás conseguir bajando la intensidad de los deseos mundanos. Rico no es el que más tiene sino el que menos necesita. El banco de tiempo personal se crea desde las intenciones. Cuanto más claras las tengas más tiempo ganarás. Luego aplica los principios de administración atinentes a cualquier proyecto: planeamiento, ejecución y control.
Lo que no midas no lo vas a mejorar. Educa tu cerebro para ganar tiempo y felicidad. Decía Borges que su principal pecado fue no haber sido feliz.
Dr. Horacio Krell. CEO de Ilvem. Mail de contacto: [email protected]