Cambio de política macroeconómica, posicionamiento del retail, consumos de sus habitantes, franchising consolidado y enormes expectativas por marcas extranjeras, abren nuevas perspectivas.
Con la anterior gestión gubernamental, Argentina vio caer la inversión extranjera hasta estar muy por debajo de su habitual tercer puesto en Latinoamérica, siendo superada por Chile, Colombia y Perú.
El actual gobierno quiere cambiar el estado de las cosas, atrayendo inversiones extranjeras y fomentando el turismo al país. Para lo cual empezó a cumplir promesas de su campaña electoral: Apertura comercial, quita del cepo cambiario liberando la cotización del dólar y desregulación de la economía permitiendo, por ejemplo, el normal giro de divisas al exterior o eliminando trabas a las importaciones.
Ahora bien, a estas nuevas condiciones macroeconómicas, se le suman otras que favorecen la llegada de marcas y franquicias extranjeras al país.
La Argentina cuenta con más de 42 M de habitantes, con un Buenos Aires como la segunda área metropolitana de Sudamérica (15 M) y con 10 ciudades con más de un millón de habitantes.
Cuenta con 125 malls y una gran cantidad de shopping a cielo abierto, sobre todo en las distintas provincias y muchas zonas comerciales y gastronómicas.
El argentino es “marquero”, es decir adora las marcas. Tiene un estilo europeo como ningún otro latinoamericano, aunque con una mirada constante a los EEUU. Le gusta comer afuera, aprecia la moda y está informado, lo que lo convierte en un consumidor nato.
El sistema de franquicias en la Argentina es un sector en franco crecimiento, con más de 700 compañías que las ofrecen en el país y 28.000 locales en el territorio nacional. Se trata de un sistema que emplea a más de 200 mil personas de forma directa y motoriza alrededor de 75 sectores e industrias. El franchising argentino canaliza el 22% de las ventas minoristas y es una fuente de generación de riqueza y empleo, representando cerca del 2,50% del PBI nacional. La Asociación Argentina de Marcas y Franquicias tiene 26 años de antigüedad y el franchising en Argentina cuenta con legislación, aspectos estos que avalan su evolución.
Si bien la relación de franquicias argentinas con respecto a las extranjeras es la más alta de Latinoamérica, superando el 90%, nada obsta que haya mucho lugar para marcas foráneas. Los argentinos las conocieron no sólo por su presencia en el país entre los años 90 y principios del 2000, sino también por los viajes por el mundo que, por citar un ejemplo, durante el 2015 superaron las 500.000 personas en la media mensual de turismo al exterior.
Y por sobre todas las cosas, se produce un fenómeno particular que ayuda a este proceso y en un doble sentido. Por un lado, un sin número de marcas extranjeras con presencia en los países vecinos y que no estaban en Argentina, por lo poco atractivo de sus condiciones; por ejemplo: la colombiana Juan Valdez (presente en Chile, Bolivia y Paraguay). Por el otro, la gran cantidad de argentinos con dinero disponible, deseosos de traer marcas internacionales, utilizando el sistema de franchising como modelo ideal. En este sentido, también hay una gran cantidad de grupos económicos, sean estos de retail, gastronomía u operadores de shoppings, mirando qué negocios se pueden traer y que, en otro sentido, no quieren perder el excelente porvenir.
En lo fáctico, en estos últimos 30 días, nuestra consultora ha recibido un llamativo número de pedidos de información de marcas americanas, españolas y brasileras. Y si a eso le sumamos los interesados locales, el tema se convierte en algo atractivo, que en muy poco tiempo se convertirá en tendencia.
Carlos Canudas. Especialista en franquicia