Dr. Horacio Krell – Director de Ilvem – [email protected]
Los países avanzados invierten en educación. Los maestros son estrellas, aquí admiramos a los ricos y famosos. Nos faltan PRINCIPIOS. El niño es el padre del hombre, vive en la edad de los estrenos, en el ejercicio pleno de la curiosidad. Nuestra sociedad perdió sus PRINCIPIOS en la alienación cotidiana, y puede recobrarlos cambiando la educación. La creatividad es el principio de todo lo bueno. El lazo docente-alumno es la clave de un proyecto país. Para salir de la oscuridad que nos domina hay que crear otra historia. El maestro educado tiene el futuro de los niños en sus manos y hace tangible su pasión.
El mejor regalo es tener buenos maestros. La sociedad se dio cuenta y pretende un cambio. El sistema educativo europeo por ejemplo, pretende desarrollen valores emocionales como realización personal, ciudadanía responsable, cohesión social; los que deberían asociarse con losvalores intelectuales y los hábitos operativos de destreza mental.
Un alumno es valioso si sabe y puede estudiar, pero si lo hace por dinero, no valoriza la intención. Es necesario inculcar la mentalidad de servicio aunque la cultura del facilismo e inmediatez atraviesa a la sociedad y se inserta en la escuela. Cuando llega a la universidad trata de zafar; elige materias de promoción directa, protesta por las que tienen extensa bibliografía y reclama gratuidad mientras ostenta celulares de última generación.
¿Cómo brindar oportunidades educativas cuando el Estado no puede?
En los años 80, Chile tenía un PBI muy bajo y no tenía recursos para hacerse cargo de la educación.
El desafío es mundial, cómo usar sistemas de incentivos para romper con la segregación social y con la transmisión de la desigualdad de padres a hijos. El sistema educativo argentino atrasa, es una fábrica de pobres que no funciona. El voucher educativo es un mecanismo nuevo que complementa la provisión pública de educación con la privada. Incentiva a los que proveen servicios educativos, y las familias acceden a una educación diferenciada. Se usa en Chile, en Colombia, en EEUU Unidos, en Europa, e incentiva a un rol más activo del sector privado.
El derecho de enseñar y aprender
Si los maestros fueran los dueños de la escuela, deberían competir en precio, servicios y contenidos, sin atarse a una ideología que adoctrina a los niños y cada escuela sería libre de elegir sus objetivos y su forma de enseñar.
Se vería cuál es el mejor, sin intervención del Estado y sin impuestos. Se ofrecería como cualquier servicio, con tecnología, presencial o virtual, con o sin contenido religioso, con énfasis en idiomas, arte, creatividad o negocios. La educación estatal es cara y es mala, y fue cooptada por los sindicatos que operan en función de su propio beneficio y no en el de los niños.
Subsidios para la demanda o para la oferta
En Argentina, el 34% de estudiantes van a escuelas privadas. Hay una diferencia entre financiar la oferta o la demanda, como sí ocurre con el voucher educativo. El Estado subsidia, no la pagan los padres directamente, sino el Estado que hace un aporte para que actores privados provean educación, colegios y alternativas a las que ofrece el sector público, cumpliendo las reglas del Estado que los financia.
En Argentina hay subsidios a algunas escuelas sin fines de lucro o que tengan un fin religioso. Es un subsidio a la oferta que va a parar a esos colegios. El voucher, en cambio, se da a la familia, que lo usa para tener educación privada sin recurrir a la opción pública. Esto brinda a las familias oportunidades que el Estado no puede ofrecer por dificultades que le son propias.
La competencia educativa
El economista Milton Friedman vio muy claro este problema: “No veo ninguna razón por la cual el Estado deba financiar la educación. Además, no hay escuelas gratuitas sino que las pagan los contribuyentes con sus impuestos”. Esta frase la dijo el Premio Nobel de Economía en una conferencia desde EEUU en 1998.
La idea de que no hay nada gratuito se relaciona con el voucher: si no hay nada gratuito, ¿cómo garantizar la mejor educación por lo que se paga? El Estado es incapaz de brindar diversidad. La idea de los guardapolvos blancos es que todos somos iguales cuando en realidad somos distintos como demostró la teoría de las inteligencias múltiples.
El fundamento de una alternativa para financiar la educación es garantizar el desarrollo de un país. Según los estudios de la OCDE a través del examen Pisa que se toma a jóvenes de 15 años, los países que están mejor en educación también lideran en economía. La educación es la industria pesada de una Nación, ya que fabrica los ciudadanos y los dirigentes del futuro.
La competencia entre la educación pública y la privada produce excelentes resultados. Capturar clientes entre los padres de los alumnos crea los incentivos para estar a la altura de las exigencias tecnológicas. Las familias irán siempre por las escuelas que ofrezcan el mejor servicio educativo que se ajusten al mercado laboral y a la formación de ciudadanos completos.
El Estado atrasa, es lento y burocrático, esta alternativa genera mejores resultados. Cuando el Estado no puede ampliar la demanda rápida y efectivamente, la educación privada sí.
La demanda de las familias existe, necesitan y demandan mejor educación. Si el Estado no puede, la presión social incentiva este tipo de sistemas mixtos de provisión pública y privada.
El modelo chileno
El sistema mejoró con la provisión mixta de educación. El acceso a la educación de los hogares de bajos ingresos está hoy asegurado. Eso fue pensado a partir de reconocer las limitaciones de un Estado de un país pobre. Otros países lo lograron:
Finlandia, Japón y Argentina.
Si un país rico fracasa conviene compararlo ¿Cómo hicieron otros para ser primeros y cómo hizo Argentina para estar entre los últimos? Y ¿cómo hicieron los países sin recursos naturales para ser potencias y cómo, la Argentina, potencia de la primera década del siglo XX, se convirtió en una fábrica de pobres?
Finlandia hizo de la educación su política de estado. Para ser maestro hay que tener título universitario, para estudiar no hay que ser rico, hay igualdad de oportunidades. Japón, destruido en la 2da guerra mundial, importó los productos de EEUU, los mejoró y redujo sus costos. Y convirtieron una isla sin recursos en la factoría más grande del mundo.
El modelo chileno no subsidia la educación al modo argentino sino que posee una educación privada subsidiada por vouchers, las familias reciben el dinero del Estado y eligen la escuela para sus hijos. Una familia puede optar por ir a un colegio privado y éste recibe un subsidio público en función del número de estudiantes que puede atraer.
La familia no recibe un cheque. El dinero va al colegio que recibe el dinero en función del número de estudiantes que consigue. Los colegios que reciben el subsidio son los que han optado por esta modalidad y están sujetos a las reglas que los hace pasibles de recibirlo.
Eso significó que Chile pueda asegurar 12 años de educación obligatoria para todos y explica el aumento de alumnos universitarios porque hay distintos sectores que acceden a la educación.
El subsidio que recibe un colegio público es equivalente al subsidio que recibe un colegio privado, para que exista competencia entre la provisión pública y la privada.
El argumento de la segregación
Argentina, con un funcionamiento diferente subsidia a las escuelas, pero también provoca segregación. El tema segregación está en debate. Se va a producir igual, con provisión pública o con provisión pública privada porque la segregación tiene un elemento local y desde la estadística, es difícil determinar qué parte de los resultados educativos se adjudican a la segregación residencial en barrios con hacinamiento, pobreza, provisión limitada de educación versus barrios con mayores niveles de ingreso y educación.
Esa segregación se va a traducir en diferencias en los resultados educacionales. Es muy importante tener una discusión precisa de cuál sería una alternativa que permita evitarla.
Pero asociarla con un tipo de sistema de financiamiento es una simplicidad ingenua y es utilizado de forma ideológica. Todo sería mejor si en su lugar se usara la evidencia.
En Chile hay un subsidio mayor a familias más vulnerables, lo que hace más atractiva la provisión. También es una forma de reconocer que esos establecimientos educacionales van a requerir esfuerzos adicionales para formar a quienes tienen limitaciones y falencias en nutrición. Argentina tiene un desafío. Sus resultados dejan mucho que desear en un país que fue líder en materia educativa y lo ha dejado de ser. Es importante juzgar la opción del voucher con independencia de la ideología. Es un tema de resultados: un sistema que sufre segregación, retraso y que no está entregando los resultados esperados, debe estudiar el tema con seriedad.
El sistema tiene variantes
En Chile se puede asistir a un establecimiento que esté fuera del barrio. Refleja la opción de esta familia que frente a la incapacidad del Estado para ofrecer educación de calidad, opta por salir de ahí. El sistema de vouchers da esa libertad. Otro elemento muy importante es la libertad de enseñanza.
En las sociedades modernas, las personas buscan su identidad pero el Estado impone restricciones en cuanto a determinado tipo de educación, por ejemplo, si el Estado prohíbe que existan colegios bilingües o educación religiosa o educación técnica profesional;
¿Por qué todos tienen que recibir la misma educación o prohibir que tengan un toque feminista o de medioambiente? La gracia de estos sistemas es que también ofrecen una gama más amplia en la oferta educativa. Un establecimiento privado con libertad de enseñanza da más alternativas que los resultados en matemática o lengua.
Hay establecimientos educacionales que enseñan el idioma mapuche. Muchas veces las críticas esconden excusas a la falta de iniciativa pública y la incapacidad del Estado de hacerse cargo de los desafíos. La verdad es que cuando uno mira las estadísticas, la falencia del sistema público no es un resultado de la utilización de vouchers.
Los salarios de los profesores en Chile, por ejemplo, fueron siempre muy bajos. Hay que tener mucho cuidado de que los argumentos del debate no sean excusas para evitar una discusión de fondo respecto de la falencia del Estado y de cuáles son las alternativas y su impacto en la sociedad y su bienestar.
Con el voucher privado las escuelas estarían en competencia, y recibirían sus fondos por su capacidad para convencer que son mejores. Suecia, Dinamarca, Holanda, Chile, Colombia, los dan para pagar la escuela, pública o privada. Pueden elegir cualquiera de ellas, incluyendo a empresas educativas con fines de lucro. En las escuelas públicas se da prioridad a los alumnos vecinos; en las privadas al orden de inscripción. Los vouchers se financian con impuestos. Una variante es el voucher privado o beca, que otorgan personas o empresas para que otros estudien.
El voucher en Argentina
En nuestro país no existen opciones innovadoras en la educación oficial. Las empresas que precisan personal calificado se deben limitar a ofrecerles capacitación interna o las empresas que se dedican a educación a dictar cursos sin título oficial.
Cabe consignar el caso de Bill Gates que no siguió una carrera oficial pero obtuvo resultados brillantes estudiando por su cuenta. No obtuvo el título de ingeniero pero es un líder mundial. Como nuestros estudiantes figuran en el puesto 58 entre 65 países evaluados en los exámenes internacionales de la OCDE, es lógico pensar que no egresan con los conocimientos necesarios para trabajar con las tecnologías modernas.
Hay empresas educativas que han montado sistemas de vouchers privados que entregan a los interesados en sus cursos, que funcionan como medias becas y hasta pueden convertirse en becas totales mediante el programa de afiliados o referidos. ¿Cómo funciona?
Pueden recuperar el 100% de la inversión y ganar $ recomendando los cursos. El programa de referidos asocia a sus alumnos en la promoción de sus actividades. ¿Cómo funciona? Basta con que recomienden sus cursos a su red de contactos para que reciban una comisión por cada una que se concrete en inscripción. Como el sistema es multinivel también reciben $ por lo que recomiendan tus referidos. Amazon amasó una fortuna a fines del siglo pasado. De empresa millonaria se hizo billonaria con su sistema de referidos ofreciendo comisiones a los compradores de sus libros. El programa de capacitación es gratuito para los clientes.
Inteligencias múltiples
Buscando el “por qué” se justifica lo que ya se cree, detectando el “cómo” lo hacen las sociedades exitosas, se puede igualarlas primero y superarlas después. Así no repiten las recetas del pasado que no se adecuen a los contextos actuales. El poder inteligente es querer -enamorarse del futuro- más eficacia -saber alcanzar ese querer-.
Para mejorar hay que imitar a los países que hicieron de la educación su política de estado. En Finlandia el maestro es una estrella social, la igualdad de oportunidades minimiza la distancia entre ricos y pobres y la educación rinde dividendos sociales, económicos y políticos. Finlandia tiene corrupción casi cero y es primera en el mundo en educación. Debemos crear una sociedad inteligente donde cada uno sea útil haciendo lo que ama.
Y además, aprendamos a enseñar valores y métodos para que nuestros hijos aprendan a aprender y para que nuestros bienes no se conviertan en males.
Es la economía estúpido, dijo Clinton en su campaña para ganar las elecciones
La frase desde entonces fue popularizada y reformulada cada vez que alguien quiere enfatizar la importancia de un asunto para la consecución de un objetivo. Los números de la educación argentina son dramáticos. De cada 100 alumnos que comienzan la educación secundaria solo 50 la terminan. Los chicos se retiran con el argumento de que tienen que buscar un trabajo que ayude a llevar plata a la casa. Pero están condenados a empleos de mala calidad o temporarios. Es la hora de darnos cuenta de la causa del fracaso argentino: ¡Es la educación, estúpido!