Dr.Horacio Krell. Director de Ilvem. [email protected]
La crisis argentina se podría explicar con el Presupuesto Nacional. Allí se puede ver la discrepancia entre el discurso con la verdad, porque al fallar al planear se planea fracasar. La maldición de los recursos naturales se aplica a países que los tienen y gobiernos populistas.
El momento actual del país parece terrible, pero es también una ocasión para comprar en la Argentina porque está baratísima y esto es así porque la dirigencia genera pánico.
Este gobierno tuvo 12 mil millones de dólares más por el aumento del precio de los commodities y no está pagando la deuda. Pese a contar con estas ventajas extraordinarias perdió las elecciones, pese a tener la cancha inclinada a su favor.
Los impuestos le corresponden al Congreso
Pero eso ocurre en la realidad. El presupuesto es un relato. No tiene que ver con lo que va a ocurrir en la realidad. Es un cálculo numérico que el gobierno sabe que no va a cumplir. De hecho, en la discusión con el FMI, llevará otros números. En el relato del presupuesto afirman que las exportaciones crecerán el 7 % a pesar de que atrasan el tipo de cambio. Dicen que colocarán una deuda estrafalaria. El Banco Central aumentó la deuda en 35 mil millones de dólares, aunque según su doble discurso no se endeuda.
Es necesario saber la verdad. No podemos discutir sin datos veraces. El Banco Central, que es el que más gasta, cobra más impuestos, es el que más se endeuda y no brinda explicaciones.
Cobra dos impuestos: compra dólares a 100 y los vende a 200 y emite sin ninguna restricción creando la inflación de la que luego culpa a supuestos empresarios inescrupulosos.
Salir del pozo con más exportaciones
Esto demanda inversiones del sector privado. Esa es la clave. El crecimiento privado y la reducción del Estado aumentan la productividad y crean un círculo virtuoso. Pero este gobierno cree en más estatismo y en cada vez más impuestos.
El Poder Ejecutivo no deber crear impuestos y sin embargo lo hace. Es una función del congreso que hasta la fecha fue una escribanía del poder ejecutivo.
El rebote del gato muerto
Dicen que el crecimiento del país en 2021 es más alto de lo que habían pronosticado. En vez de ser de 8 puntos, va a ser de 10. Eso no es crecimiento es un rebote por haber caído tanto, producto de un mal manejo de la pandemia. El tema que se discute ahora es que van a hacer con la recaudación adicional. Deberían aplicarla a reducir el déficit, a reducir la emisión y a bajar la inflación. Pero no: lo quieren repartir.
Las empresas necesitan condiciones parecidas a países como Australia, Nueva Zelanda, Canadá. Condiciones tributarias a favor de la inversión, la creación de empleo y de riqueza. Cuanto mejores condiciones se les den más fácil será financiar el presupuesto sin recurrir a la emisión.
Cumplir el presupuesto
Si el gasto es fijo porque el Congreso lo autorizó, se logra superávit y baja el riesgo país. Se comienza a tener superávit, se deja de emitir y se recompran los bonos del sector privado que así tiene dinero para invertir, comprar máquinas y crear empleo.
Sin eso se pagan tasas extravagantes del 25%. Por DNU, el presidente sube el gasto y es patológico que intente que le apruben el presupuesto en una semana. En ningún país pasa eso.
Esta institucionalidad es disparatada y viola los principios de la Constitución. El gobierno dice que no hace cuentas, que responde a las necesidades. Sin embargo no se puede aceptar un proyecto del que no se sepa cuánto cuesta y cuánto costará mantenerlo.
El nivel educativo
El capital humano es un insumo imprescindible. La nutrición, el desarrollo neuronal que se produce entre el útero y los dos años y medio, es lo que cambia la distribución futura del ingreso. Aquí se ve una inmensa heterogeneidad. En cambio, en Suecia, Dinamarca, Noruega, Corea, Japón, Taiwán, se nota una inmensa homogeneidad.
En Taiwán, toda la gente se viste igual. Es una sociedad homogénea que se basa en el trabajo, no en el empleo público ni en el clientelismo. El empleo público empobrece. Los planes empobrecen, degradan y espantan el capital. Hace mucho daño el empleo inservible. Aquí hay 4 millones de empleados públicos cuando hay tecnologías superadoras y están ahí porque votan al gobierno y empobrecen al país. Debemos construir una sociedad homogénea, donde no haya excluidos, ni esa elite que asigna beneficios que solo apuntan a lo que favorece al poder.
El capitalismo de amigos
Es la principal tragedia de Argentina. Por eso quieren que todo sea una cuestión política, que ellos sean los únicos que digan quién gana, quién pierde. ¿Por qué tiene que pagar el Estado las fiestas de un partido? Debemos ir a un modelo asiático de crecimiento: educación homogénea, lograr que todos los chicos vayan a la escuela, que haya doble escolaridad en los barrios marginales.
Igualdad de oportunidades para todos y Equidad, que es dar cada uno según el esfuerzo que realiza. La igualdad forzada no incentiva, es un recurso pésimo. La homogeneidad es crear posibilidades de acceso para todos a la educación, a la nutrición, al desarrollo, a tener una vida con horizontes y llena de entusiasmo y optimismo.
Hoy tenemos superávit de cuenta corriente
Como se produce más de lo que se compra al exterior, no necesitamos ajuste. Lo que tenemos es un sector público sobre expandido y un sector privado muy achicado y agobiado por impuestos que traban la generación de riqueza. Hay que ampliar el sector privado y reducir el sector público y no caer en errores. En cambio, ellos interpretan que reducir el Estado es perder el control sobre la sociedad. La atosigan con impuestos, les sacan a todos y los reparten. Por eso se enriquecen los amigos del poder.
Las empresas se adaptan
Declaman que buscan la felicidad de sus trabajadores y la de sus clientes. Hay una batería de herramientas que usan para generarla de forma expansiva, y hasta se pretende impulsar el bienestar con expertise profesional. Dado el contexto y la necesidad de sobrevivir después de la pandemia, buscar la felicidad es un buen intento.
Pero la competencia barata de productos importados, la presión impositiva y la reducción de las ventas, conspiran contra la intención. Los negocios se achicaron y por ende la empresa también. Todos miran con temor a los despidos y por eso aguantan con un salario que no alcanza. Por eso las empresas no hacen encuestas de compensaciones con otros sectores ni las que miden el grado de satisfacción laboral. Sin embargo es sabido que lo que no se mide no se puede mejorar. Siempre hay directivos que se van y nuevos que llegan pero que saben que la esperanza de una cara nueva no contará con presupuesto para realizar las tareas que hacían los que se fueron y que los que quedan se deben arreglar con lo que hay. Es decir que no contará con recursos ni con buena onda. Una visión más feliz no logrará que terminen los conflictos laborales.
La empresa puede creer que los empleados son enemigos a sueldo. Pero precisa enviar un mensaje coherente y comentar los esfuerzos que hace para formalizar a sus empleados, que trabaja para tener un espacio laboral más agradable, aunque haga todo lo posible por ahorrar.
Serpientes con traje
Hay muchos que ocupan un alto mando que son psicópatas que influyen sobre las personas desde la emoción, el engaño o la ilusión, con una naturaleza manipuladora y narcisista. En esa grandiosidad y superioridad que está engañando. También existen los líderes manteca que no son capaces de tomar decisiones.
La suavidad no es la solución, es mejor tener un líder fuerte que no guste pero que se sepa adónde va, antes que uno que pretende quedar bien con todos y no se sepa que busca. La cuarentena llevó al empleado a su casa y a tener jefes que confíen en él en vez de controlarlo. Los líderes deben comunicar bien, con paciencia, empatía, armando equipos de crisis y escuchando, eso que para lo que los líderes psicópatas no sirve. Sintetizando el líder debe tomar decisiones y no tirar manteca al techo.
El principio de Peter
La inteligencia es la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas.
Charles Darwin introdujo, para explicar la supervivencia, la ley de la selección natural o la “supervivencia del más apto”. Ellos serían los que se adaptan mejor a su entorno.
Hoy, una vez que los más aptos sobreviven, son elevados a un nivel para el cual no son aptos.
Cuando están haciendo un trabajo brillante para el que se han preparado; en lugar de aumentarles el sueldo, la organización o la sociedad lo recompensan con un ascenso a un puesto que no sabe hacer. Esto vale tanto para un gerente como para un presidente.
Si sobrevive, pasa al siguiente nivel, y si continúa ascendiendo llega a un nivel que lo habilita para hacer desastres. El principio de Peter identificó el problema y desarrolló una teoría: “con el tiempo, cada puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para llevar a cabo sus tarea”.
Un estudio reciente reunió datos para identificar al personal de ventas altamente efectivo y lo que sucedió una vez que un vendedor destacado fue ascendido al rol de líder. Los magos eran los más ascendidos y los que llegaron gerentes tras ser muy buenos en ventas eran alrededor del 6% peores como jefes, es decir que reducían el rendimiento de todos sus subordinados en más o menos en un 6%. Muchos artistas de la venta son lobos solitarios y no saben del trabajo en equipo. Como gerentes son negativos y tienen un mal impacto en sus subordinados. Los ascendieron a su nivel de incompetencia. Y no sólo perdieron un vendedor de alto rendimiento, sino que adquirieron un mal administrador.
Silicon Valley
Es un lugar ideal para convertirse en potencia tecnológica y económica. Pero muchas empresas emergentes surgen, innovan, y luego pierden el alma y se estancan.
El innovador naturalmente, busca una fuente segura de ingresos. Los directores deciden cuál es su modelo de negocio, se deja de lado la innovación y se centran en lo que genera dinero.
Pero nada fracasa tanto como el éxito. Lo que da ganancias es el riesgo y se vuelven incompetentes en tomarlos, y pierden contra otras startups innovadoras. Sucede todo el tiempo.
Este es un equivalente moderno a un ascenso al nivel de incompetencia.
Cómo superar la incompetencia
Algunos proponen nombrar a los gerentes al azar y ven que tienden a desempeñarse mejor y aprender de los peores. Si encuentras un trabajo que te gusta y que sabes hacer muy bien, asegúrate de que no crean que eres tan bueno, para que no te asciendan. El principio de Peter arrojó luz sobre la burocracia, pero la incompetencia abunda.
Hay pequeños destellos de esperanza en la noción de que las organizaciones hacen lo correcto a pesar de -y no debido a- los líderes que tienen. La gente es inteligente y sabe lidiar con pésimas jerarquías, jefes incompetentes o perezosos. La ambición por lo más grande y mejor es una receta para la mediocridad así que dondequiera que llegues en tu trabajo, pregúntate si es hora de dejar de escalar: quizás ya estás donde deberías estar para no transformarte en un impostor.
El doble discurso
Es una discrepancia entre lo que se piensa, lo que dice y lo que se hace. Es una forma de esquivar, encubrir y reforzar el costo de una decisión. A veces es inconsciente porque se forjó en la infancia con el doble discurso del adulto: haz lo que yo digo pero no lo que yo hago y una doble norma para juzgar: tú eres obstinado, yo soy perseverante, que crean reglas como no decir lo que se piensa y ocultar los sentimientos.
Modelos defensivos
Los hábitos defensivos que protegen ante situaciones incómodas: alteran la causa del problema, impiden aprender, sobreprotegen, no se corrigen los errores y se disminuye la efectividad. Entonces se transmiten mensajes incoherentes y coherentes, con cómplices de la mentira. Se requiere mucha habilidad para mentir ya que el inconsciente es sensible al engaño como lo demuestra el detector de mentiras.
Una teoría para la acción
La acción da sentido a los actos porque refleja la intención. La confusión entre la teoría predicada y la aplicada resta potencia y continuidad. Quien niega el modelo que usa – su doble discurso- dice una cosa pero hace otra, está incapacitado para aprender ya que observa según el modelo e interpreta las causas a su gusto.
Conocer es saber hacer lo que se dice y aprender es corregir errores. Hay que protegerse de racionalizar, negar, seleccionar, ilusionarse. Esto requiere estar atento a los síntomas.
Los métodos
El razonamiento causal es nuevo para la mente porque requiere procesar variables que el cerebro no maneja bien, ya que lo condiciona su racionalidad limitada.
El hombre es propenso al autoengaño, a esconder la basura debajo de la alfombra. Para detectar la contradicción proponemos evaluar en dos columnas la teoría y la práctica, en la izquierda se anotan los valores, en la derecha los pensamientos y los actos.
El razonamiento productivo
Pasar del doble discurso al discurso productivo implica que sea coherente, verificable, resistente a lógicas alternativas, predictivo y precursor de las conductas que lo sostengan. Una dinámica de si p entonces q que invite a realizar el viaje.
No se trata sólo de hallar verdades sino de lograr conquistas, de diseñar buscando lo que se desea porque al conseguirlo aumentan su autoestima, confianza, competencia y eficacia.
Como lo construido siempre es imperfecto, el conocimiento para la acción la hace más efectiva. Se precisa conciencia, memoria, adecuación y que la teoría guíe la práctica.
Una buena teoría promueve liderazgos positivos. La historia está llena de casos que hubieran cambiado el destino del mundo al estudiarlos con razonamientos alternativos.
Una cosa es la percepción y otra la realidad. Nos movemos por la percepción. De allí nace el relato alejado de los hechos. No existen hechos sino interpretaciones. Los hechos son sagrados y las interpretaciones libres. Hay que diferenciar lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. El pensamiento opera en función de las creencias. Ellas conforman un sistema y se convierten en una ideología. Entonces aparecen ideas rectoras y se convierten en fórmulas rígidas que no se confrontan con la realidad ni se doblegan ante las pruebas.
Curso acelerado de realismo
El primer paso es tener in mente el objetivo. El segundo es trazar el plan y controlar su ejecución por si se aleja de las metas. El tercero es tener creatividad y flexibilidad para variar el plan cuando la realidad demuestra que algo falla.
Nunca dejes que el relato, por más bello que sea, te impida ver la realidad.