Descubrir los propios valores, una actitud proactiva, mezclar canales y crear un storytelling basado en la coherencia, la autenticidad, la naturalidad y la transparencia, algunos factores a tener en cuenta.
“Tu marca es lo que dicen de ti cuando tú no estás presente”, según Jeff Bezos, CEO de Amazon y actualmente el hombre más rico del mundo de acuerdo con la revista Forbes.
De diseñar iluminación y escenografía para el teatro a fundar LinkedIn, la red profesional recientemente vendida a Microsoft por US$26.000 millones, Allen Blue es un emprendedor de éxito; al igual que Nolan Bushnell que no cesa de sacar el genio que todos llevamos dentro, mediante un aprendizaje más inteligente. Es uno de los pioneros de los videojuegos, fundador además de Atari o Brainrush. ¿Se puede emprender en multitud de sectores muy diversos entre sí? Jim McKelvey ha conseguido poner en marcha empresas en ámbitos tan dispares como educación, construcción, impresión o software, y hasta el momento no ha tenido que vender ninguna.
Algunas historias que se podrán conocer de cerca en la próxima edición de South Summit, la cita más importante del ecosistema emprendedor que se celebra del 5 al 7 de octubre en Madrid, España.
Estos son sólo tres ejemplos de la infinita lista de emprendedores que han tenido que hacerse a sí mismos. ¿Por qué conocemos su trayectoria? ¿Por qué su historia sí ha trascendido y de otros no conocemos ni su nombre? ¿Cómo han conseguido dejar huella? ¿Es importante la marca personal de un emprendedor? ¿Qué rasgos diferenciales tiene respecto a las de otro profesional o el CEO de una multinacional? ¿Influye en el éxito o fracaso de un proyecto? ¿Lo único que vale es la idea de negocio? ¿El resto es puro artificio?
En un mercado tan homogéneo como el actual, el personal branding es una tarea indispensable para el emprendedor, no sólo para adquirir cierta ventaja competitiva y diferenciarse del resto de los responsables, sino también para tener un peso específico en su sector y posicionarse como experto en su especialidad como si se tratara de una marca comercial.
A partir del contacto con la diversidad de emprendedores nacionales e internacionales que participan en la Startup Competition y se reúnen en cada edición de South Summit, la cita más importante del ecosistema emprendedor del Sur de Europa, los expertos de Spain Startup-South Summit han elaborado un decálogo para guiar la construcción y difusión de la marca personal de los emprendedores y su influencia en el éxito de su startup.
1. Descubrir los propios valores
¿Quién eres? ¿Qué ofreces? ¿Qué aportación realizas al mercado? ¿Qué te hace diferente? Estas son las primeras cuestiones que debe plantearse un emprendedor para construir su propia marca personal y así definir los valores que lo hacen relevante y diferente del resto. Es importante hacer una lista con los puntos fuertes y débiles: atributos que el propio emprendedor ha de identificar como suyos, sin caer en el error de proyectar en sí mismo valores ideales con los que realmente no se identifica.
¿Cuáles son los atributos personales más demandados? Creatividad, carisma, eficacia, especialización, adaptabilidad, ética, polivalencia o rapidez. ¿Todos valen para crear la marca personal? Depende de la situación, la tipología del proyecto y, por supuesto, las propias capacidades personales.
2. Búsqueda de contactos
De nada sirve ser muy relevante profesionalmente si nadie te conoce. El networking es, por lo tanto, un factor clave para generar visibilidad y desarrollar la marca personal. ¿Cómo generar estos vínculos relacionales? Es fundamental retomar contactos anteriores, organizar eventos propios y asistir a ferias, congresos o seminarios del sector, donde ‘dejarse ver’ y al mismo tiempo conocer a los profesionales más relevantes de ese ámbito. Ser prescriptor de otros que forman parte de tu red de contactos, realizando algunos favores o apoyando a alguien de manera altruista, siempre puede ser una ventaja para fortalecer y crear nuevos vínculos.
3. La actitud
La perseverancia es una cualidad fundamental de cualquier emprendedor para sacar adelante su proyecto. En este caso, juega un papel fundamental la gestión del fracaso y qué consideración tiene en la sociedad. Muchos emprendedores han fracasado antes de triunfar, como Juan Urdiales, cofundador y coCEO de Jobandtalent, quien tras fundar su primera empresa junto con dos compañeros de facultad, decidió salirse del proyecto. Tiempo después cofundó la plataforma de búsqueda de empleo, que ya ha obtenido importantes rondas de financiación por inversores internacionales.
4. Experto en una determinada materia
Como emprendedor en un ámbito profesional concreto hay que compartir los conocimientos sobre el sector para posicionarse como un experto y fortalecer su reputación y prestigio profesional. Ofrecer contenido e información de calidad será fundamental para lograr ser un experto. Una forma de demostrar ser un auténtico gurú consiste, en muchas ocasiones, en saber dominar un lenguaje apto para todos los potenciales receptores, ser claro, conciso y concreto, no abusar de tecnicismos y utilizar un vocabulario siempre positivo.
Para llegar hasta ahí, siempre suele haber un largo camino. Allan Grant lleva siendo un apasionado del desarrollo de software desde que diseñó con siete años su primer juego. Entre los 13 y 18, dedicó 10.000 horas a codificar juegos online con miles de jugadores. Ya en la universidad, fundó una empresa de desarrollo web y no paró hasta convertirla en una compañía rentable con más de 50 empleados. Ahora Allan está volcado en Hired, un mercado en Internet en el que las empresas más importantes pueden competir por hacerse con el mejor talento técnico (ingenieros de software, diseñadores, científicos de datos y gestores de productos).
5. Mezcla de canales
¿Dónde ofrecer este contenido? ¿Cómo crear valor? Para que un emprendedor forje su marca personal hay que ser activo en cualquier canal. Por tanto, la mezcla de offline y online es la sinergia perfecta.
Internet es una herramienta accesible, útil y que no exige muchos recursos a nivel económico. Pero sí esfuerzo, constancia y una importante dedicación. Además, no todo vale; hay que adaptar cada mensaje. Cada espacio tiene sus propias características: vocabulario, tono o público objetivo. Y prestar especial cuidado al contenido que colgamos online; cualquier mensaje o comentario inapropiado se paga caro en el mundo digital. Otro de los errores de muchos emprendedores es considerar Internet como un mero escaparate y olvidar la interacción con el resto de usuarios. La Red es sinónimo de conversación y a golpe de clic podemos acceder a consumidores, inversores, posibles socios estratégicos u otros emprendedores.
El canal offline es también una de las mejores formas de construir la imagen personal. El emprendedor no puedo olvidar ‘salir a la calle’ y establecer relaciones cara a cara o participar en los medios de comunicación como un experto en su sector.
6. Dejar huella
Que el fundador de una empresa sea reconocido y tenga un fuerte impacto en la sociedad, hasta llegar a convertirse incluso en un icono, siempre es una importante ventaja. ¿Qué requisitos son necesarios para lograr dejar esa huella? Por un lado, ser fiel a los propios valores y, al mismo tiempo, tener claros la misión, visión y objetivos a perseguir. En definitiva, mantener un rumbo firme y defender lo que se cree. Este doble perfil es lo que permitió, en gran parte, el éxito de Steve Jobs.
7. Coherencia, autenticidad, naturalidad y transparencia
Son principios básicos para la creación de una marca personal sólida y sincera. Para contar con una buena reputación es imprescindible saber transmitir credibilidad, coherencia, seguridad y construir un discurso transparente, que genere confianza.
8. Construcción del storytelling personal
¿Qué historia hay detrás de un emprendedor? ¿Cuál es su trayectoria profesional? ¿Cómo darla a conocer? ¿Cómo crear un discurso verosímil y que capte la atención? El personal branding no es improvisación, es estrategia, por lo que es aconsejable el asesoramiento profesional para descubrir la historia, desarrollarla y comunicarla. “Se trata de construir una historia auténtica, con valor, diferente y que genere interés”, asegura Álex Barrera experto de Press 42 en storytelling. Por lo tanto, el storytelling personal es una obligación para los emprendedores si quieren despertar la atención, seguridad y notoriedad de su proyecto, sobre todo en las fases iniciales.
9. Tiempo y recursos
El personal branding se crea y moldea poco a poco y ha de ser afrontado como una inversión a largo plazo y que requiere paciencia. Para evitar malgastar tiempo y dinero, hay que conocerse bien a sí mismo, no vender ‘humo’ y saber identificar qué tiene realmente cabida en la creación del storytelling personal. La medición del impacto generado permitirá ver cómo evoluciona la marca personal, la aceptación que tiene y plantear posibles mejoras.
10. La marca personal sobrevive a la profesional
Que una startup deje de existir significa el fin de una marca profesional, pero la personal sobrevive, porque va unida al emprendedor más que al proyecto. Invertir en personal branding es hacerlo también en visibilidad para futuros proyectos.