A principios de siglo, una de las máximas eminencias científicas de los Estados Unidos, el Profesor Simón Newcombe, fue consultado acerca de la posibilidad de que el hombre pudiera volar.
Y Newcombe, basado en el razonamiento y el sentido común, declaró: “ La experiencia del pájaro no prueba que el hombre pueda volar. Aunque se lograse inventar una máquina voladora más pesada que el aire, ¿cómo haría para posarse nuevamente en el suelo sin destrozarse?. Definitivamente afirmo que el ser humano no puede volar”.
56 días más tarde, los hermanos Wrigth lograban volar y regresar al suelo ilesos. Llevaban una gran ventaja al profesor Newcombe: ellos no sabían que podía hacerse y que la ciencia y el sentido común decían que era imposible.
Y es que ese sentido común va cambiando con el tiempo. De hecho, en base, al sentido común para el mundo de hace 600 años, la tierra era plana. En menos de cien años, la humanidad apunta a las estrellas.
Ha cambiado el sentido común, pues las cosas suceden rápidamente y uno se entera mucho mas rápidamente aún. Pocas son las cosas capaces de sorprendernos hoy en día. Y es que el 99 % del progreso de la humanidad, se ha logrado en el último 1% de la historia.
Sin embargo, hay algunos conceptos en los que el ser humano no ha evolucionado tan rápidamente. El concepto de previsión es uno de ellos.
Previsión es lo que permite al ser humano planificar su futuro en base, a cubrir todas las alternativas posibles. Así, a todo individuo le debería preocupar principalmente todo lo que esté relacionado con su futuro y el de sus seres queridos. De hecho, todos dicen estar preocupados al respecto.
Sin embargo pocas son las personas que tienen un Seguro de Vida
De hecho, la mayoría de la gente no sabe exactamente cómo funciona un Seguro de Vida, y suponen que solo lo hace cuando se produce el fallecimiento del asegurado. En realidad, ésta es solo una de las funciones del Seguro de Vida fundamentalmente es el instrumento financiero de previsión más perfecto que existe. Aún no ha podido ser superado por ningún otro.
Un seguro de vida permite prever un plan financiero a futuro que no quede librado a la especulación y la autodisciplina, para ser aplicado a la propia jubilación, o para asegurar que los hijos puedan asistir a la universidad, o procurar fondos por razones especiales, como el matrimonio de algún hijo, el establecimiento de un negocio, o proveer para la
independencia financiera propia o de algún familiar. Son tantas aplicaciones como metas pueda tener un individuo. Y además, proporciona liquidez a la familia en caso de que el titular fallezca por cualquier causa.
La causa principal por la cual muchas personas no cuentan con un seguro de vida, es la omnipotencia. La mayoría cree que las cosas malas le pasan a los demás: ellos no piensan morirse hasta cerca de los 90 años. Y adicionalmente, el futuro no les inquieta pues disponen de tiempo y condiciones como para hacerse el mejor futuro posible.
Menudo sentido común el de estas personas…..
Como en un casino, apuestan. A que no se van a morir, a que al llegar a los 65 años habrá hecho fortuna, con lo cual cualquier previsión anticipada seria inútil.
Pero están apostando con las fichas de difícil reposición: la seguridad propia y de su familia.
Al respecto es interesante un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud de 1960 a 1990. Sobre 100 personas evaluadas a los 30 años de edad (en 1960), de clase media europea y que desarrollan actividades comerciales varias este fue 30 años después, el resultado.
16 se habían muerto.
47 dependían de ayuda familiar.
15 tenían que seguir trabajando para mantenerse.
19 estaban bien.
3 estaban muy bien
En países del Primer Mundo, solo 22% había logrado sus metas, 78% de ellos no habían planeado fallar; fallo el plan. O directamente no tuvieron ningún plan.
Resulta evidente que aplicaron el sentido común equivocado, como el Profesor Newcombe a principios de siglo.
Este es el mejor momento para consultar acerca del funcionamiento de un Seguro de Vida. Recuerde que es mucho más que una protección para su familia. Es su propia protección, su propio programa de Planificación Financiera, a medida y a futuro.
Su sentido común se lo agradecerá
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