Volviendo a las editoriales prometidas del World Business Forum reconozco que me apasiona la irrupción de Nassim Taleb en el escenario de los grandes pensadores; El Cisne Negro impactó disruptivamente. Hasta su autodefinición como «empirista escéptico» es fenomenal. Y además, una definición muy acorde a los tiempos que corren, tiempos azotados por la velocidad, por la intercomunicación (que espiraliza la velocidad) y por las eventualidades en grandes proporciones. Mi empatía hacia sus conceptos hace que, a lo largo de esta editorial, nunca sepas cuando son reflexiones de Taleb, cuando apreciaciones personales. Me juego por el todo en uno.
Es tan genial que vino a dar por tierra con las certezas y las previsiones. Con las certidumbres anticipadas y los pronósticos acabados. Ya nadie vive en ese mundo. Entenderlo antes que mañana y primero que después nos ubica en una racionalidad acotada desde las cuales nacen nuevas formas de comportamiento y mecanismos de interpretación de la volubilidad y volatilidad siglo XXI.
Pero ¿Qué es un Cisne Negro? Es un suceso improbable, de alto impacto, que sobrepasa las expectativas aceptadas. Las consecuencias de la erupción del Volcán chileno Puyehue es claramente un evento Cisne Negro, especialmente para el turismo de Bariloche, Villa La Angostura y otros destinos turísticos.
La pregunta es ¿hasta dónde es gestionable el riesgo? ¿hasta dónde mensurable? Dejenme decirles que hay mucho de fantasía en las proyecciones basadas en artilugios racionales y métricas artificiosas que intentan, símil pitonisa pero con un halo de autoridad científica, medir impactos antes de ser producidos. Se puede medir, lo mensurable. Entonces ¿Cómo medir aquello que todavía no ocurrió?. Peor aún: no sabemos cuando va a ocurrir, a quienes va a afectar y como los va a afectar.
Lo que no sabemos se va volviendo más importante que lo que sabemos. Sabemos para atrás, pero nunca para adelante. Y si sabemos en esa dirección no estamos en presencia de un Cisne Negro. Terrible paradoja con la cual convivir.
Algunas recomendaciones con el sello de Taleb:
a) «Small is beautiful», estructuras pequeñas son mas inmunes a cambios y problemas, tienen mayor velocidad adaptativa.
b) Crecer más lentamente de lo que nos dice nuestro instinto.
c) Evitar comprar los bonos de los Estados Unidos.
d) Para pronosticar algunas cosas en el futuro, basta con separar todo aquello frágil y que no va a sobrevivir.
Su próximo libro versará sobre la fragilidad y los sistemas que ganan en el desorden. Interesantísimo !!!! ¿En qué otra manera de entender el mundo hoy podemos asentarnos hoy sino es en el desorden y la fragilidad ?. Se me ocurren algunos ejemplos de empresas. ¿Hace sólo unos pocos años alguién podía imaginar a Nokia en problemas? ¿Alguién podría pensar en un Blockbuster vetusto superado por la potencia visionaria de un emprendimiento como Netflix?.
Desorden y Fragilidad. Un seguidor en el Twitter me constestó: » A río revuelto ganancia de pescadores «. La sabiduría de lo simple.
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. http://www.ideavip.com.ar/.
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German muy buen articulo, tambien recomiendo del mismo autor Fooled by Randomness, lo estoy empezando a leer y parece mas que interesante
Saludos