Habitualmente definimos un creativo por lo prolífico de sus ideas. Y le asignamos determinadas características: divergente, original, fluido, etc, etc.
Sin embargo hay una aproximación a la personalidad creativa, menos explorada, pero igual de efectiva para detectarlos. Y es por los sentimientos que provoca en los interlocutores.
Los más salientes son el miedo, la sensación de riesgo y la desestabilización.
La producción de ideas originales pone al creativo en su máxima expresión, pero a su interlocutor (su cliente, su socio, su jefe) en una delicada situación de desestabilización. Aplicar sus ideas implica abandonar la comodidad del estadio actual en favor de una promesa de un estadio mejor. Aún sabiendo que el estado actual (producto, servicio, mercado) está condenado a ser subvertido, hay una voz interior que produce una alerta. Es que, en la empresa, las ideas del creativo deben encontrar un innovador actitudinal que las apadrine. Aquel capaz de entender que la sobrevivencia no está en la calma organizacional sino en la turbulencia que provocan las nuevas ideas, los nuevos desafíos.
El creativo puede ser visto como un «charlatán», buscando en esa interpretación capciosa pero verosímil, la excusa de exclusión. El creativo es «charlatán» per se: en la objetiva discusión encuentra la motivación para desplegar a cada item una idea y a cada problema una solución.
El creativo no puede con su genio. Despliega ideas a cada momento, en todo lugar. Muchas veces sin que se lo reclamen. Está en su naturaleza. Con sus aportes genera discusiones, estallan polémicas, funciona como un disruptor del presente y un hacedor del futuro.
Su sistema nervioso replica respuestas constantes y/o disonantes a la oferta del presente. En sus neuronas corren alocadamente las innovaciones del futuro.
Es lógico que nos provoquen miedo. Siempre se adentran en terrenos desconocidos.
Es razonable que nos desestabilicen. Producto de la intuición y la divergencia su mente ve un poco más allá.
Es entendible que nos provoquen sensaciones de riesgo. Solo saliendo de lo «de siempre» podremos encontrar la belleza de lo «único».
Si alguien te prococa estos síntomas estás frente a un creativo, eventualmente un innovador. Alejarlo de tí te permitirá disfrutar de la tranquilidad hoy mellando el futuro. Tenerlo a tu lado, crispará en tus nervios una sana exitación, en futuro innovador.
• Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]
Germán, estoy muy agradecido, tu articulo, sobre la personalidad emprendedora, trajo un poco de paz a mis interrogantes.
Toda mi vida, e padecido ese Amor-Odio, con mis relaciones, y jamás comprendí el porqué, cual era el sindrome del rechaso, incluso ante las mas nobles propuestas.
Me sentí plenamente identificado con la descripción incluso, entre líneas de tu artículo.