Siguiendo con el juego/encuesta de «Las 33 frases de Creatividad e Innovación» (agradeciendo que fueran replicadas por prestigiosos portales como Emprendedores.News o el site de HSM Group) vamos a la segunda frase más votada:
«Abandona las certezas. Ellas pertenecen al pasado. El nuevo mundo requiere de veloces interpretaciones heurísticas»
Así como los ciclos de productos son cada vez más cortos, los períodos de certezas y paradigmas se revulsionan con idéntica prontitud. Pero siempre estaremos detrás de nuevas construcciones de certidumbre ( necesidad humana desde siempre: la certeza equilibrada conductas y elimina tensiones ). Son construcciones no necesariamente comprobables, pero la verosimilitud que proveen nos tranquiliza y nos ordena.
El mundo asiste azorado, con expectante temor, viendo se resuelven conflictos en los grandes escenarios. El mundo se encuentra en un estado de fragilidad aparente debido a los problemas que azotan a las iconografías del poder económico y político mundial. Las grandes figuras tambalean. Los actores de reparto temen. USA y sus debilidades financieras. La Unión Europea y la necesidad de salvatajes. Inglaterra y sus revueltas masivas.
Los gobiernos asisten escépticos y aplican medidas que pertenecen a la época de la máquina de escribir. El código encriptado del Blackberry sobrepasó a los policías de Inglaterra. David Lammy, representante de Tottenham, tuvo la osadía verbal, pero la limitación intelectual, de proponer cancelar el Blackberry Messenger durante las noches. Estos representantes no sólo demuestran ignorancia respecto de los usos de la tecnología, peor aún, desconocen por completo los valores y los intereses de sus representados.
El dinamismo participativo de una sociedad nace en las redes sociales y en las plataformas tecnológicas. Solo después se multiplica en las calles y las plazas. Desconocen la neutralidad de la tecnología. Se mata al mensajero. Es como acusar al fósforo de un incendio.
Argentina no está excenta de «chispas incendiarias». La justicia acaba de pronunciar una orden para terminar con Leakymails (un blog que publicaba mails de funcionarios y personajes públicos). Una versión local de WikiLeaks.
Se vulneran permanentemente estamentos «institucionales» (sí, el encomillado no es casual y esconde su lado burlón e irónico). Piensen ustedes que Anonymous acaba de piratear una base de datos de la policía ecuatoriana. Además, ha pronosticado un ataque a la red social más popular del mundo: Facebook. Simultáneamente hay grupos especializados que entrenan niños de 8 años en piratería informática. Estos grupos tienen capacidad para dañar el sistema y el orden mundial en cuestión de segundos (dejemos de lado la valoración moral del orden imperante por el momento).
Internet tiene dos cualidades que le confieren un carácter de combinación explosiva. Primero, provee material altamente comprometedor al «sistema» (y esta será una tendencia en aumento que tendrá en jaque a los estamentos políticos y económicos: gobiernos, empresas, organizaciones mundiales, etc); segundo, y por su misma naturaleza ubicua, la información se propaga planetariamente a una velocidad que no admite reflejos para la reacción.
La conflictividad y las rebeliones irán en permanente aumento. Y los sentimientos de injusticia hacia el hambre, desempleo, uso excesivo e inadecuado de la fuerza y salarios magros entre otras causas, provocan legiones de intransigencia dispuestas a luchar por sus necesidades básicas primero, por sus ideales luego. El acceso al poder no habilita como antaño al uso indiscriminado del mismo para solucionar conflictos y acallar las voces.
Todo parece funcionar en «Modo Burbuja». Piensen que el valor de LinkedIn cayó un 40% en sólo 3 días. Que My Space, ícono reciente de internet fue vendido en apenas 35 millones cuando llegó a tener un valor de varias centenas. Estamos embebidos de un halo de precariedad. Hasta los más grandes. El tamaño protegía (lobbies, etc). Se licuaron esas fronteras. Hasta imperios consolidados como News Corporation de Murdoch tambalean. El descontento de un consumidor o las frustraciones de un ciudadano a pie ya no podrán ser desatendidas. En ellos radica hoy el poder de encender una chispa de rápida expansión hacia sus «iguales» deseosos de protagonismo, frustrados en otra categoría pero en igual dimensión.
La estabilidad es cuestión del pasado. La volatilidad es el paradigma del presente. Vaya paradoja: la volatilidad es una certeza.
No es fácil comprender en dónde estamos y mucho menos hacia dónde vamos. Evidentemente la creatividad irá cobrando más valor aún del altísimo que ya posee, porque será necesaria no ya para crear nuevos océanos azules, percibir nuevos nichos de mercado o innovar de manera disruptiva sino más bien para lidiar ante los interrogantes cambiantes que nos propone este vertiginoso mundo con respuestas rápidas y divergentes en asuntos corporativos, en comunicación interna, en recursos humanos, en bonificaciones y premios, en RSE y en tantas otras áreas. La creatividad dejará de ser una herramienta concentrada en marketing e innovación y deberá inundar todos los departamentos de las compañías, todos los ministerios de un gobierno.
Nacerá una nueva categoría de gurús: expertos en análisis heurísticos que tendrán la capacidad de percibir y detectar las nuevas tendencias integrando conocimientos científicos e intuiciones personales. Integrando lo nuevo en generación de conocimiento y lo probable en la imaginación predictiva. Expertos en nada. Sabios en todo.
Una vez más, mi recomendación: «Abandona las certezas. Ellas pertenecen al pasado. El nuevo mundo requiere de veloces interpretaciones heurísticas»
Prof. Germán Castaños. Creativo. Consultor en creatividad. www.ideavip.com.ar.
Para diseño creativo de productos o servicios, acciones de marketing, publicidad, disertaciones, talleres o desarrollo del potencial de creatividad individualizada: [email protected]
Excelente post! Abrazo.