Nunca mejor una definición de Richard Bolles quien calificó a la especie humana de “criaturas en permanente comparación”. Una apropiada definición según la cual nos estamos comparando sin cesar con los demás.
Es verdad, hace cuatro meses les estaba presentando las empresas más innovadoras de 2005 pero esa ansiedad comparativa hace que ya se esté eligiendo la más innovadora de 2006. Y, al ser irrefrenable ese impulso de comparación, quizá encontremos varias “innovadoras 2006” más adelantado el año.
Así no solamente hay una gran comparación entre individuos sino también entre organizaciones, empresas, estructuras políticas, etc. Y esa comparación no es solamente entre “NOS” sino que aceptamos y delegamos la autoridad en terceros para que comparen rendimientos.
De esto se trata, Apple acaba de ser nombrada por el semanario Business Week y la firma Boston Consulting Group como la empresa más innovadora en 2006, dejando por debajo empresas del calibre de Google, 3M, Sony o Procter & Gamble, todas siempre muy reconocidas por su creatividad en general y su grado de innovación constante en particular.
No es extraño encontrar esa mención en Apple.
Su CEO, Steve Jobs, proclamó desafiante en una junta de accionistas: Los mejores productos están por llegar.
Jobs relativiza un esfuerzo en producción, marketing y ventas enfocando sus armas hacia el desarrollo y lanzamiento de nuevos productos.
Mediante la innovación que produjo el IPod, Apple se hizo del 60% del mercado de música digital, llegando hasta un 80% en los Estados Unidos.
Su hegemonía innovadora no alcanza solamente al IPod sino también a la tienda ITunes donde pueden ser descargadas canciones individualmente generando un nuevo modelo de negocio que reemplaza a la compra de álbumes completos.
Se jactan no sólo de escuchar a los clientes actuales sino de observar a los potenciales, ubicándose en una perspectiva superior para abrir nuevas líneas de oportunidades para la empresa.
Varias compañías quieren hacer una ofensiva para ocupar el espacio que ha tomado Apple con el IPod. Sony, en la voz de su vicepresidente Takao Yuhara, anunció en una reunión con periodistas, que a lo largo de 2007 su compañía presentaría un conjunto de reproductores de MP3, software y sistema de descarga de música que pueda competir con los productos de Apple.
No creo que sea una buena estrategia competir en las arenas de Apple. Más bien quien quiera superarla debería buscar un salto cualitativo y creativo y desplazar el negocio de la música digital hacia otros terrenos y nuevas arenas generando una nueva categoría de producto donde pueda posicionarse como “top of mind” espacio ocupado por Apple en la actualidad.
Estimo que será necesaria una nueva innovación, de carácter eminentemente radical (no alcanzará con un nuevo diseño, o mayor capacidad o mejoras incrementales) para poder desbancar a Apple de su posición en la mente de los consumidores.
El poder de la innovación es muy real. Se estima que el 42% de los aumentos de productividad se deben a la innovación mientras que un 14% a las mejoras de estructura de capital, un 12% a las iniciativas de recorte de personal y un 11% al outsourcing.
Steve Jobs, quien acaba de desvincularse de Pixar (adquirida por Disney), enfocándose aún más en Apple cimenta la calificación de innovadora 2006 con otros productos que, han salido al mercado o brevemente estarán en él, como el teclado virtual o la posibilidad de utilizar el IPod como control remoto.
Jobs (elegido mejor comunicador del año, por si fuese poco) corre con el “caballo del comisario”. Es necesario esperar una nueva innovación… hay que esperar que pueden hacer otros jugadores en ese terreno. Por ejemplo Microsoft.
Una práctica para defender su liderazgo es producir la propia canibalización de sus productos. ¿Se autocanibalizará?