Optimizar tu agenda es importante para sacar el máximo de cada día de trabajo.
Es especialmente importante para los padres primerizos: cada minuto que ahorras en el trabajo es un minuto extra de tiempo familiar cuando llegas a casa.
John Rampton escribió en que se dio cuenta de que sus hábitos de trabajo improductivos estaban afectando a su familia, ya que a menudo llegaba a casa tarde y sin energía cuando su mujer y su hija recién nacida le necesitaban más.
Ese es el motivo por el que empezó a usar lo que denomina un «truco de productividad» de 100 años que le permitió empezar a pasar menos tiempo en la oficina y más en casa.
El método Ivy Lee es simple y efectivo
La estrategia se llama el método de Ivy Lee y es sorprendentemente simple. Así es cómo Rampton, fundador y CEO de la startup Due, lo describía en este artículo:
«Cada noche, después de que los niños se queden dormidos, escribe las cinco o seis cosas más importantes que quieras completar al día siguiente. Haz una lista con ellas, empezando con la tarea más importante para hacer por la mañana. No hagas una lista con más de seis elementos».
Siguiendo el método de Ivy Lee, puedes enfocarte en una tarea en cada momento, desde la más importante a la menos importante, hasta que hayas completado la lista completa. Cualquier cuestión sin acabar debería estar entre las seis tareas del día siguiente.
¿En qué ayuda el método? Como escribía Rampton, «planeando tu día la noche anterior, reduces la fatiga por las decisiones y reservas tu energía para el trabajo más significativo. Te despiertas sabiendo exactamente en lo que vas a trabajar durante todo el día, en lugar de perder tiempo valioso y energía tomando decisiones por la mañana».
El método de Ivy Lee ha funcionado durante 100 años
El método Ivy Lee tiene su origen en 1918, cuando Lee, un consultor de productividad, fue contratado por, Charles M. Schwab, presidente de la Bethlehem Steel Corporation, para mejorar la eficiencia de su compañía. Según la historia, Lee le ofreció gratuitamente su método a Schwab y, tras tres meses, éste estaba tan encantado con los resultados que le extendió un cheque por 25.000 dólares, el equivalente a 400.000 dólares de hoy en día.
James Clear, autor de Atomic Habits: An Easy & Proven Way to Build Good Habits & Break Bad Ones, sobre por qué esta estrategia ha sobrevivido al paso del tiempo.
Por un lado, escribe, «te obliga a tomar decisiones difíciles». Clear comparó el método de Ivy Lee con la Regla 25:5 de Warren Buffet, según la cual uno aísla sus cinco objetivos más importantes e ignora todo lo demás hasta que se hayan cumplido.
«Pienso que hay algo mágico sobre imponerte límites a ti mismo», escribía Clear en un post de su blog. «Básicamente, si no te centras en algo, te distraerás de todo».
Además, el método de Ivy Lee «elimina la fricción de comenzar» una nueva tarea. Determinando tu tarea más importante la noche anterior, se elimina la indecisión y la pérdida de tiempo del día siguiente, permitiéndote ser más productivo cuando llegue la hora de empezar.
«Como escritor, puedo perder tres o cuatro horas debatiendo sobre qué debo escribir en un día concreto. Si lo decido la noche anterior, de algún modo, puedo despertarme y empezar a escribir inmediatamente. Es simple, pero funciona», resume Clear.