Emprender no es un camino fácil. De hecho, en el proceso de hacerlo, los empresarios se enfrentan a una serie de retos financieros con el objetivo de evitar la quiebra y conseguir rentabilidad en su negocio.
El último Censo Económico del Inegi indica que entre mayo de 2019 y septiembre de 2020 se registró una disminución de 8.06% en las entidades económicas del país.
Datos de la plataforma mexicana Higo ndican que el 100% de esas empresas que quebraron en la pandemia lo hicieron por problemas de rentabilidad, derivado de la falta de flujo operativo.
¿Qué es la rentabilidad? Se trata de la capacidad de aprovechar los recursos de la empresa para generar beneficios o ganancias; es decir, que la diferencia entre los ingresos y los gastos que se realicen a los largo del tiempo sea suficiente para mantener sostenible al negocio y seguir creciendo.
¿Cómo saber si mi negocio es rentable?
Para saberlo es importante mirar a dos componentes principales: los recursos empleados y los beneficios obtenidos con su gestión. Cabe mencionar que no únicamente nos referimos al capital, sino también a la propia infraestructura del negocio desde sus inmuebles, el personal, los vehículos que utiliza en caso de requerirse y, desde luego, el flujo operativo.
De este modo, las empresas pueden saber qué tan rentables son tanto económica como financieramente: es decir, por una parte qué nivel de ganancias se obtienen con la eficiencia en el empleo de esos recursos, y por otra qué rendimiento obtienen luego de realizar una inversión determinada.
El papel del flujo operativo
Desde luego, el flujo operativo de una empresa es uno de los indicadores más importantes de rentabilidad. Es decir, si no hay dinero que entra y sale del negocio, entonces es muy complicado que se generen los beneficios o utilidades que cualquier comercio requiere para continuar a flote.
Es por eso que debes contar con un control total de los procesos financieros que definen ese flujo: cuánto compras, cuánto vendes, cuánto cobras y pagas, y por supuesto cuándo haces cada una de las anteriores.
Dicho esto, es muy importante que la aprobación, pago y cobro de facturas de tus clientes y proveedores se realice en tiempo y forma, desde luego sin provocar que tomes dinero que originalmente no estaba destinado para ello con tal de realizar dichos pagos.
Los emprendedores requieren de tecnología como la que ofrece Higo, que les ayude a eficientar esos procesos automatizando la recepción de las facturas y centralizando el proceso de aprobación en una sola plataforma; todo en un solo clic, de forma masiva.
Lo anterior les permite dejar de destinar tiempo de más en esa tarea que puede ser demasiado repetitiva, lo cual se traduce en mayor productividad, ahorro de tiempo, y a su vez en dinero. Es decir, imagina que en lugar de tener a un par de personas haciendo ese proceso de forma manual, puedas aprobar hasta 500 facturas en un solo clic, haciendo que ese personal se enfoque en tareas más productivas y estratégicas.
En conclusión, la rentabilidad de cualquier emprendimiento en la actualidad se mide desde diversos aspectos y es fundamental saber si tus prácticas internas te están llevando a conseguir el nivel de beneficios planteados o si te diriges hacia un cierre inminente. Para ello, actualmente, ningún emprendedor se puede dar el lujo de no utilizar tecnología que, además de ayudarle con el objetivo de la rentabilidad, hará más fáciles sus procesos y, desde luego, simplificará la vida del emprendedor.