Parece imposible cambiar el hábito de tener dinero tangible en mano para realizar una compra.
Si bien, las transacciones en efectivo son anónimas y no registradas, por lo que es difícil controlar su uso, la base de señales claves como la cantidad total de efectivo en circulación (valor, volumen y proporción del PIB), retiros de bancos y cajeros automáticos (valor y volumen), parecen demostrar que el número de transacciones en efectivo van en aumento.
En un futuro, el smartphone será el responsable de la desaparición de los pagos en efectivo gracias a los pagos sin contacto, pero con la creciente población de métodos alternativos de pagos electrónicos, es casi increíble creer que el efectivo siga resistiendo a través del tiempo.
Esto nos lleva a preguntar: ¿El crecimiento de los pagos electrónicos afecta a los pagos en efectivo?
Hay demasiados métodos de pagos diferentes, lo que hace que el mercado de transacciones electrónicas se fragmente. Esto podría significar que los métodos de pago electrónico compiten entre sí y no con los pagos en efectivo.
Una de las grandes preocupaciones sobre los métodos de pago electrónico es la interoperabilidad. Esta es la razón por la que el dinero en efectivo todavía tiene un gran valor a ofrecer, ya que desde su creación, los consumidores pueden pagar fácilmente y en todas partes con la misma moneda.
Entonces, si el problema de la interoperabilidad con los pagos electrónicos se resuelve, ¿será el “fin del efectivo”?
El mundo no puede prescindir del dinero en efectivo. Aquellos que están a favor, afirman que el dinero en efectivo seguirá siendo un método de pago importante, ya que tiene un curso legal y características valiosas como el anonimato, la fiabilidad, la sensación de seguridad, manejo directo, tangibilidad y, además, es adecuado para la el control de presupuesto.
Aunque la digitalización conduce a la reducción del uso del dinero en efectivo, este seguirá siendo un método de pago junto con los pagos electrónicos, los consumidores siempre tendrán la opción de elegir. Para formar una sinergia entre estos dos métodos de pagos, es necesaria la combinación de todas las alternativas, pagar tanto online como retirar dinero de cajeros automáticos.
La lección más importante a aprender es que cada proveedor tiene una visión diferente sobre el futuro, pero que al final el consumidor elegirá su método de pago preferido.